Autor: VÍCTOR FUENTES BESOAÍN
Ataque a aeronaves, uso de acelerante y fuego en zonas sin accesos acreditarían intencionalidad
En lo que va de febrero, dos helicópteros han sido baleados, en Lebu (el sábado 2) y Collipulli (viernes 14), para impedir que combatieran emergencias que habrían tenido origen doloso.
Ataques armados contra aeronaves que combatían incendios de bosques, como los ocurridos en Lebu (2 de febrero) y Collipulli (14 de febrero); presencia de acelerante para lograr una rápida expansión de las llamas e inicio del fuego en zonas de difícil acceso son parte de las evidencias que avalan la tesis de una alta intencionalidad en los siniestros forestales de esta temporada y que se concentran entre La Araucanía y Biobío, según confirman desde el gremio forestal.
Según un informe policial presentado el 12 de febrero en el Comité de Gestión de Riesgo de Desastres (Cogrid), en lo que va de la temporada Carabineros ha detenido a 101 personas por el delito de incendios y uso ilícito del fuego. Asimismo, la PDI investiga 269 causas a nivel nacional; de ellas, 100 corresponden a La Araucanía.
El presidente nacional de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), Rodrigo O'Ryan, asegura que “los primeros registros de intencionalidad se producen en el año 1997, pero el punto de inflexión ocurre en 2016-2017, cuando los atentados se volvieron recurrentes y con consecuencias devastadoras”. Asegura que “desde esa fecha en adelante hemos enfrentado un contexto cada vez más complejo.
En promedio, en la última década, la intencionalidad explica el 38% de ocurrencia a nivel nacional y el 42% de los daños”. En cuanto a las evidencias para determinar que un incendio fue causado con ánimo de destrucción, O'Ryan considera que “un aspecto clave de los incendios multifoco que se presumen intencionales es que los distintos puntos de inicio del fuego suelen aparecer en zonas contra el viento, lo que contradice la lógica de propagación natural de las pavesas.
Esto sugiere que el fuego no se extendió de manera espontánea, sino que fue provocado intencionalmente en varios lugares al mismo tiempo”. Y continúa: “A ello se suman otros elementos, como la ubicación de los focos de inicio y la hora en la que comienzan.
Muchas veces aparecen en sectores de diPERITAJES. — Personal de empresas forestales participa junto a investigadores de la PDI en un proceso de capacitación para conocer las características de un bosque incendiado y así determinar las causas del inicio del fuego.
Recurrentes ataques a helicópteros y aviones Frente a los reiterados ataques contra aviones y helicópteros que combaten el fuego y respecto de lo cual el ministro (s) del Interior, Luis Cordero, sostuvo el viernes que era equivalente a atentar contra una ambulancia que concurre a una emergencia, O'Ryan sostuvo que "los ataques a aeronaves han sido recurrentes en los últimos años, afectando tanto a empresas privadas como a Conaf.
Desde el 2018, "cada temporada se registran disparos o incendios contra helicópteros y aviones, poniendo en riesgo la vida de pilotos y brigadistas”. Así, en 2018, tres helicópteros fueron quemados en Arauco, y en 2020, otro helicóptero fue destruido en la comuna de Santa Juana.
El abogado Rodrigo Ruiz, que ha asesorado más de un centenar de querellas por atentados a contratistas forestales, considera que detrás de la intencionalidad se puede apelar a diversas figuras penales. "La mayoría de los incendios de la macrozona sur son dolosos, porque hay una intención de producir daño y de impedir que este daño se pueda evitar”, expone, y añade que "si detrás hay un grupo de personas concertadas, por reivindicaciones o razones económicas, se puede hablar de una asociación ilícita y, eventualmente, si la idea del fuego es para causar miedo a la población, se podría aplicar la Ley Antiterrorista”. Denuncian acción de terceros en alto número de incendios forestales de esta temporada en La Araucanía y Biobío: 14% de los incendios de Lebu (Biobío), según Corma, son intencionales.
Otros altos porcentajes son Curanilahue (67%), Tomé (67%) y Los Álamos (65%). fícil acceso, como la mitad de un cerro o un bosque, en áreas sin caminos y durante la tarde o noche, en horas en las que las aeronaves ya no puede realizar labores de combate y bajo condiciones meteorológicas complejas, con altas temperaturas, fuertes vientos y baja humedad.
Ello dificulta la respuesta y el combate del incendio, aumentando la probabilidad de que se transforme en un incendio de grandes proporciones”. También enumera que se deben considerar como elementos de la indagatoria “los registros de incendios recurrentes, que se producen en los mismos lugares, así como la presencia de elementos de ignición en algunos de ellos, como bidones con acelerantes (un combustible inflamable que se utiliza para iniciar o aumentar la velocidad de propagación del fuego), velas (que una vez consumidas inician el incendio, dando tiempo a los responsables para arrancar antes de que se propague el incendio) o concretamente, como en el caso de Valparaíso, cigarrillos con fósforos, que funcionan como mecheros”. Y suma a lo anterior “las declaraciones de testigos que han visto a personas con comportamientos sospechosos en zonas donde luego se registran incendios”, lo que “es clave para determinar la causa probable del siniestro y orientar las investigaciones”. La indagación formal de la intencionalidad en los incendios corresponde a organismos especializados como la Unidad de Análisis y Diagnóstico, de Conaf, creada en 2017. Este departamento está encargado de realizar peritajes técnicos para determinar el origen y la causa del fuego, aumentando su cobertura de incendios investigados del 7% en 2017-2018 al 33% en 2023-2024. Además, Carabineros y la PDI son quienes llevan adelante las diligencias investigativas por instrucción de la fiscalía, con el objetivo de determinar responsabilidades y perseguir penalmente a los autores de incendios intencionales.
Respecto de las zonas con mayores indicios de intencionalidad, O'Ryan detalla que “si nos remitimos a esta temporada y miramos los datos desagregados por comuna de losincendios que tienen una causa asignada, vemos por ejemplo que en algunas zonas específicas de Biobío esto se incrementa considerablemente y alcanza más del 60%”, y añade que “si analizamos los hechos recientes de La Araucanía, veremos que las cifras de intencionalidad esta temporada fueron muy altas, con provincias como Malleco, donde el 92% de 92% de la superficie quemada esta temporada en las comunas de la provincia de Malleco (La Araucanía) también corresponden a acciones dolosas, dice Corma. 4.241 incendios forestales se acumulan esta temporada en todo el país, según Conaf.
A igual fecha del año pasado sumaban 3.926; o sea, un 8% menos. la superficie quemada es resultado de incendios intencionales”. Acciones legales En cuanto al inicio de la presentación de acciones judiciales, O'Ryan dice que “las denuncias comenzaron a hacerse más recurrentes a medida que los incendios intencionales y su impacto en el mundo rural y en zonas de interfaz aumentaban”, y precisa que “las empresas han intensificado sus esfuerzos en la persecución de estos delitos, colaborando con las autoridades, aportando antecedentes a la investigación y reforzando las denuncias para que estos hechos no queden impunes”. En relación con las causas judiciales que se acumulan en los últimos años, enfatiza que, “según datos aproximados de algunos de nuestros asociados, solo durante la temporada anterior, 2023-2024, se presentaron, al menos, 443 denuncias y 43 querellas.
De esas causas, 111 están vigentes y hay 3 causas con condenas”, y que “en lo que va de la presente temporada, algunos de nuestros asociados han presentado aproximadamente 185 denuncias y 13 querellas”. 66 Hay que investigar y entregar elementos a policías y fiscalía. Blindar las aeronaves para resistir ataques, sería escalar en la complejidad del combate y no perseguir a quien causa el desastre”. RODRIGO O'RYAN PRESIDENTE DE CORMA