El escenario estratégico en Medio Oriente tras 20 meses de guerra
El escenario estratégico en Medio Oriente tras 20 meses de guerra Oriente tras 20 meses de guerra Conflicto en Gaza ha tenido efectos que parecían impensables. Guido Larson, cientista político y académico de la U. del Desarrollo, analiza las alteraciones en narrativas, relaciones entre Estados y otras dimensiones desde el ataque de Hamás en octubre de 2023.
Por Guido Larson onsiderando lo que ha ocurrido en los últimos veinte meses en Medio Oriente, parece claro quela región alterará la trayectoria estratégica que venía desarrollando hasta antes del inicio de la guerra en Gaza.
Contrario a lo que a veces se comenta, sin embargo, esa alteración es problemática para la estabilidad de la región, por cuanto es plausible que los episodios de conflicto hayan fracturado la tendencia política previa y hayan provocado una reevaluación de los principios que sustentan la política exterior de actores clave. Esto es consecuencia tanto del impacto psicológico que ha tenido la crisis en la zona, como de los efectos geoestratégicos que se derivan del contexto internacional. Expliquemos esto brevemente.
Si se analiza el período previo al 7 de octubre de 2023, lo que se observaba era un cierto alineamiento de una porción de países árabes hacia objetivos de mediano plazo trazados por Estados Unidos, en particular un intento de normalizar relaciones entre Arabia Saudita e Israel y un proceso análogo encabezado por los países del golfo. Obviamente, había una porción de actores que desdibujaban ese panorama. dibujaban ese panorama. dibujaban ese panorama. dibujaban ese panorama. dibujaban ese panorama. LOS EFECTOS DE LA GUERRA NO SÓLO SERÁN GEOPOLÍTICOS, SINO QUE EN TODAS LAS DIMENSIONES DE LAS RELACIONES ENTRE ESTADOS. GUIDO LARSON, ACADÉMICO DE LA FACULTAD DE GOBIERNO DE LAUDD. Siria, por poner un caso, se encontraba desgastada después de una larga guerra civil que, quizás paradójicamente, crea las condiciones para un colapso rápido del régimen de Al Assad. El Líbano, por otra parte, se encontraba sumido en una crisis políticoeconómica, acelerada a partir de las grandes protestas de 2019; y Yemen estaba todavía inserto en el proceso de guerra interna iniciada en 2014.
A nivel macro, el centro gravitatorio de la región se encontraba en la confrontación por la hegemonía entre Irán y Arabia Saudita, desplegada en multiplicidad de dimensiones, tanto a nivel del conflicto proxy como del nodo financiero queestos actores representan. No obstante, a partir del ataque de Hamás y de la respuesta israelí, el escenarioexperimenta una transformación significativa.
Las diversas trayectorias políticas que habían co'menzadoa posicionarse en ese momento histórico, aunando cierta visión conjunta deintegración, prag'matismo y desarrollo económico, ha sido socavada -y hasta cierto punto reemplazada por vectores queenfatizan asuntos ligados a la identidad, la causa palestina y una política de sospecha con un posible encauce militar.
El conflicto en Gaza ha generado efectos que parecían impensables, como los de un acercamiento, cauteloso es cierto, entre Teherán y Riad, hasta una enfrentamiento abierto entre Israel e Irán (con participación estadounidense mediante). Uno de los efectos más visibles en este nuevo entorno ha estado centrado en la creciente presión social y política dentro del mundo árabe para que sus gobiernos modifiquen su postura frente a Israel.
Incluso países que habían suscrito los llamados "Acuerdos de Abraham", como Emiratos Árabes Unidos o Bahréin, han debido modular sus discursos y adoptar (quizás performativamente) una actitud más crítica respecto del actuar israelí, lo cual nosignifica necesariamente un abandono del proceso de normalización, pero sí lo que algunos han llamado "pausa estratégica" hasta redefinir las condiciones para su continuidad.
En el caso de Arabia Saudita, el proceso se ha suspendido de facto, a la espera de que la situación en Gaza se resuelva o que se produzca una situación más favorable en la política interna estadounidense. Este escenario ha sido capitalizado políticamente por Irán.
Aun cuando los informes militares aluden a una destrucción muy relevante de sus capacidades de defensa antiaérea, cabe notar que el objetivo implé cito con el cual Israel inicia la guerra (el colapso del régimen) no ocurre. Y, de hecho, es plausible suponer quecualesquiera que hayan sido las críticas al gobierno del Ayatolá éstas se encuentren hoy subsumidas frente a lógicas nacionalistas y militaristas.
No hay duda que la posib. lidad de fragmentación subsiste, pero mi impresión es quela calcificación sión es quela calcificación sión es quela calcificación sión es quela calcificación sión es quela calcificación sión es quela calcificación sión es quela calcificación sión es quela calcificación sión es quela calcificación sión es quela calcificación sión es quela calcificación sión es quela calcificación sión es quela calcificación ¿ Eres PYME o Empresa? mos LÍNEA FÁCIL, nado [o whatsapp Teof parall Ejemplo: +569 12300000 3 con Equipo. 3 con Equipo. Ariende Ariende Ariende. El escenario estratégico en Medio Oriente tras 20 meses de guerra viene de página anterior del régimen aumenta, no disminuye, después del ataque israelí. Más aún, desde el punto de vista de la diplomacia, parece difícil imaginar un escenario en el corto plazo donde Irán esté dispuesto a negociar por su programa nuclear.
La razón es bastante obvia: ya dos semanas antes del ataque israelí, Estados Unidos se encontraba en conversaciones con funcionarios iraníes, en un contexto donde Donald Trump suponía que era posible mejorar el acuerdo del cual unilateralmente se retira (el acuerdo alcanzado por Obama en 2015, JCPOA por sus siglas en inglés). Pero todo parece indicar que estos acercamientos no estaban desarrollándose con honestidad, sino que eran una estrategia distractiva para no perder el factor sorpresa en el ataque inicial.
Dados los resultados a nivel político y militar, Irán hoy tiene muchos incentivos para mil tarizar su programa nuclear ya que, siguiendo lo que en su momento afir maba el ex Primer Ministro de Israel, Ehud Barak, es completamente racional que lo haga, debido a que es el único desincentivo posiblecree Irán --para nuevos ataques militares y para consolidar su seguridad interna y la supervivencia del régimen. Esto significa que, aún si se acepta la suposición de que el programa nuclear de Irán ha sido retrasado, eso no se traduce en que la motivación e intención de proseguirlo haya desaparecido.
En consecuencia, es posible (incluso probable) que Irán reoriente su comportamiento a uno análogo al que se vivió en su momento con Mahmoud Ahmadinejad (2005-2013), vale decir, favoreciendo deliberadamente una línea más dura que refleje no sólo este nuevo escenario estratéginuevo escenario estratégicairo DD Buscamos TES localesOgrupodd. el ESTA SEMANA NETANYAHU VISITÓ A DONALDTRUMP EN EEUU. PARA AFINAR DETALLES DE UNA TREGUA, co sino como una oportunidad para gestionar los ánimos revanchistas que aparecen menos de 24 horas después de terminada la guerra con Israel. De hecho, Netanyahu hoy está navegando en ci cunstancias mucho más imprevisibles y volátiles de aquellas que existían hasta fines de 2023.
En el plano interno, las divisiones al interior de su gobierno se han agudizado, y si bien no parece haber demasiadas voces discordantes con relación al modo en que se han llevado las operaciones en Gaza, eso no quiere decir que la posición política del Primer Ministro sea impermeable, en particular considerando que ninguno de los objetivos que se había puesto al inique se había puesto al inique se había puesto al iniTodo Chile Compramos Compramos cio de las operaciones en Gaza se ha alcanzado.
Netanyahu no ha podido eliminar a Hamás (porque, esencialmente, es "inel minable", al constituir una ideología que trasciende la vida física de sus militantes), no ha podido rescatar a los rehenes (salvoen momentos de tregua momentánea y de forma negociada) y no ha logrado mejorar la seguridad de Israel.
Es posible, además, que los veinte meses de operaciones en Gaza hayan formado parte, el mismo tiempo, de la mayor campaña de reclutamiento de Hamás en su historia, debido precisamente a que el uso masivo de la fuerza tiene una correlación directa con futuros procesos de radicalización. de radicalización. de radicalización. de radicalización.
Externamente, la prolongación de las operaciones sobre Gaza ha erosionado la imagen internacional del país, donde incluso a nivel dela opinión pública estadounidense y europea se reflejan cambios notables (piénsese, sólo por bles (piénsese, sólo por mencionar un ejemplo, que un candidato musulmán a alcalde obtiene un triunfo en la primaria de su partido en la ciudad con la mayor cantidad de habitantes judíos que no se encuentra en Israel: Nueva York). Más aún, la situación ha tenido implicancias en el sistema internacional de forma más amplia. Es a todas luces claro que se ha introducido una nueva dimensión de tensión en las relaciones entre Occidente (Europa occidental y Estados Unidos) y el Sur Global.
Multiplicidad de países de África, América Latina y Asia han estado expresando posturas críticas hacia Israel, percibiendo --no sin justa razón un doble estándar inaceptable en la respuesta internacional sobre Gaza en comparación con otros conflictos como los de Ucrania.
Esto, como puede constatarse incluso en nuestro país, ha abierto un espacio discursivo para que potencias como China y Rusia intenten posicionarse como mediadores alternativos o como defenternativos o como defensores del derecho internacional frente a lo que catalogan como la "hipocresía occidental". Los efectos de largo plazo de estos procesos son imposibles de predecir, pero reflejan de forma transparente los efectos de ondulación que tiene un hito contenido en un conflicto irresuelto desde 1948. Esto también puede ser señal de los límites quetienen las estrategias de apaciguamiento económico y los intentos de resolver problemas políticos mediante el instrumento militar. Lo primero descansaba en la tesis que los acuerdos comerciales o 1. versiones conjuntas podían subordinar las tensiones ideológicas y territoriales. Los eventos de los últimos meses muestran que esta aproximación es, al menos por ahora, insuficiente.
Por otro lado, más allá de la completa destrucción de Gaza y de la hecatombe humanitaria que experimenta, cuando mucho Israel está postergando una nueva crisis futura, porque el llamado tura, porque el llamado tura, porque el llamado "problema palestino" no va a desaparecer, menos cuando si se llega a acordar un cese al fuego más o menos permanente hay garantía de que la temát ca no se esfumará de la opinión pública, tanto por lo que ocurrirá con el proceso de reconstrucción, como por las resoluciones que emergerán en algunos años más sobre los casos instalados en la Corte Internacional de Justicia. Así, lo que pareceobser: varse es una reconfiguración epistémica de la políti cade Medio Oriente, entendida como una transformación en los marcos desde los cuales los actores interpretan su entorno, intereses y legitimidad. No se trata solo de un cambio de posiciones tácticas, sino de una modificación en las narrativas y horizontes normativos que orientan laacción exterior de los Estados.
No es impensable, en este sentido, imaginarnos cinco años en el futuro y afirmar, retroactivamente, queoctubre del 2023 representó un punto de inflesentó un punto de inflesentó un punto de inflesentó un punto de inflesentó un punto de infle.