Autor: EVA LUNA GATICA
Detenidos un exasesor de Bolsonaro y otros militares acusados de planear un golpe a Lula
Detenidos un exasesor de Bolsonaro y otros militares acusados de planear un golpe a Lula La policía brasileña arrestó a cuatro militares y un policía federal, acusados de un complot para asesinar, a fines de 2022, al actual Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, días antes de que tomara posesión.
Entre los detenidos, hay un general retirado que trabajó en el gobierno de Jair Bolsonaro (20192022), quien a su vez está siendo investigado por su implicancia en el asalto a las sedes de los tres poderes públicos ocurrido en Brasilia en enero de 2023.
Los sospechosos, dijo la Policía Federal, planificaron un “golpe de Estado” para impedir la asunción de Lula y previeron su “homicidio”. “El objetivo era impedir la toma de posesión del gobierno legítimamente elegido y socavar el libre ejercicio de la democracia y la autoridad del Poder Judicial de Brasil”, añadió el juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, quien autorizó los arrestos y detalló que el complot involucra a personal entrenado en las Fuerzas Especiales del Ejército, los llamados “kids pretos”. Los oficiales, además, planeaban matar al vicepresidente, Geraldo Alckmin y al ministro Moraes, que en ese momento presidía el Tribunal Superior Electoral (TSE), y ahora es el instructor del proceso que investiga los actos golpistas del 8 de enero de 2023, cuando mi-El complot debía tener lugar días después de la elección presidencial de 2022:convencidos de la necesidad de impedir la elección del PT y de Lula en particular, y creían firmemente que las elecciones habían sido amañadas, una idea que estaba siendo alimentada por Bolsonaro”, agrega. Los factores que salpican al líder derechistaLa trama podría terminar complicando al expresidente Bolsonaro.
El principal señalado como organizador del golpe es el general retirado Mário Fernandes, que al momento de los hechos era secretario ejecutivo de la Presidencia en el gobierno de Bolsonaro, y ahora es asesor del exministro y diput a d o f e d e r a l Eduardo Pazuello.
La investigación también determinó que el proyecto se habría discutido el 12 de noviembre en la casa del gen e r a l W a l t e rBraga Netto, exministro de Defensa y exjefe de gabinete con Bolsonaro y más tarde su candidato a vicepresidente, cita en la cual habría participado Mauro Cid, colaborador estrecho de Bolsonaro. Además, el documento con los detalles de la operación se habría impreso en el Palacio de Planalto, sede de la presidencia brasileña, mientras Bolsonaro se encontraba allí. Un abogado de Bolsonaro, no obstante, dijo que su cliente no tuvo participación ni conocimiento del complot. El expresidente “nunca estuvo de acuerdo ni participó en ningún tipo de plan de esta naturaleza”, dijo el abogado, Paulo Cunha Bueno, al New York Times. “Es imposible que se haya hecho sin que Bolsonaro lo supiera”, comenta por su parte el analistaESSERPECNARFGrin. “Pero lo más grave es que se tejió deliberada y sistemáticamente de forma continua dentro del Palacio de Planalto”, finaliza.
Bolsonaro ya está siendo investigado en una presunta trama golpista que se destapó a principios de este año, luego de que dos mandos militares revelaron que el expresidente les presentó un plan para que él permaneciera en el poder después de la elección de 2022. Sin embargo, ambos se negaron y le advirtieron que lo arrestarían si lo intentaba, según documentos judiciales publicados en marzo.
Mientras que otro caso indaga su participación como actor incitador en los incidentes del 8 de enero de 2023, cuando miles de bolsonaristas asaltaron las sedes de los tres poderes públicos en la capital Brasilia y causaron graves destrozos.
“A lo largo de las investigaciones de la Policía Federal y del juez de Mora-es”, comenta el analista político Marco Bastos, “se descubrió, además, que el entonces ministro de Justicia Bolsonaro, Anderson Torres, había esbozado un borrador para un golpe de Estado que incluía un estado de sitio, y también hay pruebas de investigaciones que apuntan a algunos miembros de la división de operaciones de élite del ejército llamados black kids que habrían colaborado con algunos camioneros y agricultores para bloquear carreteras en los días posteriores a las elecciones y luego para concentrarse frente a los cuarteles. Para finalmente protestar contra el resultado electoral, difundiendo la teoría conspirativa de que las elecciones habían sido robadas y que las máquinas de votación electrónica eran falsas”, finaliza.
RECHAZO Bolsonaro, a través de uno de sus abogados, negó tener conocimiento o haber participado en el complot. les de seguidores de Bolsonaro asaltaron los edificios gubernamentales en un intento de destituir a Lula, que había asumido 7 días antes.
Las investigaciones señalan que la operación ilícita, llamada “Puñal verde y amarillo”, estaba pensada para ser ejecutada el 15 de diciembre de 2022,45 días después de que la fórmula del Partido de los Trabajadores (PT) resultara electa en las presidenciales tras vencer a Bolsonaro, y que “para la ejecución del Presidente Lula” se pensaba la utilización de un veneno o químicos “para causar un colapso orgánico”, considerando “sus vulnerabilidades de salud e ingresos frecuentes al hospital”, cuenta la investigación. El informe afirma que hubo “una planificación detallada” para utilizar “técnicas militares” para consumar el golpe de Estado, que contemplaban desde las armas a utilizar hasta el presupuesto destinado a la operación. Además contemplaba la instalación de una “oficina de gestión de crisis institucional” posterior a los hechos, que estaba pensada para ser integrada por los propios involucrados.
En ese marco, la Operación Contragolpe, como la llamó la policía, incluyó la ejecución ayer de cinco órdenes de arresto y se estima que se podrían agregar cargos que incluyen “la abolición violenta del Estado de Derecho”, “golpede Estado” y “asociación criminal”. De “sorpresa e indignación”, fue la reacción de Lula al ser informado sobre el operativo y el plan para asesinarlo, según dijo el director general de la Policía Federal, Andrei Passos Rodrigues.
Mientras que el secretario general de la Presidencia, Márcio Macêdo, afirmó que “no va a haber tolerancia para aquellos que atentan contra el Estado democrático de Derecho”. “Estas detenciones revelan que una parte importante del Comando del Ejército Brasileño estuvo involucrada en este intento de golpe de Estado”, dice a “El Mercurio” Eduardo José Grin, de la Fundación Getulio Vargas. “Estaban. La policía señaló que tenían planificado asesinar al mandatario brasileño; a su vicepresidente, Geraldo Alckmin, y al juez Alexandre de Moraes. El complot debía tener lugar días después de la elección presidencial de 2022: derrotó a Jair Bolsonaro en unas elecciones reñidas en 2022.