Autor: Por Redacción Diario Longino
Revolución tecnológica en Argentina: Milei baja aranceles y sacude el histórico régimen de Tierra del Fuego
Revolución tecnológica en Argentina: Milei baja aranceles y sacude el histórico régimen de Tierra del Fuego La administración del presidente Javier Milei concretó esta semana una de sus medidas económicas más disruptivas desde que llegó a la Casa Rosada: la reducción y eliminación progresiva de los aranceles de importación e impuestos internos sobre productos electrónicos, en especial celulares, consolas de videojuegos, televisores y aires acondicionados.
La medida, largamente anhelada por millones de consumidores que enfrentan precios desorbitantes, fue recibida con entusiasmo en las grandes ciudades del país, pero con preocupación en el extremo sur de Argentina: la provincia de Tierra del Fuego. Allí, en un rincón austral muchas veces olvidado por el poder central, se concentra más del 90% de la producción nacional de electrónicos. Las plantas de ensamblaje que proliferan desde los años 70 en la isla beneficiadas por un régimen especial con exenciones fiscales y arancelarias están hoy en el centro del debate.
La eliminación escalonada de aranceles a celulares (del actual 16% a cero en enero de 2026), la rebaja del impuesto interno del 19% al 9,5%, y la reducción del arancel a consolas de videojuegos del 35% al 20%, apuntan a incentivar la competencia externa y empujar hacia abajo los precios, que actualmente duplican los de países vecinos como Brasil o Chile. El cambio es significativo.
Según proyecciones del gobierno, un iPhone 16 Pro Max, que hoy se vende en Argentina a más de 2,6 millones de pesos (AR$), podría costar cerca de 2,1 millones en 2026, gracias a la reducción arancelaria.
Sin embargo, en tiendas chilenas como Ripley, el mismo modelo se consigue hoy por unos AR$1,6 millones, una diferencia aún considerable que mantiene a Chile como un destino tecnológico preferido por consumidores trasandinos, en especial en las regiones fronterizas de Mendoza, San Juan o Neuquén.
Lo mismo sucede con consolas como la PlayStation 5, cuyo precio en el mercado argentino (AR$1.500.000 ) podría La drástica reducción de impuestos a celulares, consolas y televisores busca aliviar los precios en el mercado argentino.
Sin embargo, la medida amenaza con desmantelar un modelo de producción vigente desde hace 50 años en la isla austral, y reabre el debate entre proteccionismo y competencia en un país marcado por profundas asimetrías regionales.. Revolución tecnológica en Argentina: Milei baja aranceles y sacude el histórico régimen de Tierra del Fuego LA PARADOJA DEL CONSUMIDOR ARGENTINO UN NUEVO MAPA TECNOLÓGICO Las rebajas tributarias tienen un efecto inmediato en la percepción del consumidor. Con un poder adquisitivo deteriorado y precios en alza sostenida, los argentinos han hecho del turismo de compras a Chile una costumbre.
En ciudades como Santiago, Iquique, Antofagasta y Punta Arenas, los centros comerciales y tiendas tecnológicas reciben cada fin de semana a cientos de compradores trasandinos, atraídos por la variedad, los precios y la posibilidad de comprar en cuotas sin impuestos internos.
Aún con aranceles cero, los precios argentinos no podrán igualar los de Chile por una sencilla razón: la estructura impositiva general, el tipo de cambio y los acuerdos comerciales internacionales juegan a favor del mercado chileno, incluso sin el “efecto Milei”. La medida del gobierno argentino abre una nueva etapa en el debate sobre industria, desarrollo y competitividad. El histórico proteccionismo, que durante décadas justificó la existencia del régimen fueguino, se enfrenta a una visión liberal que apuesta por la apertura y la competencia externa como motor del progreso. En el corto plazo, habrá ganadores: los consumidores, sin duda, verán alivios en precios. Pero también habrá perdedores: la provincia más austral de Argentina enfrenta la mayor amenaza a su economía en medio siglo. Lo que está en juego no es solo el precio de un celular, una consola o un televisor. Es el modelo productivo de un país, sus prioridades fiscales y su capacidad de distribuir oportunidades en su extenso y desigual territorio. El reloj ha empezado a correr. Y la industria fueguina sabe que el tiempo como la protección ya no juega a su favor. reducirse un 15% en los próximos meses. Pero ni así alcanzará los valores del retail chileno, donde una PS5 cuesta el equivalente a menos de la mitad. Si bien la medida puede traducirse en alivio para el bolsillo de los consumidores, amenaza con trastocar por completo el esquema de producción tecnológica fueguino, vigente desde la promulgación de la Ley 19.640 en 1972.
La norma, diseñada para compensar las condiciones extremas de la isla y promover el arraigo, fue consolidando con el tiempo un complejo industrial protegido, con beneficios como exenciones al impuesto a las ganancias, arancel cero a insumos importados y subsidios específicos. Empresas como Newsan, Mirgor, BGH y otras más de una decena operan en la isla, generando cerca de 11.000 empleos directos y decenas de miles indirectos. Para muchas familias fueguinas, la producción de televisores, celulares o microondas no solo es trabajo: es identidad y estabilidad. El régimen, no obstante, tiene un costo elevado. Según Fundar, una organización especializada en política industrial, el gasto fiscal derivado del régimen promocional supera los 1.000 millones de dólares anuales, una cifra superior al 87% del presupuesto argentino en ciencia y tecnología. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, fue claro al respecto. En respuesta a advertencias del sector sobre potenciales despidos, apuntó: “Sí, puede haber pérdidas de empleo en la isla, pero el beneficio para 47 millones de argentinos será mayor.
El ensamblaje electrónico es una actividad de bajo uso intensivo de mano de obra comparado con otros sectores”. Incluso se atrevió a cuantificar el impacto: “el régimen fueguino provoca una pérdida neta de 60.000 empleos en todo el país”, sostuvo. ¿FIN DEL RÉGIMEN ESPECIAL O AJUSTE ENCUBIERTO? Pese a su retórica crítica hacia Tierra del Fuego, Milei no ha manifestado una intención explícita de eliminar el régimen promocional. Sin embargo, al quitar los aranceles que protegían sus productos de la competencia externa, el gobierno estaría aplicando una reforma estructural por la vía indirecta. En los hechos, se reducen los incentivos a la producción local, al tiempo que se favorece el ingreso de productos terminados más baratos desde el exterior. Desde 2022, además, las fábricas fueguinas están obligadas a aportar al Fondo Fiduciario para el Desarrollo Fueguino, con una parte de sus ingresos por IVA. Este mecanismo fue creado por el expresidente Alberto Fernández y garantiza que un porcentaje se reinvierta en proyectos productivos y obras de infraestructura en la provincia. La continuidad de este modelo, sin protección arancelaria, se torna incierta. LA OTRA CARA: TIERRA DEL FUEGO EN ALERTA.