Acoso Escolar: una urgencia que nos interpela a todos
Acoso Escolar: una urgencia que nos interpela a todos Este 2 de mayo se conmemoró el l)ía Internacional contra el Acoso Escolar, instancia que nos llama a reflexionar sobre una situación que está impactando día a día, en miles de niños, niñas y adolescentes; y en sus familias.
En Chile, las cifras son contundentes y dolorosas, solo en el año 2O2), se han registrado 8.86denuncias por convivencia escolar, ci número más alto desde que se tiene registro, según el último informe de Acción Educar. En la Región del Biobío, en tanto, la realidad no es distinta.
De acuerdo con datos del Ministerio de Claudia Fuentes l{iveros prensa@latribuna.cl Educación, entre enero y abril del 2014 se reportaron 923 denuncias relacionadas con problemas de convivencia convivencia escolar en establecimientos de la región, con un preocupante aumento de casos de ciberbullying, agresiones físicas y hostigamiento reiterado entre estudiantes. Tal como lo ha advertido la Defensoría de la Niñez, la violencia entre pares ha experimentado un deterioro evidente, lo que repercute directamente en la salud mental de los escolares.
Los datos del asistente virtual MHAITE. desarrollado desarrollado por Grupo Cetep para monitorear salud mental en tiempo real, revelan que los adolescentes de entre IOylT años mencionan con mayor frecuencia como fuente de malestar los conflictos familiares, problemas de autoestima, el entorno escolar y, en un 33% de los casos, una vaga sensación de “no saber” qué les pasa. Este desconcierto emocional se traduce en sentimientos de tristeza, soledad, cansancio y frustración. No basta con esperar que las escuelas contengan esta problemática por sí solas.
La lucha contra el bullying requiere un esfuerzo conjunto: hrmación en habilidades socioemocionales para docentes y estudiantes, acompañamiento alas familias, promoción promoción de espacios seguros para el diálogo y detección temprana de señales de alerta como aislamiento, irritabilidad, síntomas físicos sin causa médica aparente aparente o desmotivación repentina.
En la región del Biobío. diversas organizaciones sociales y educativas están comenzando a tomar cartas en el asunto, con iniciativas como talleres de convivencia escolar, programas de mediación entre pares y capacitación docente en salud mental son pasos necesarios, pero aún insuficientes. Como sociedad, debemos comprender que prevenirlo prevenirlo no es solo responsabilidad de los colegios, es un deber colectivo, urgente y ético. Actuar hoy significa proteger no solo la salud mental de nuestros niños y niñas, sino también su futuro..