Una ética universal, maximalista y exigente
Una ética universal, maximalista y exigente sÉPTIMO DOMINGO DURANTE El ARO CICLO C Una ética universal, maximalista y exigente “Sean misericordiosos como el Padre de ustedes es misericordioso” (Lucas 6,36) P880. NELSON CHÁVEZ DIÁZ Texto completo: Lucas 6,27-38.1.Ética el cuidado v/s cultura del maltrato.
Podemos reconocer reconocer una primera parte en el evangelio de hoy, a saber, saber, Lucas 6,27-31; en estos estos cinco versículos encontramos encontramos algunos imperativos imperativos o mandatos al estilo estilo del “Código Deuteronómico”, (Dt. 1226); salta a la vista la exigencia exigencia heroica que hace Jesús a sus discípulos cuando pide, por ejemplo, “amen a sus enemigos”. Esta enseñanza supera con creces la moral veterotestamentaria veterotestamentaria que solo prescribía el amor al prójimo prójimo que llegaba tan sólo a quienes pertenecían a la misma raza; también en Lc 6,27 se trata de la misma misma “desmesura” cuando Jesús pide hacer el bien a quienes nos odian.
Estos versículos en donde a cada cada acción o palabra negativa, negativa, a saber, la maldición, la calumnia, la agresión y el robo se corresponde con una palabra o acción positiva vienen a resumir una ética del cuidado en contraposición a una cultura cultura del abuso o del maltrato. maltrato.
Esta primera parte del texto de Lucas termina termina con la proclamación de la llamada “Regla de Oro” formulada por Jesús: “Traten a los demás como quieren que ellos los traten traten a ustedes” (Lc 6,31) que aquí está formulada de forma positiva ya que normalmente se expresa de forma negativa (no hagas hagas a otro lo que no quieres quieres que te hagan”, véase Tobías 4,15). Jesús invita no solamente a evitar el mal sino a comprometerse decididamente por hacer el bien. 2.Cultivar el amor benevolente benevolente y oblativo. En Lucas 6,3234 la exigencia de Jesús se centra nuevamente en el amor y en el bien; ahora, sin embargo, agrega otro elemento que tiene que ver con las motivaciones interiores.
En efecto, el amor y el bien realizado a quienes nos pueden devolver devolver lo mismo no tiene ningún mérito; es meritorio meritorio el amor y el bien que no espera recompensa ni actúa calculando el provecho provecho propio.
Se trata de autosuperarnos y transitar transitar desde el egoísmo al amor oblativo (véase Benedicto XVI, Deus caritas caritas est, n” 2-11). La pericopa termina resumiendo el resultado que obtendremos obtendremos si amamos a nuestros enemigos y les hacemos el bien: seremos recompensados recompensados grandemente por Dios haciéndonos hijos nan las distintas especies de seres vivos. Se calcula, por ejemplo, que cada año se extinguen 50.000 especies especies de plantas, animales, insectos, hongos, etc., entrando entrando así a la sexta extinción extinción masiva del planeta.
Jesús nos propone propone una “cultura del cuidado” cuidado” a través del reconocimiento reconocimiento y de la práctica de la misericordia; desde el ámbito de la cultura judeocristiana judeocristiana la misericordia misericordia traduce el concepto de “Rahamin” hebreo que significa tener entrañas y sentir en ellas la realidad del otro o, dicho de otra manera, porque Dios no es sólo Padre sino sobre todo “madre” entonces es capaz de llevar “dentro” de sí al otro pero especialmente especialmente al que sufre.
Desde el ámbito de otras religiones religiones (budismo e hinduismo) hinduismo) la misericordia se traduce traduce por la “compasión” como la capacidad de compartir la pasión del otro (pasión=sufrimiento) y con el otro; se trata de salir de la auto-clausura del Altísimo (Lc 6,35-35). Esta segunda parte del evangelio de hoy termina, al igual que la primera, con una sentencia (Lc 6,36) que se transforma en una imperativo categórico para cada discípulo de Jesús: “Sean misericordiosos misericordiosos como su Padre es misericordioso”. 3.Ante la crisis de la civilización civilización la cultura del cuidado.
Si hay algo que salta a la vista en una mirada mirada sinóptica a este evangelio evangelio de san Lucas de hoy es que Jesús combate todas todas las expresiones y acciones acciones que buscan fomentar fomentar el odio, la agresión fisica fisica o verbal e, incluso el robo bajo la forma de apropiación y expoliación violenta.
Se trata de una ética superior o de una invitación a vivir en una ética “maximalista” que no se conforma con los “mínimos” sino que apunta apunta a los “máximos”. Recordemos la frase de san Alberto Hurtado que puede resumir bien todo lo que decimos: “está bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien”. Pero el evangelio de hoy también promueve lo que bien podríamos llamar una verdadera “cultura del cuidado” que se hace cada día más necesaria para ir al encuentro del otro que sufre; pero también también la misericordia o la compasión implica desterrar desterrar de nosotros todo deseo deseo de dominación o de violencia contra cualquier ser vivo. En el hinduismo se llama “Ahimsa” a la actitud actitud de no-violencia que procura más bien evitar todo sufrimiento y promover promover la paz y la armonía entre los seres.
El texto que mejor mejor traduce cómo es Dios y cómo actúa Dios con sus hijos y que también nos enseña a actuar de la misma misma manera es el Salmo 103,8-10.13 -14: “El Señor es clemente y compasivo, paciente y lleno de amor; no está siempre acusando ni guarda rencor eternamente; eternamente; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga de acuerdo con nuestras culpas; como un padre siente ternura por sus hijos, así siente el Señor ternura por quienes lo respetan. Él sabe de qué estamos hechos, se acuerda acuerda de que somos polvo”. como una nuevo “paradigma “paradigma de convivencia” como lo están proponiendo algunos algunos estudiosos del tema. tema.
En efecto, si hay un signo de los tiempos, entre entre muchos, que hoy cunden cunden en nuestra sociedad es justamente la “falta de cuidado”; por todas partes y en todas las dimensiones se van observando síntomas síntomas de una crisis mayor, una crisis de la civilización civilización generalizada cuyos principales signos tienen que ver justamente con actitudes de abandono, de descuido, de indiferencia por la vida en todas sus manifestaciones: descuido descuido e indiferencia por la vida y el bienestar de los más pobres que cada día quedan más al margen de la humanidad y de la sociedad; sociedad; especialmente doloroso doloroso es el llamado “odio al pobre” la “aporofobia” en donde el pobre, que puede ser el migrante, el discapacitado, el anciano enfermo, el drogadicto, etc., es excluido del sistema. sistema. Pero también es grave el descuido o la falta de “reverencia por la vida” que se manifiesta en la destrucción de nuestra “casa común” que es el planeta Tierra.
Se envenenan envenenan los suelos con pesticidas, pesticidas, se contamina el aire y el agua, se arrasan los bosques bosques nativos y se extermiEstimados extermiEstimados lectores, pueden enviarnos sus cartas al director a los siguientes correos: director@diariolaprensa.cl editorlaprensa@gmail.com Las cartas enviadas a esta sección deben ser cortas, no exceder de un máximo de 350 palabras y consignar la individualización complete del remitente incluyendo su número teleflhnico. La dirección se reserva el derecho de seleccionar, extractar, resumir y titular las cartas, sustrayéndose a cualquier debate con sus corresponsales. No se devuelven las cartas que no son publicadas. ;1].