Autor: JEAN PALOU EGOAGUIRRE
El delicado equilibrio de Claudia Sheinbaum para gestionar su relación con Donald Trump
El delicado equilibrio de Claudia Sheinbaum para gestionar su relación con Donald Trump bien EE.UU. ya ha impuesto algunos aranceles a México, han sido menores a los de otros países”, comentó Patricio Morelos, director de Poligrama, quien destaca que la Presidenta ha evitado mensajes altisonantes que escalen la tensión. “Ha hablado de defender la soberanía nacional, pero planteándolo en positivo.
Otra cosa es contraatacar a EE.UU., que es lo que han hecho otros países”. Alineamiento en foros internacionales Por el carácter impredecible del republicano, no hay espacio para errores o provocaciones, y eso incluiría el alineamiento de México en foros internacionales.
En una de sus pocas salidas fuera del país, Sheinbaum asistió el mes pasado a la cumbre del G7 en Canadá, donde se frustró su primer encuentro con Trump por la salida prematura del mandatario por la crisis entre Israel e Irán.
Pero este mes declinó la invitación para participar en Brasil en la cumbre del BRICS, y también desistió de asistir en Chile a la reciente reunión “Democracia Siempre” junto a líderes de izquierda, como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el español Pedro Sánchez. “Le hubiese encantado estar acá, pero por motivos propios de su país no podía venir”, dijo el Presidente Gabriel Boric. “Ir a la cumbre del BRICS ya sería ponerse en contra de Estados Unidos. Sería casi tirar a la basura el T-MEC, que está en riesgo, y ofender a Trump. Entonces, en eso sí Sheinbaum se cuidó”, consideró Crespo. Morelos recalca que, al evitar ambas cumbres, Sheinbaum esquivó una situación en la que tuviese que suscribir algún tipo de declaración en que los países hicieran frente común ante la guerra comercial de Estados Unidos. “Ahí, sin duda, el más afectado de todos hubiera sido México. Tenía muy poco que ganar (). En un momento de tanta tensión en la relación bilateral, no generar problemas es una gran victoria”. Sus historias y estilos no pueden ser más diferentes. Él, un empresario estridente e impredecible que busca proyectar fuerza en sus negociaciones y en la política. Ella, una disciplinada científica forjada en el rigor de la academia y con una larga formación ideológica de izquierda.
El Presidente estadounidense, Donald Trump, y su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, asumieron sus cargos con solo tres meses de diferencia, y aunque todavía no se ven cara a cara, han logrado soslayar sus discrepancias personales para consolidar una relación de respeto mutuo, en medio de las ásperas gestiones entre ambos países por las amenazas arancelarias de Washington y sus demandas para que México tome más acciones contra la migración y el narcotráfico. Sheinbaum, destacan los expertos, ha conseguido dar con el tono adecuado para lidiar e incluso congeniar con Trump.
Si bien la mandataria suele reforzar en sus conferencias de prensa diarias la idea de que México dialoga con EE.UU. sobre “el principio de la soberanía y el no injerencismo” y ha repetido la frase “coordinación sí, subordinación no” un mensaje en clave interna, también ha mostrado templanza y sutileza para no sobrerreaccionar a los anuncios del Presidente estadounidense, evitar una confrontación directa y mantener abiertos los canales. Muy preparada y con cifras en mano “No se trata de entrar en un debate o un conflicto. Nosotros no queremos conflictos con EE.UU. ”, reaccionó recientemente Sheinbaum, ante las declaraciones de Trump en las que acusó que los carteles del narcotráfico aún ejercen un “fuerte control” sobre México. “Tiene una manera muy particular de comunicar”, dijo la mandataria, minimizando el asunto. “Vamos EFE a buscar que esté bien informado el Presidente Trump sobre lo que estamos haciendo”, insistió. Se trata de una postura muy estudiada.
Luego de ser advertida por asesores de que no era conveniente burlarse de Trump, como pareció cuando Sheinbaum replicó a su anuncio del cambio de nombre del Golfo de México por “Golfo de América” sugiriendo que EE.UU. podría llamarse “América mexicana”, la Presidenta ha cambiado de actitud.
Según cercanos, ha llegado muy preparada a sus conversaciones telefónicas con Trump, exponiendo cifras y datos duros sobre cómo su gobierno ha reducido la migración irregular en la frontera norte, ha aumentado las incautaciones de fentanilo y ha extraditado a importantes capos narco. En sus llamadas, una decena hasta ahora, Sheinbaum también ha preferido hablar en inglés, a diferencia de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, quien usaba un intérprete. Y su estilo tranquilo ha apaciguado a Trump, quien la ha elogiado como una “mujer maravillosa” y una Presidenta “dura” con la que tiene una “relación muy buena”. “¡Gracias a la Presigas. “Tantas llamadas y nunca aprendí nada de nadie. Lo sé todo y nunca aprendí nada de nadie. Y hablé con esta mujer, tan pronto como lo dijo (... ), dije exactamente: ¡ Qué gran idea! ”, relató.
“Sheinbaum ha sido moderada con Trump, pero esto tiene menos que ver con su personalidad y más con las circunstancias; es decir, el pragmatismo te lleva si estás enfrentando a un poderoso como lo es Trump y EE.UU., que si se te pones de tú a tú, te aplasta”, opinó el analista político mexicano José Antonio Crespo. “Lo que le conviene es lo que está haciendo: mantener un discurso tranquilo, la cabeza fría, aunque siempre diciendo que no nos vamos a dejar patear. Porque si se pone con un tono muy duro con Trump, nos va a ir peor”, señaló. Los resultados de esta estrategia aún no están claros.
A pesar de las gestiones de Sheinbaum y los elogios de Trump, el Presidente ha continuado con sus amenazas arancelarias: hace dos semanas, anunció que EE.UU. aplicará desde el 1 de agosto nuevos gravámenes del 30% a la importación de productos mexicanos fuera del T-MEC, el tratado comercial vigente con EE.UU. y Canadá, y ya están vigentes los aranceles sectoriales del 50% al acero y al aluminio y del 25% a los automóviles. La mandataria mexicana, sin embargo, ha insistido en que está “muy confiada” en que logrará un acuerdo con su mayor socio comercial antes de la fecha límite.
“Hasta ahora, Sheinbaum ha manejado la relación con Trump con cabeza fría y ha logrado sortear su relación con el Presidente estadounidense, quien se ha expresado muy bien sobre ella y ha reconocido que está colaborando.
Si denta Sheinbaum por su arduo trabajo y cooperación! ”, escribió en una ocasión el mandatario, quien ha valorado su esfuerzo en hacer la frontera “más segura” e incluso llegó a reconocer que “aprendió” de ella, cuando le contó sobre la experiencia de México con las campañas publicitarias para prevenir el consumo de droSONDEO El 57% de los mexicanos calificó como mala o muy mala la relación entre Sheinbaum y Trump, en una encuesta reciente de El Financiero. El 31% dijo que era buena o muy buena.. Con un tono templado y sutileza, ha logrado contener las amenazas del mandatario y encauzar la negociación bilateral con EE.UU. La estrategia de la Presidenta de México: SONDEO El 57% de los mexicanos calificó como mala o muy mala la relación entre Sheinbaum y Trump, en una encuesta reciente de El Financiero. El 31% dijo que era buena o muy buena. SHEINBAUM SUELE DECIR que la relación con EE.UU. se basa en el “principio de la soberanía y el no injerencismo”, pero también ha sido conciliadora.