Los desafíos del agua potable rural
Los desafíos del agua potable rural Consultor en gestión de recursos hídricos Consejero del Consjo de Políticas de Infraestructura (C PI) El 202 marca un hito para Chile al cclcbrarsc los 60 años de implementación de una de las políticas públicas más exitosas y transformadoras del país: el suministro de agua potable rural, iniciativa ha beneficiado a más de 2,2 millones de habitantes en localidades rurales, garantizando un acceso fundamental fundamental para la vida y la salud.
Iniciada en 1961 bajo la tutela del Ministerio de Salud, esta política ha sido impulsada y consolidada p01 el Ministerio de Obras Públicas, con el valioso apoyo, en sus inicios, del Banco Interamericano de Desarrollo y, sobre todo, de las comunidades rurales organizadas, que sin estar exentos de problemas, su compromiso y esfuerzo han sido clave para mantener mantener en funcionamiento estos sistemas, a pesar de los desafíos inherentes a las zonas rurales. La inversión estatal en infraestructura sanitaria rural y su mantención, es cercana a los US$ 3.000 millones desde el 2010, evidenciando el compromiso del país con este servicio esencial. Sin embargo, del total de la infraestructura, el 53% de las instalaciones han superado los 20 años de antigüedad, plantean nuevos desafíos y forma de operar.
La promulgación de la ley 20.998 inició una profunda profunda transformación hacia una gestión autónoma y sostenible de los servicios sanitarios rurales, buscando buscando adaptarlos a los nuevos requerimientos de la sociedad en calidad de servicio, incorporando el alcantarillado y tratamiento de las aguas servidas con un entorno climático adverso, como consecuencia de la escasez hídrica. El nuevo sistema, contempla un modelo tarifario que busca entregar los recursos financieros para garantizar al menos la operación de los servicios, manteniendo tarifas accesibles para los usuarios.
Además, se prioriza la profesionalización de la gestión, gestión, la regulación ye1 desarrollo del saneamiento, que actualmente presenta una cobertura inferior del 20%. Este proceso no cs solo un cambio de nombre, sino una transición hacia servicios sanitarios integrales que abarquen agua potable, alcantarillado y tratamiento tratamiento de aguas servidas, dando origen aun servicio de mayor calidad, pero también de mayor complejidad y costos, posicionando a este proceso como el más importantes desde su creación, pero necesario para el país. rural Gabriel Caldés www.Iatribuna.cI. - -