EDITORIAL: Violencia y agresión en las aulas
EDITORIAL: Violencia y agresión en las aulas La violencia escolar es un fenómeno complejo que ha cobrado una alarmante relevancia en nuestra sociedad. Los recientes incidentes ocurridos a nivel nacional así como la agresión de un estudiante de quinto básico en Ovalle, evidencian la necesidad urgente de abordar este problema desde múltiples frentes. Y es que no podemos permitir que la violencia se normalice en nuestros centros educativos, donde se supone que los estudiantes deben sentirse seguros y apoyados.
El reciente caso de Ovalle, donde un estudiante diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) agredió a cinco profesores, nos invita a reflexionar sobre la importancia de la inclusión y la atención adecuada a las necesidades educativas especiales.
Al respecto, es fundamental que las escuelas cuenten con personal capacitado para manejar situaciones de crisis y que se implementen programas de prevención que promuevan la convivencia pacífica y el respeto mutuo, pues al parecer, los actuales protocolos de actuación no son suficientes. Y ahí, la formación de los docentes es clave en este proceso. Capacitar a los profesores en técnicas de manejo de aula y en la identificación de signos de violencia permite no solo prevenir situaciones de conflicto, sino también intervenir adecuadamente cuando estas ocurren. Además, es crucial fomentar una comunicación efectiva entre padres, docentes y estudiantes, creando un ambiente donde todos se sientan escuchados y valorados. Pero la violencia escolar no es un problema aislado, pues refleja tensiones sociales más amplias. Por ello, es imperativo que involucremos a toda la comunidad educativa en la búsqueda de soluciones. Solo a través de un enfoque colaborativo, que incluya al profesorado, asistentes de la educación, familias y estudiantes es decir, a la comunidad educativa toda podremos construir un entorno escolar seguro y saludable. Violencia y agresión en las aulas La violencia escolar no es un problema aislado, pues refleja tensiones sociales más amplias. EDITORIAL.