Huggo comedor “MUY BUENO
Huggo comedor “MUY BUENO Huggo comedor MUY BUENO ESTE SERÍA OTRO MUNDO si hubiera más restaurantes así: con una cocina clara e ingeniosa, sin tanto storytelling (a-bu-rrido), con servicio atento y emplazado en un lugar sencillo con precios a escala humana. Es el tipo de lugar perfecto para desayunar o almorzar recurrentemente (no abren de noche, ojo), si nos quedara cerca. Ubicado en la calle Luis Middleton, tras las torres de Carlos Antúnez, lleva poco abierto. Sin patente de alcoholes aún, su ala comestible ya está lista y dispuesta para una experiencia más que feliz. Para partir, dos platos perfectos: espárragos ($9.600) hechos al sartén (en su punto), servidos sobre una ensalada de porotos blancos con pimentón. El chimichurri y el espolvoreo de avellanas tostadas encima: complemento total. A la par, unas zanahorias en escabeche también pasadas por calor ($7.600). Varias, de esas delgaditas y coloridas, como las que salen en los libros de cocina fancy. Servidas sobre abundante salsa romesco (una catalanada con tomate + ajo + frutos secos), con avellanas chilenas y espuma de queso de cabra coronando. En ambos casos, unidad en la variedad.
Como se leía bien, y llegó mejor, se optó por pedir de fondo un crudo de posta ($10.200 ), abundante, con limón, cebolla morada, semilla de mostaza (menos agreso) y alcaparras, pepinillos por ahí y una yema curada.
Con tostadas, de las que crujen (ay, cuánto pan lacio que hemos sufrido). Y también rápido y bien, llegó el pescado del día ($12.400 ), bonito (la especie) servido sobre un cremoso de berenjenas y ajo asado, especiado, casi como un mole. El pescado, en su punto, espolvoreado de cochayuyo y sésamo. Para terminar, un colegial ($4.100) con salsa de toffee. Como somos del verbo pretérito, extrañamos las pasas. Para beber, se optó por té frío ($2.800), bien especiado, y jugo de huesillos ($3.100). Si es por alegar, hubiéramos preferido menos hielo. Y un poco más de frescor al interior del local. Porque en lo otro, puros deseos de reincidir. ¡Hasta tienen sándwich de churrasca con lengua! Gente buena, buen proyecto. Doctor Luis Middleton 1698, Providencia. ESTEBAN CABEZAS POR Esteban Cabezas R E S T A U R A N T E S / C R Í T I C A.