HAY MUJERES: la intelectual que marcó mi vida
HAY MUJERES: la intelectual que marcó mi vida JOSEFINA ARAOS: "Hannah Arendt me ha enseñado a pensar" En Hannah Arendt encontré una suerte de modelo a seguir, que combina el trabajo académico con la reflexión política contingente, y no como cuestiones separadas. Para Arendt, la reflexión teórica nace de la observación atenta de la realidad y a ella se debe; en ese sentido, Arendt me ha enseñado a pensar.
Su llamado es a una filosofía que recupere la capacidad de asombro frente a un mundo que es antes evidencia del milagro de cosas improbables, que lugar de comprobación de leyes necesarias e inevitables, y a cuyo cumplimiento parece poder sacrificarse todo.
Por eso el pensamiento y la política deben actuar con cuidado y delicadeza: lo que tienen delante es demasiado valioso, por digno e improbable, y también demasiado frágil; es muy fácil pasar por encima de ello. Arendt no dice esto de la nada: vivió en carne propia la persecución nazi y fue testigo del horror totalitario. Pudo, por lo mismo, haber sucumbido al pesimismo. Sin embargo, su comprensión fue un camino de reconciliación con el mundo, que no se agota en el mal. Fue en busca entonces de las experiencias que revelan la positividad de la realidad, así como de las categorías que permitieran pensarla y designarla. Para cuidar y proteger lo recibido, como patrimonio común que sostenga la convivencia de los únicos seres a un tiempo iguales y distintos.
Josefina Araos es historiadora e investigadora del IES HÉCTOR FLORES LUIS MARIANO DE LA MAZA: "Edith Stein representa ejemplarmente la amplitud y diversidad de la catolicidad bien entendida" Siendo estudiante de Filosofía de la UC, formado inicialmente en el pensamiento tomista, pero crecientemente interesado por la fenomenología de Husserl, el profesor Raúl Velozo me dio a conocer un libro que contenía reimpresiones de artículos sobre Husserl.
Entre ellos se incluía uno de Edith Stein acerca de la filosofía de Husserl y Santo Tomás de Aquino, que me interesó, porque en cierto modo ella hacía un camino parecido al mío, pero a la inversa, es decir, desde Husserl a Tomás de Aquino. Poco después, el vicario de la Pastoral Universitaria, Pbro. Cristián Caro, puso en mis manos una biografía de la futura santa. Y años más tarde, durante mi estadía de doctorado en Alemania, fui providencialmente invitado con mi familia a su beatificación, que se realizó en el estadio de fútbol de Colonia. Años después, como decano de la Facultad de Filosofía de la UC, la propuse para ser elegida como Patrona de la Facultad. Su elección obedeció principalmente al hecho de que representa ejemplarmente la amplitud y diversidad de la catolicidad bien entendida, asociada a una comprensión abierta y plural de la filosofía. Fenomenóloga y tomista, intelectual y mística, judía convertida al catolicismo, carmelita con espíritu benedictino, dotada de talento literario, cultivó intensamente la interdisciplina, como la que se proyecta actualmente en el Centro UC Edith Stein. Además, dio numerosos testimonios de compromiso social y religioso, entre los que destacan la promoción humana y política de la mujer, y el martirio en Auschwitz ofrendado por su pueblo perseguido.
Luis Mariano de la Maza es filósofo y profesor del Instituto de Filosofía UC UC ARTES Y LETRAS w w w. e l m e r c u r i o. c o m SANTIAGO DE CHILE, DOMINGO 10 DE MARZO DE 2024 PABLO RUIZ-TAGLE: "Gabriela Mistral... Me impresionaron su obra y su vida dedicadas a la educación, al servicio público, a la comprensión y descripción de Chile" Gabriela Mistral es mi heroína, en mi oficina tengo un pequeño busto suyo y la he citado a menudo en mis escritos. Me impresionaron su obra y su vida dedicadas a la educación, al servicio público, a la comprensión y descripción de Chile, que recorrió como profesora desde el norte hasta Punta Arenas. Me asombran sus hermosas poesías infantiles lo mismo que sus sombríos y ásperos versos de pasión amorosa, o bien himnos americanos.
También fue autora de un conjunto de "prosas", "cartas para muchos" o "recados", en que destacó su carácter cívico y sus múltiples intereses: el magisterio, las reformas agrarias, la situación de la mujer, los pueblos originarios, la sensibilidad ecológica y la dimensión espiritual. Su obra sobre su santo preferido, sobre el que escribió un libro, san Francisco de Asís, es pura poesía.
Mi conocimiento de su obra se remonta a la infancia, a la casa familiar, pues mi padre, el escritor Carlos Ruiz-Tagle, fue un gran admirador suyo, admiración también antigua, alimentada probablemente por su profesor en el colegio, Roque Esteban Scarpa, redescubridor de la prosa mistraliana; entre ellos fue motivo recurrente de sus conversaciones posteriores. He mencionado a una chilena; quisiera también nombrar a una extranjera, la filósofa Hannah Arendt. En sus libros (destacaría "Los orígenes del totalitarismo", "Eichmann en Jerusalén", "La condición humana") demuestra cómo una reflexión política de inspiración clásica puede alumbrar el mundo actual. Pablo Ruiz-Tagle es abogado, constitucionalista y decano de la Facultad de Derecho de la U. de Chile. CRISTIAN CARVALLO VERÓNICA UNDURRAGA: "De Natalie Z.
Davis aprendí que los elementos ficticios de los relatos tenían un valor inconmensurable" La obra de Natalie Zemon Davis ha marcado mi pasión por la historia, mi interés por desentrañar las trayectorias de mujeres olvidadas y la vida cotidiana de los sujetos del pasado, descubriendo sus dolores, pasiones, miedos, angustias y anhelos. Aprendí que los elementos ficticios de los relatos tenían un valor inconmensurable porque cada "exageración" o "invención" nos permitía aproximarnos a las mentalidades: a lo que creían y valoraban aquellos que nos antecedieron.
Así, cuando investigué la violencia por honor, pude desentrañar los ritos que la guiaban y significaban, pese a no ser explicitados, y cuando emprendí la tarea de analizar la larga vida de los prejuicios de género, relevé la importancia de lo simbólico, tal como ella había hecho innumerables veces. Natalie Z.
Davis no solo fue académica de las más prestigiosas universidades del mundo como Princeton, Yale, Oxford y la École des Hautes Études en Sciences Sociales, o la ganadora de importantes premios como la Medalla Nacional de Humanidades de los Estados Unidos, sino que también fue la forjadora de una nueva forma de historia social y cultural.
Su obra "Mujeres de los márgenes "(1995) me inspiró a buscar en la historia de Chile trayectorias femeninas que, al igual que las protagonistas de su libro, habían logrado romper los moldes y actuar "desde los márgenes", redefiniendo sus historias de vida. Hace 10 años tuve el privilegio de traducir al español uno de sus trabajos y en el proceso no solo pude admirar su notable inteligencia, sino también su sencillez. En esa época nació mi hija, a quien, por supuesto, llamé Natalia. Verónica Undurraga Schüler es historiadora y profesora del Instituto de Historia UC. ANDREA BARCELÓ ADRIANA VALDÉS: "Ursula K. Le Guin me tironea hacia futuros múltiples" No puedo hablar de una mujer, son tantas. Cuando necesito revivir mi vocación de enseñar, las pasiones de Gabriela Mistral de hace años me mueven tanto como las de Rosabetty Muñoz en el día de hoy. Cuando se trata de construir altos mundos, mundos a los que aspirar y donde respirar de maneras completamente distintas, Marguerite Yourcenar me abre espacios del pasado fuertísimos y muy distintos entre sí, mientras Ursula K. Le Guin y Margaret Atwood, cada una a su manera, me tironean hacia futuros múltiples, terribles o encantadores, inolvidables: arman mundos donde la imaginación se lanza a la aventura, se va, descubre posibilidades insólitas. Si es por la pasión lectora, Clarice Lispector, esa que "ya no era una niñita con un libro, era una mujer con su amante". Lydia Davis, por breve y por cruel y por brillante.
Sor Juana Inés de la Cruz, por la grandeza que puede haber en chocar con la época, y con la propia situación: "su nombre perpetuó en su ruina", como dice (de Faetón) en un verso del "Primero Sueño". Virginia Woolf, qué duda cabe. Blanca Varela.
Y Adrienne Rich, por haber escrito en inglés lo siguiente: "Quise ir a alguna parte/ donde el cerebro no hubiera aún llegado/ No querría estar allí/ tan sola". Adriana Valdés es crítica literaria y ensayista EFE SONIA MONTECINO: "Simone de Beauvoir me abrió el mundo hacia una reflexión social que hasta hoy impacta" Gabriela Mistral, de quien solo había leído en el colegio "Piececitos de niño", se me reveló el año 79 cuando llegó a mis manos "Elogio de las cosas de la tierra", y desde ese momento leí y perseguí todo lo que podía rastrearse. Me aficioné sobre todo a sus ensayos y cartas. Su mirada sobre Chile me cautivó, la sentí una suerte de etnógrafa, señalando un camino de reflexión, intuición y elaboración que desde el hablar poético develaba espacios, rincones no vistos. También me marcó su posición política y su singular lectura religiosa.
Hasta hoy sus textos son para mi una fuente profunda para reflexionar sobre las cosas y pocos de mis libros no tienen un epígrafe suyo; los recados sin lugar a dudas son documentos, registros, mensajes (como dice Leonidas Morales) que me ayudan a pensar en una manera de decir que moviliza la razón y el afecto. "El segundo sexo" de Simone de Beauvoir fue comprado por mi madre en Buenos Aires a inicios de los 70 y descansó mucho tiempo en un estante. Cuando entré a Antropología, un año después del Golpe, la paupérrima y censurada bibliografía del primer semestre nos obligaba a pesquisar y curiosear en las bibliotecas para saciar nuestros deseos de conocer.
En esas búsquedas, mirando los títulos de los lomos de ese estante, encontré "El segundo sexo". Se me abrió el mundo hacia una reflexión social que hasta hoy impacta por ser la matriz de los Estudios de la Mujer y de Género, sentando las bases del camino de pensamiento y acción que me ha acompañado hasta hoy: desentrañar las relaciones sociales entre hombres y mujeres.
La estructura de esa obra y la vida de la autora fueron un modelo en cuanto a una forma de investigar, de cruzar disciplinas, de atreverse a pensar y repensar los vínculos afectivos; pero sobre todo de comprender que la alteridad (la construcción de un otro devaluado) es solo una forma de dominio de la cual podemos escapar con agencia y conciencia. También la idea de que somos un proyecto que desde lo biológico construye socialmente su destino, ha marcado mi hacer antropológico, mi docencia y mi escritura. Sonia Montecino es antropóloga, profesora de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Humanidades y Cs. Sociales HÉCTOR FLORES TESTIMONIOS HAY MUJERES: la intelectual que marcó mi vida JUAN RODRÍGUEZ MEDINA Ocho chilenas y chilenos del mundo de las ideas escriben sobre las autoras que impactaron en su biografía y pensamiento. Desde Gabriela Mistral y Simone Weil a Anna Ajmátova, Simone de Beauvoir y Ursula K. Le Guin, pasando por Natalie Zemon Davies y Edith Stein.
FABIÁN RIVAS JOAQUÍN TRUJILLO: "La poesía de Anna Ajmátova se transformó en un tesoro de la memoria" Cuando era niño leí en un libro publicado por la Unesco, que estaba en la casa de unas tías solteras de mi papá, una poesía de Anna Ajmátova. Quedé absolutamente impresionado y comencé a buscarla en todas las bibliotecas. A medida que conseguí información sobre su vida, entendí que es cierto que ella fue un bastión contra las ideologías que en el siglo XX enloquecieron al mundo.
Una de las pocas veces que me he subido a un avión fue para conocer su casa en San Petersburgo, una pieza, en realidad, que habitaba como allegada mientras era hostigada por Stalin y los suyos. En su época, la poesía de Ajmátova se transformó en un tesoro de la memoria. Como apenas pudo publicarla, su obra circuló de boca en boca o grabada en la corteza de los árboles. Fue una especie de Homero de la intimidad, la paz, la libertad. De la URSS salió vieja. Un admirador suyo, el gran historiador de las ideas políticas Isaiah Berlin, hizo los arreglos para que se le concediera el doctorado honoris causa de la U. de Oxford. En las fotografías de entonces parece transmitir que los verdaderos reconocimientos están en otra parte. Así que yo tengo en mi casa una imagen suya enmarcada, esa en la que sale de perfil y parece una Safo. Joaquín Trujillo es abogado, ensayista e investigador del CEP MACARENA PÉREZ RODRIGO PÉREZ DE ARCE: "Simone Weil escribe involucrada existencialmente" Simone Weil. Llegué a su libro "Echar raíces" poco después del estallido social, buscando cómo otros autores habían enfrentado crisis profundas de su época. A pesar de tener discrepancias importantes con varias de sus tesis, sigue siendo una referencia central para abordar los problemas sociales y espirituales de nuestro tiempo. Weil escribe involucrada existencialmente con aquello a lo que se refiere; se le va la vida, a ratos de modo literal, en su observación. En su prosa, por lo mismo, hay sangre, sentido de urgencia, argumentos apasionados. Otro motivo por el que me parece una pensadora atractiva es su conciencia sobre la inutilidad de responder a los males del mundo con otros males de sentido contrario. En esto se hermana con otra mujer rutilante del siglo XX: Hannah Arendt, sobre todo en tiempos en que las categorías de lo bueno y lo malo parecen perder su sentido. Por último, rescato de Weil su esperanza serena respecto al mal. Este no desaparecerá nunca, pues constituye una tentación siempre presente en la organización de los asuntos humanos, ya sea desde el Estado, en el ejercicio del poder o en las relaciones cotidianas.
Pese a vivir en un contexto dramático, en un mundo que caía bajo los escombros de la guerra, jamás pierde la certeza de que es posible encontrar algo para amar, algo que vale la pena conservar y transmitir al futuro. Rodrigo Pérez de Arce es abogado, sociólogo e investigador del IES SERGIO ALFONSO LOPEZ.