Editorial: Oportunidad y planificación
Editorial: Oportunidad y planificación El Editorial or décadas, la Región de Antofagasta ha sido el corazón de la minería chilena. Hoy, nuevamente se posiciona como líder nacional en la generación de empleos potenciales gracias a la ola de proyectos en tramitación, especialmente en los sectores minero y energético. Según la plataforma Prisma, desarrollada por la Sofofa, más de 38.000 empleos podrían generarse en la región si se aprueban las inversiones actualmente en evaluación.
Se trata de una cifra que no solo habla de trabajo, sino de destino: ¿ cómo se prepara una ciudad para un nuevo ciclo de crecimiento sin repetir los errores del pasado? Se necesita un trabajo conjunto entre sector público y privado para que los trabajadores que lleguen a la región no lo hagan solo de paso, sino con la intención de quedarse. Esa decisión depende tanto de las empresas como de las condiciones de vida que se les ofrezca: desde disponibilidad deviviendas hasta el acceso a servicios y la calidad del entorno urbano. Antofagasta y Calama tienen hoy una oferta habitacional deficiente, con viviendas emplazadas en zonas expuestas a contaminación o alejadas del equipamiento urbano. No se puede esperar que los trabajadores -y sus familiasse queden si no se construye una ciudad en la que valga la pena vivir. Nuestras ciudades enfrentan una oportunidad histórica. Pero las oportunidades no se concretan solas: requieren decisión política, inversión en ciudad, estrategias de formación técnica y, sobre todo, una visión compartida. La pregunta ya no es si llegarán los proyectos, sino si estaremos listos para recibirlos y transformarlos en bienestar duradero. Porque no se trata solo de generar empleos, sino de garantizar el derecho a quedarse, crecer y vivir dignamente.
Debemos conmovernos con varios hechos que atentan contrala calidad de vida: empleo, vivienda, salud, incluso de belleza.. Romper con la paradoja de ciudades con altos ingresos y mala imagen y deficiente calidad de vida es un desafío que debe involucrar a los sectores público y privado.