Autor: Pedro Escobar A.
Industria acuicola en el ojo de la tormenta
O Al difícil momento que viven las acuícolas Nova Austral y Australis, se suma la campaña de organizaciones internacionales que han proclamado públicamente que desean una Patagonia sin salmoniculturas. O El gremio se defiende, pero lamenta que hasta ahora no se ha abierto una discusión sobre el desarrollo de una industria cerrada a nuevas concesiones desde hace más de una década.
MILES DE EMPLEOS EN JUEGO POR OFENSIVA AMBIENTALISTA DURANTE LA PANDEMIA LA INDUSTRIA ACUÍCOLA REGIONAL FUE UNO DE LOS POCOS SECTORES QUE SE MANTUVO ESTABLE A PESAR DE LA CRISIS, AL PUNTO DE CONVERTIRSE EN UNA DE LAS QUE MÁS EMPLEOS GENERA EN MAGALLANES. SIN EMBARGO, LA PRESIÓN INTERNACIONAL QUE HA SUFRIDO EN LOS ÚLTIMOS MESES HA SIDO ENORME. Ace pocos días, Porvenir salió a despedir en masa el cuerpo de una de sus figuras políticas más relevantes de los últimos años, la exalcaldesa y gobernadora de Tierra del Fuego, Sylvia Vera. La lucha de esta militante socialista por impulsar contra viento y marea el difícil desarrollo de Porvenir, fue reconocida por moros y cristianos.
Su mayor legado fueron las leyes de excepción que permitieron la llegada de nuevas empresas, donde la más importante para esta pequeña y aislada ciudad, por lejos, ha sido Nova Austral, empresa acuícola cuyos cientos de empleos directos e indirectos, dan vida a buena parte de Tierra del Fuego, desde las mujeres que procesan la producción hasta el último taxista y comerciante de la ciudad, como bien lo describe el concejal Carlos Soto. Sin embargo, la empresa vive momentos especialmente difíciles, su futuro pende de un hilo. Para cientos de sus trabajadores, la preocupación y la angustia son pan de cada día. Un dirigente sindical retrata así su día a día. “Antes uno recibía sus tres comidas durante el día, con un almuerzo abundante y un buen postre. La empresa pagaba el suministro de alimento para el pescado y todo marchaba normalmente.
Ahora, en el casino apenas si hay algo para comer y el alimento para el pescado cuesta muchísimo conseguirlo, la deuda con los proveedores es mucha y por ello, ya no puedes pagar el alimento si no es en efectivo. Se están gastando hasta la plata de la caja chica para pagar eso y, por lo tanto, hay mucha incertidumbre entre todos los que trabajamos día a día.
Uno llega a la casa y la pregunta siempre es la misma, ¿qué pasó hoy?, ¿supiste algo? Yo no defiendo lo que hizo la empresa en el pasado, pero uno vela por su familia, la educación de sus hijos pero hay una presión tan fuerte de las ONG y los pueblos indígenas que uno siente que por cada paso que das, retrocedes dos y así es muy difícil mirar al futuro”. Hoy, la pequeña ciudad de Tierra del Fuego ha pedido la ayuda del Gobierno Regional para enfrentar esta situación, el cual acordó de manera unánime generar una mesa de trabajo público privada para monitorear y estudiar posibles medidas que permitan apoyar, dentro de sus atribuciones, a la empresa y, sobre todo, que los trabajadores no queden en la indefensión en caso que la situación se agrave. Pero no es solo Nova Austral, una acuícola que enfrenta graves dificultades en la región. Al otro lado del Estrecho de Magallanes, en la pesquera Tierra del Fuego, perteneciente al grupo Australis, el ambiente es igualmente tenso. “Hay tan poca gente en las líneas de producción que da pena. El ambiente se corta con tijeras y nadie sabe nada, nadie te dice nada”, comenta un trabajador.
Australis enfrenta cinco procesos sancionatorios ante la SMA y una demanda ante el Centro de Arbitraje de la Bolsa de Comercio de Santiago por parte de un inversionista que quiere de vuelta su dinero tras enterarse de aquello. La industria acuícola regional, la mayor exportadora de la región, está en el ojo de la tormenta internacional. Este verano, llegó a Punta Arenas un velero de Greenpeace con el objeto de denunciar a la industria ante la opinión internacional y ya se anuncia otro de Oceana con igual cometido. Mientras, la fundación Pristine Seas emitió un documental tan negativo que la industria salió a desmentirlo con fuerza.
Es tal el rechazo ideológico, que cuando la Asociación de Salmonicultores de Magallanes salió a defenderse con las mismas herramientas, Greenpeace llegó al extrema de intentar censurarlo a través de tribunales, lo que en definitiva, no prosperó.
Como dice el presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes, Carlos Odebret, “hay ONG que han proclamado públicamente que quieren una Patagonia sin salmoniculturas”. (Continúa en las páginas 18 y 19) iMPORTANCIA La industria acuícola es hoy la principal industria exportadora de la Región de Magallanes y cerró el año pasado con una producción de 160 mil toneladas, lo que significó un balance “que salvo por el virus ISA terminó el año sin mucho sobresalto para el sector”, nos dice el presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes, Carlos Odebret. En enero fueron cultivadas 13 mil 817 toneladas de salmón del Atlántico y trucha Arcoíris, un 4,4 por ciento menos que en igual mes del año pasado. Más importante aún es que el sector genera más de 4 mil empleos directos anivel regional, en forma directa y otros tantos en forma indirecta. En enero de este año, había 42 centros de cultivo operativos en la región, esto es nueve menos que en enero del mismo año.
Sin embargo, también hay restricciones sanitarias que acatar, por lo que una de las 21 agrupaciones de concesiones salmonídeas tuvo que someterse a descanso sanitario, lo que implica que durante un período de tiempo los centros de cultivo integrantes de la agrupación respectiva, cesen sus operaciones y retiren la totalidad de ejemplares del centro, quedando prohibido el ingreso y mantención de especies hidrobiológicas en él. Lo anterior con la finalidad de permitir que los espacios marinos utilizados durante el período productivo, se limpien de los desechos propios del proceso involucrado; e interrumpir el ciclo biológico de organismos patógenos.
UN GRAN PERO... Sin embargo, es en lo político y comunicacional donde la preocupación se ha tornado cada vez más LA PRESENCIA DE UN NAVÍO DE GREENPEACE DIO VISIBILIDAD ESTE VERANO A LA CAMPAÑA INTERNACIONAL EN CONTRA DE LA INDUSTRIA. difícil, sobre todo desde que la campaña internacional en contra de la industria acuícola en la Patagonia se intensificara en 2019.
En Chile, cuatro concesiones acuícolas de Nova Austral, que estaban siendo tramitadas contra viento y marea, en medio de acciones judiciales de Greenpeace, fueron finalmente caducadas en mayo de aquel año por la Subsecretaría de Pesca. Tres meses después, el destacado chef internacional argentino Francis Mallman, sacó el salmón de sus restaurantes y se unió ala campaña contra la presencia de salmoniculturas en el canal Beagle.
En 2021, Argentina se convirtió en el primer país en el mundo que dicta una ley que prohíbe las salmoneras en una parte de su territorio, específicamente en la provincia de Tierra del Fuego, cuya legislatura aprobó la medida en junio de aquel año. Carlos Odebret sostiene que esa presión ha sido significativa este año y recuerda el paso del buque de Greenpeace, el de Oceana que está en camino y la polémica por el video de Pristine Seas. “Es una fuerte presión la que estamos sufriendo.
Llegan de visita y no miden las consecuencias y si las miden no les importa, han dicho claramente que su objetivo es dejar una Patagonia sin salmoneras”. Odebret recuerda que en Magallanes esa presión se ha expresado en normativas cuyas consecuencias han resultado especialmente tonces un problema de la industria, sino del Estado en su planificación”. -¿ No es un tema político. “Siempre se requiere cierta planificación pues eso ayuda a la construcción de certezas. Había concesiones y solicitudes de relocalización que estaban en Curso, empresas que estaban saliendo de un parque para llegar a otro destino, llevanegativas para el ban ocho, nueve futuro del sector. Recordó en este sentido la creación en 2019, de una reserva nacional de 2,6 millones de hectáreas en un territorio donde había concesiones acuicolas anteriores a su creación, recalca.
“En este caso, no parece ser enaños en un proceso de relocalización impulsado por el mismo Estado y entonces esas solicitudes quedan dentro de otra reserva, y luego las ONG aprovechan ese hecho judicializando el tema”. Aunque Nova Austral no es parte de la asociaLas ONG ambientalistas han dicho claramente que quieren una Patagonia sin salmoniculturas”. Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes. Mil empleos directos es lo que genera la industria acuícola en la Región de Magallanes.
A ción, Odebret no puede dejar de mencionar que fue esa circunstancia la que generó una condición de gran incertidumbre para esta empresa “y con ello a toda una ciudad y lo mismo pasa con otras solicitudes donde se solicita los espacios marinos costeros de pueblos originarios”. Odebret acusa que “existe una estructura, una planificación de acción deliberada por acciones gubernamentales para impedir el desarrollo de la actividad y dejar una Patagonia sin salmoneras”. - Frente a esta presión internacional, ¿han tenido diálogo con el gobierno?, ¿les ha expresado algún tipo de respaldo? “El gobierno ha propuesto una ley de acuicultura, lo que nos parece muy bien porque abre la discusión sobre el futuro de la industria de un desarrollo sostenible.
Pero el desarrollo sostenible tiene dos variables, la primera es el desarrollo propiamente tal, que involucra crecimiento, generación de empleo y por la otra que este sea conforme a las actuales necesidades del mundo para que pueda perpetuarse en el tiempo a través del control de sus efectos ambientales”. Es en este punto, donde Odebret siente que se ha producido una suerte de desbalance perjudicial. Para el sector y el país. “No nos hemos sentado a conversar como país sobre la palabra desarrollo en el mundo de la acuicultura.
Desde 2016, se tiene cerrada toda nueva solicitud de concesión de salmoniculturas en Magallanes y desde 2012 en el resto del país, y esa conversación sobre desarrollo en el sector acuícola no está sobre la mesa.
Para las ONG no debe haber desarrollo, sino conservación”. - ¿ Y cómo afecta a esta discusión hechos como el virus ISA y otros? “Lo que pasa es que para eso hay reglas del juego, cuando tenemos externalidades como lo son las mortalidades masivas, que ya el nombre es bastante fuerte, bueno eso hoy está controlado. No hemos tenido otra mortalidad masiva desde 2016, lo que ocurre es que existe una regulación que obliga al manejo adecuado y el control de las mismas. En el caso del virus ISA en dos semanas los peces fueron cosechados, se controló el brote adecuadamente de modo que no se extendió aotros centros de cultivo y no generó efectos ambientales.
Eso tiene que ver con las capacidades que vamos construyendo de control y aprendizaje de la propia industria y el aprendizaje regulatorio que nos permite enfrentar la situación en forma cada vez mejor”. -¿ Qué pasa con Australis? “Australis, está en un proceso de arbitraje y existe también una autodenuncia, sobre el exceso de producción, y para eso de nuevo destacar la existencia de una institucionalidad ambiental.
Lo que tenemos, finalmente, son situaciones que están siendo abordadas de acuerdo a una institucionalidad, pero las conversaciones sobre el desarrollo no pueden estar impedidas por las situaciones particulares, porque para eso hemos construido una institucionalidad ambiental cada vez más fuerte, lo que no tenemos es una institucionalidad para conversar sobre el desarrollo, no tenemos un proceso de planificación del futuro de la industria”. CARLOS ODEBRET, PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE SALMONICULTORES DE MAGALLANES. El alimento para los salmones 6 6 casi lo están pagando con la caja chica.
La presión de las ONG y los pueblos indígenas es tan grande que sientes que por cada paso que das retrocedes dos”. Un trabajador de Nova Austral. 42 Centros de cultivo estaban operativos en enero, nueve menos. que el año pasado, En igual mes.