CARTAS: Intoxicación por humo de incendios forestales
Intoxicación por humo de incendios forestales La temporada de incendios forestales no solo genera devastación ambiental, sino que también representa un grave riesgo para la salud, especialmente para quienes padecen enfermedades respiratorias como asma o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), personas en recuperación de neumonía o adultos mayores con menor capacidad de ventilación pulmonar.
La densa contaminación generada por el humo puede agravar sus condiciones, dificultar la respiración y aumentar el riesgo de complicaciones graves, por lo que conocer los riesgos y saber cómo reaccionar ante este tipo de emergencias puede ser crucial para proteger la salud. Si bien la primera preocupación es para quienes enfrentan directamente el peligro de las llamas, la exposición al humo y las partículas en suspensión puede afectar más gravemente a quienes ya tienen dificultades respiratorias. La irritación en las vías aéreas, el aumento de la inflamación pulmonar y la reducción de la saturación de oxigeno pueden desencadenar crisis de salud que requieren atención médica urgente.
Considerando que el humo puede desplazarse por largas distancias, dependiendo de la intensidad y la duración de la exposición a este ambiente contaminado, las personas cercanas a un incendio pueden experimentar molestias como tos persistente, irritación de ojos, nariz y garganta, dificultad para respirar, mareos, náuseas, vómitos y dolor de cabeza, sostiene el doctor Martínez.
La inflamación pulmonar y la obstrucción de las vías respiratorias están entre los efectos más comunes pero, en el caso de sucesos de exposición prolongada o intensa al humo, se puede elevar el riesgo de padecer enfermedades crónicas como asma, bronquitis crónica e incluso enfermedades cardiovasculares. Atendiendo a que se trata de una situación de emergencia, es importante que las personas puedan estar atentas a las recomendaciones de las autoridades y seguirlas, sin ponerse en peligro al minimizar los riesgos.
Si se está en un lugar cercano, pero no inmediatamente afectado por un incendio, es recomendable estar informado sobre la calidad del aire a través de los canales oficiales, evitar las actividades al aire libre si los niveles de contaminación son altos e intentar mantener los ambientes en el hogar lo más cerrados posibles, Si la nube de humo es perceptible y afecta a los miembros de la familia, se pueden utilizar las mascarillas que acostumbramos a tener en el hogar durante la pandemia, ideales para protegernos en cuanto filtran partículas finas. Ante señales como dificultad para respirar o tos persistente, es posible que se esté ante un cuatro de intoxicación y sea necesario proveer atención médica inmediata.
Siendo el caso, es crucial acudir a un centro de urgencia, ojalá con una alta capacidad resolutiva, que cuente con infraestructura y dotación para que profesionales capacitados y probablemente informados de la emergencia en el entorno, estén atentos para proveer la atención a tiempo. Debemos actuar con responsabilidad, seguir las indicaciones de la autoridad y reconocer los síntomas de cuidado, para tomar las medidas necesarias, cuando es necesario proteger la salud de los miembros de la familia.
En casos de emergencia grave, como una crisis respiratoria seyera con dificultad extrema para respirar (disnea) o una descompensación que ponga en riesgo la vida, es importante recordar que la Ley de Urgencia en Chile garantiza la atención médica inmediata, independiente de la previsión de salud del paciente en ese momento. Así, los centros asistenciales estarán preparados para brindar atención hasta que la persona esté estabilizada, asegurando una respuesta rápida y efectiva ante situaciones críticas derivadas de la exposición al humo de incendios forestales. Carlos Martínez, médico broncopulmonar de Cordillera Interclínica y Luis Ponce, médico internista de Los Leones Interclínica.