Mercado Central busca sobreponerse al “barrio peligroso”
Mercado Central busca sobreponerse al “barrio peligroso” Tradicional espacio capitalino ha experimentado una baja de visitantes y cierre de locales:Locatarios dicen que ha bajado la concurrencia por el deterioro en el entorno del recinto. mercado es el gran causante de la baja de clientela. “Ya estamos estigmatizados, porque creen que les van a robar y pueden ir a otros lugares que son más seguros”. Respecto a esta realidad, el administrador del mercado, Sergio Olivares, comenta que recinto.
“Ahora se está grabando una telesede infraestructura y contamos con un acuarioDesde la administración están trabajando en pro= yectos para revitalizar el lugar: están trabajando para mejorar la imagen del rie; nos hemos adjudicado varios proyectos interactivo.
La idea es demostrar que el mer-cado está vivo”. rioro del entomo se ha transformado en un obstáculo. inseguridad es lo que “aleja a las persoLa nas porque tienen miedo de acercarse a los alrededores del mercado”, indica Carolina Salvo, dueña del local “Recuerdos de Chile” que lleva más de 40 años funcionando en el lugar.
Afirma que uno de los principales factores es el comercio ambulante, “durante la tarde se llena de carros de comida, gente bebiendo o drogándose y muchos asaltos”. Esto ha impactado en las visitas de extranjeros que antes era común ver en el lugar, pues empresas de turismo tienen marcados como “zona roja” los alrededores del mercado y varios lours decidieron no detenerse allí con grupos de turistas. Para Salvo, lo que sucede en el entorno delJ. CASTRO 1 Mercado Central de Santiago tradiEx al recinto comercial emplazado en el edificio proyectado por el arquitecto Fermín Vivaceta en 1872 y declarado Monu-mento Histórico en 1984 atraviesa momentos complejos.
Poco queda del lugar que hace 12 años fue reconocido por National Geographic como uno de los cinco mejores mercados del mundo por “su singular arquitectura, por la variedad y calidad de sus productos del mar”. Hoy, los letreros de “Se arrienda” comienzan a multiplicarse debido a locatarios que decidieron irse, algunos de los cuales llevaban décadas. Y aunque comerciantes se esfuerzan en mantener vivo el lugar, el dete-. Hace años era un imperdible, hoy es evitado por empresas de turismo. El comercio ambulante y los robos a su alrededor amenazan el funcionamiento del recinto. Tradicional espacio capitalino ha experimentado una baja de visitantes y cierre de locales: