Cartas: “La docencia abandonada”
Cartas: “La docencia abandonada” Cada día son más los casos queconocemos de un o una docente agredida físicamente por un estudiante opor algún apoderado. Agresiones verbales, amenazas, improperios y maltrato físico han sido el corolario de una convivencia escolar dañada. Algunos culpan a los efectos pandé micos otros a la desigualdad y otros a un conjunto multifactorial, donde Claramente los más dañados siempreson los y las estudiantes.
Desde hace unos meses vengo realizando conferencias en distintos escenarios sobre Convivencia y violencia en la escuela, y el inicio consta de responder una breve encuesta de cuatro preguntas, con una respuesta en escala Likert de percepción temporal, es decir, frente la pregunta ¿ usted siente que su lugar de tra-bajo (la escuela) es un espacio seguro?, se ofrecen las alternativas: siempre, casi siempre, frecuentemente, algunas veces, casi nunca, nunca.
En este escenario uno esperaría que la media fuera justamente un “casi siempre” o en su defecto un “frecuentemente”, no obstante, la media es “algunas veces” y la respuesta que casi no marca es “siempre”. Entonces, cabe preguntarnos, ¿quéfactores son los que hacen sentir inseguros mayoritariamente y de forma casi regular a los y las docentes? Las preguntas que acompañan este ejercicio son acerca de sentirse sobrepasado por el trabajo docente, agredido por alguien desu comuni es fundamental para poder trazar acciones de acompañamiento, monitoreo y resolución de los conflictos en las escuelas, buscando promover la construcción de un espacio seguro para todos y todas.
Dicho esto, nuestra respuesta acerca del origen de las agresiones a la docencia es institucional, pues carecemos de un gasto público efectivo en el fortalecimiento y capacitación docente en temas de convivencia (sin decir que a nivel país hay pocos especialistas en la temática y ni hablar de fondos de investigación), apoyos efectivos de bienestar docendad educativa y si ha sentido ganas de abandonar el trabajo como docente. Evidentemente que las respuestas tienen una coherencia que explica de cierto modo la situación inicial, es decir, la escuela no es un espacio seguro para trabajar. Entonces, sino es seguro para los y las docentes, cómo podría serlo para los y las estudiantes. Tres son, a nuestro entender, los aspectos que intervienen en la generación de factores de riesgo de la violencia: la cultura, la institucionalidad y la salud mental.
Dicho esto, te y por último espacios de toma de basándonos en el modelo de Galtung (2016) tenemos que abordar decisiones colectivas donde se resuelvan medidas atingentes a las necon cada comunidad aspectos que cesidades de la comunidad escolar nosólo son de autocuidado y salud sobre la seguridad del espacio, invoemocional, sino también de segurilucrando tanto a padres y apoderadad, buenas prácticas de relacionados como a carabineros, seguridad miento interpersonal y, sobre todo, municipal y los CESFAM. de capacitación en resolución de conflictos a los y las docentes, cuesHoy el estado de los niveles de viotión que no se está haciendo porque lencia en Chile es muy alto y desborda implementaciones centralistas y se sigue asumiendo que el encargado o encargada de convivencia escopoco oportunas, por lo que nuestra invitación es a que sean las propias lar es la persona responsable de mecomunidades educativas las que diar y resolver los conflictos einciasuman un rol activo en la gestión dentes.
Porotra parte, se tiene una cultura de la convivencia. de la seguridad como un tema policial, por lo quela principal reacción frente a cualquier hecho de “indisciplina” es el castigo y sanción, desconociendo las causas y el proceso que llevó a que tal o cual hecho desencadenara una agresión. Este elementoEliseo Lara Órdenes Director Programa de Pedagogía en Educación Media Universidad Andrés Bello.