Autor: José Miguel Castro Diputado de la República
Columnas de Opinión: Seguridad en Antofagasta
Columnas de Opinión: Seguridad en Antofagasta OColumnaJoséMiguel Castro Diputado dela Repúblicaregión de Antofagasta, destacó una supuesta disminu)n en los homicidios y robos de vehículos, cifras que generaron dudas entrelos ciudadanos y representantes políti cos. Lo que el Mandatario describió parece muy lejano ala realidad que enfrenta el norte del país, en especial Antofagasta. Como representante dela región, me parece necesario quese adlarelo queel Presidente mencionó ya que los datos oficialesdel Sistema Táctico de Operación Policial (STOP) de Carabine-ros no coincidenconsu relato.
Según Boric, los homicidios habrían disminuido en más del 20% y los robos de vehículos en un 70%. Sin embargo, los datos proporcionados por STOP. muestran que los homicidios no han disminuido de manerasignificativa y, en las últimas semanas, han aumentado un 50% en comparación conel mismo periodo del añoanterior. Estas discrepancias generan confusión y, lo que esmás grave, debilitan la confianza de la ciudadanía en sus autoridades. Aún más alarmante es el incremento del 225% enlos casos de violaciones en la región, un problema que no puede ser ignorado. Además, los antofagastinos continúan siendo testigos de balacerasenzonas residenciales y otrosactos de violencia que afectan su vida diaria. Esto contrasta drásticamente con el optimismo que mostró el Presidente. Además, el descontrolado flujo de inmigración ilegal es otro factor crítico que agrava la inseguridad en el norte de Chile. Si bien muchos inmigrantes llegan en busca de una mejor vida, es innegable la conexión entre el narcotráfico, la trata de personas y laentrada de inmigrantes ilegales. En Colchane y Huara, eltráfico de personas es una realidad diaria. Este problema trasciende lo local, impactando al país entero. Desde el Congreso he impulsado la tipificación del ingreso ilegal como delito, propuesta ignorada sistemáticamente por elgobierno.
Mientras tanto, estamos debatiendo si implementarunazanjao barrerasenlas fronteras, pero la pregunta es clara: ¿ Se están tomando las medidas correctas para frenar la inmigración ilegal? ¿ Tienen las policías y el Ejército las herramientasnecesarias? Además de la violencia física, enfrentamos una crisis de confianza. Muchas personas han dejado de denunciar delitos porque sienten que no obtendrán una respuesta efectiva. Un ejemplo recurrente es el de las fiestas clandestinas en sectores como Casa de Piedra, donde los vecinos soportan balaceras, ruido constante y posible tráfico de drogas y prostituciónsin intervención policial. Paradiseñar políticas públicas efectivas, necesitamos basarnos en ciftas claras y veraces, no en números queno reflejan la realidad. Minimizar los problemas -o acusar rencillas entre políti cos-notraerásoluciones ni progreso. Siqueremosenfrentarla delincuencia en Antofagasta, necesitamos compromiso y transparencia, reconociendo la magnitud del desafio. Es urgente que el gobierno reconozca la verdadera situación deseguridadenla región y actúe en consecuencia. Los antofagastinos merecen vivir sin miedo y contar con autoridades que hablen conla verdad. Este es un llamado a rectificar, a basarse atomarlas medidas necesarias para devolver en datosreales y la tranquilidad a nuestras familias. La seguridad ciudadana no se logrará con discursos complacientes, sino con acciones concretas, como el refuerzo de las policías, el endurecimiento de penas y políticas migratorias claras. Solo así podremos recuperar la confianza de la ciudadanía y devolverla paz a nuestras calles..