Elecciones, identidad y cohesión interna: LOS DESAFIOS DE LA UDI POST-MACAYA
Elecciones, identidad y cohesión interna: LOS DESAFIOS DE LA UDI POST-MACAYA Guille" dará continuidad al proceso de renovación en la tienda, donde destacan el surgimiento de personas como Constanza Hube, Eduardo Cretton, Katerine Montealegre y Ricardo Neumann, y que le dará a la colectividad un tono más "moderno" y "digital", lo que sería uno de sus sellos como diputado. Todo esto, integrando a los más antiguos. "`La vieja guardia' siempre ha tenido el derecho a participar en la orgánica del partido. Sin duda que sus opiniones y experiencias siempre son bien recibidas y bienvenidas. Eso no va a cambiar ahora", dice el jefe de bancada UDI, Gustavo Benavente, uno de los que impulsaron la postulación de Ramírez. Pero, para ello, las pruebas que deberá sortear no son desdeñables. Y la primera está a la vuelta de la esquina: la próxima elección. Si bien ni siquiera los dirigentes de la llamada disidencia creen que se podría culpar a Ramírez de esto, los cálculos en calle Suecia no son optimistas.
De hecho, la mayoría cree que el partido va a posicionarse como el tercer "Javier (Macaya) no se anticipó a lo que venía, pese a las advertencias", expresa un histórico del partido. "(Ramírez) Es inteligente, responsable y tiene personería política. Es el más parecido a nosotros", dice uno de los coroneles.
Dicen los cercanos al diputado Guillermo Ramírez que el martes en la mañana, cuando el senador Javier Macaya --entonces presidente de la UDI-dijo que "hablaría en la tarde", este intuyó que vendría un cambio de directiva en su partido. En ese momento, sin embargo, no creyó que quien tomaría el cargo terminaría siendo él.
Por el contrario, era de la idea de que, por el poco tiempo que quedaba para cerrar las listas de candidatos a alcaldes, concejales, gobernadores y cores, el candidato ideal para asumir la presidencia interina era quien estaba actuando de secretario general, el diputado Juan Antonio Coloma Álamos. A medida que avanzó el día en que se terminó oficializando la renuncia del senador a la presidencia de la tienda, algo cambió. Pensando en que a fin de año vendría una elección de nueva directiva, varios comenzaron a revelar sus cartas. Una, la principal, era la del senador Juan Antonio Coloma Correa, el último de los coroneles activos y con respeto transversal. Era una opción de la que se venía hablando hacía meses. Otros, sobre todo desde la Cámara de Diputados, comenzaron a difundir el nombre de Ramírez entre las redes partidarias. Él, se sabía, estaba dispuesto a formar parte de una lista para las elecciones internas, aunque pensando más en ser secretario general. Lo que terminó por volcar la balanza fue un llamado que recibió el menor de los Coloma de parte del Servel. Se les advertía que si no tenían presidente para el lunes, no podrían inscribir a sus candidatos. Ante esto, el diputado dio aviso a todos los estamentos. Y, en esa premura, su padre, el senador, no estuvo disponible para el desafío. En cambio Ramírez, de quien se decía que era el favorito de Evelyn Matthei, sí aceptó. En ese momento, la UDI cerró filas. Cinco expresidentes del partido se conectaron a la comisión política para apoyar al parlamentario. Incluso Jacqueline van Rysselberghe, quien había estado en el lado contrario a él en tres elecciones, pronunció palabras en su favor. La posibilidad de que hubiera una posible funa feminista cuando el partido fuera a registrar a su gente al Servel rondaba. Por ello, ni siquiera fue necesario ponerse de acuerdo. Lo primordial era la velocidad. Así, el problema del Servel quedó resuelto. Y varios en el partido se fueron con un buen sabor de boca, recordando cómo en los momentos difíciles surgía la "disciplina" y "épica" de la UDI para ordenarse y levantarse más fuerte.
Pero mientras el nuevo presidente y su directiva se encerraban a negociar los pendientes que había dejado la administración Macaya --partiendo por una lista de unidad de la oposición-otros comentaban que si bien se había salido de la emergencia, pronto vendrían pruebas más duras para la tienda gremialista. Sobre todo pensando en una elección que, según dicen varios, probablemente será negativa para el partido de calle Suecia. Y después de eso se espera que el nuevo timonel logre reencantar al elector clásico, recuperar el voto popular y levantar a su colectividad como una alternativa de gobierno. Básicamente, trasladar la fortaleza desde adentro hacia afuera. Un desafío que no es solo de él, sino de toda una generación. La misma que quiso reemplazar a los históricos coroneles. JUEGOS DE GENERACIONES La UDI no es un partido que se caracterice por dividirse en lotes, pero sí lo hace por edad. Ramírez es, de hecho, parte de un grupo muy unido --que incluso tiene grupos de WhatsApp-surgido bajo el liderazgo de Jaime Bellolio en las elecciones internas de 2016.
Dentro de este también están, entre otros, María José Hoffmann, Javier Macaya, Jorge Alessandri, Raúl Figueroa y Juan Antonio Coloma Álamos. "No somos pinochetistas y creemos en una UDI más centrista, más liberal, más dialogante", dice uno de ellos. En este contexto, ya habían elegido a un reemplazante para Macaya, un "candidato natural" al cual iban a levantar después de las elecciones de octubre. Precisamente, a Guillermo Ramírez. "Ha sido articulador en temas internos. Ha jugado muchísimos roles. Es uno de los mejores liderazgos de la UDI en el corto y el largo plazo. Obviamente, es uno de los liderazgos que queremos proyectar al interior y hacia afuera", dice el diputado Coloma. Entre los tenientes --como son apodados los más jóvenes del partido-creen que "El partido del sector, tras los republicanos y RN. "No se hizo bien el trabajo de buscar candidatos comuna por comuna. Por eso, ya le hemos aconsejado que baje las expectativas. Que genere una estrategia comunicacional para ello", dice un dirigente histórico. En concreto, lo que se espera del diputado es que pueda aminorar el impacto de los resultados. La segunda prueba es aún más difícil. Para varios entre los coroneles --incluso en la generación posterior, a veces conocida como los capitanes-la gestión de Javier Macaya fue deficiente. "Tuvo un problema de identidad claro que esta generación no ha sabido resolver. Ante la aparición de los republicanos, no han sabido si endurecerse o irse hacia el centro", cuenta un fundador del partido. Otro histórico agrega que "hay que recuperar nuestros valores y principios.
La formación cristiana, la economía social y, sobre todo, el mundo popular, nuestra presencia en las poblaciones". Más aún, dentro de los mismos círculos creen que el daño que hizo la intervención de Macaya en el proceso contra su padre podría no ser tan bajo como espera. De hecho, dicen, muchos de ellos le habrían advertido, meses antes, que su rol de presidente e hijo se iban a "cruzar" y que debía dar un paso al costado. Varios recuerdan que en 2015 Ernesto Silva renunció "por mucho menos", en medio del caso Penta. "Javier no se anticipó a lo que venía, pese a las advertencias.
Nos vio como amenazas", afirma una fuente. "La directiva de la UDI t i e n e q u e e n f o c a r s u mensaje en la protección a la dignidad de las personas, y con base en ese principio fundamental, potenciar la libertad personal, la seguridad en nuestras regiones, respeto al Estado de Derecho, libertad de elección y proyecto educativo de nuestros hijos", dice la diputada Flor Weisse, vicepresidenta del partido.
GEN GREMIALISTA Propios y extraños dicen que, tras las elecciones, la principal tarea por la que se evaluará a Ramírez será por "ser una voz clara, férrea, dentro de la oposición". Es algo en lo que tiene ventajas.
Sobrino nieto del histórico líder de RN Sergio Diez, quienes lo conocen bien afirman que es un "político nato" y que si bien se caracteriza por sus habilidades negociadoras y por buscar una renovación de elenco, no transa en los principios del partido ni de la centroderecha. "Es inteligente, responsable y tiene personería política.
Es el más parecido a nosotros", dice uno de los coroneles, que agrega que el que se haya atrevido a tomar el riesgo de asumir "es algo muy valorado, pues está en el núcleo del espíritu de la UDI, de sus orígenes". Tanto que, incluso, podría traspasar un mal resultado electoral. Es por esto, según creen algunos, que podría ser un buen nombre para lograr la cohesión interna del partido, hoy extraviada. Su historia parece confirmar esto.
De gen UDI, fue presidente del Movimiento Gremial en la FEUC, luego trabajó en la Fundación Jaime Guzmán y tras una estadía en Harvard (donde hizo un magíster en Ciencias Políticas) volvió para trabajar en la misma entidad y, luego, para ser secretario general del partido. Ahí, dicen, estuvo encargado de renovar la declaración de principios, para lo cual estudió a fondo el pensamiento del fundador de la UDI. Por lo mismo, cuentan que se considera "un representativo" de los valores del partido.
En el Congreso ha destacado por ser uno de los 11 diputados que rechazaron todos los retiros de la AFP y por ser el principal negociador, dentro de la oposición, de la reforma tributaria, cosa que lo ha hecho tener muy buenas migas con el senador Coloma. Otro de sus contactos clave es la alcaldesa de Providencia y principal carta del partido para las presidenciales, Evelyn Matthei. Con ella, dicen, siempre ha tenido buena relación, pero luego de que ella anunciara que no iría a la reelección, el nexo se hizo más estrecho. De hecho, la edil le ha pedido ayuda en varios temas, como organizar reuniones con parlamentarios, actualizaciones sobre el trabajo del Congreso y feedback sobre alguna materia. Es considerado uno de los cercanos a la probable candidata. Fuera de su tienda tiene ventajas, como su amistad de años con el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, con quien trabajó en la FEUC. Ambos, dicen, se hablan constantemente y con honestidad. Y es que la apuesta del nuevo timonel UDI es inmediata. "La idea es tener a un candidato por comuna", ha dicho en las negociaciones con el resto de la oposición. Un objetivo ambicioso. Pero, según consideran sus cercanos, si se cumple al menos en parte, va a quedar el camino pavimentado para afrontar de mejor forma la elección de 2025. Es el panorama actual de la UDI post-Macaya. Uno donde está en juego el camino de renovación generacional que se comenzó a trazar tras la llegada del senador a la presidencia en 2020. Y también, de acuerdo con los históricos, la posición e identidad de la colectividad dentro de la política chilena. n La dirigencia de la UDI casi no ha salido del partido por las negociaciones.
MACARENA PÉREZ Elecciones, identidad y cohesión interna: LOS DESAFÍOS DE LA UDI POST-MACAYA TRAS LA RENUNCIA DEL SENADOR A LA PRESIDENCIA DE LA TIENDA El nuevo timonel, Guillermo Ramírez --sobrino nieto del histórico dirigente RN Sergio Diez--, genera simpatías tanto en las nuevas generaciones del partido como entre los llamados "coroneles". Su gestión tiene retos inmediatos por los que será evaluado, como su respuesta a una elección que se anticipa muy difícil, así como la recuperación de una identidad y tono de la colectividad que, según los históricos, se habría perdido durante el período recién terminado. MATÍAS BAKIT R. Guillermo Ramírez, nuevo timonel gremialista. JONATHAN MANCILLA.