Museo Histórico: Los urgentes desafíos de Pricilla Barahona, su nueva directora
Museo Histórico: Los urgentes desafíos de Pricilla Barahona, su nueva directora H ubo un notorio cambio de foco en la elección. De tener, durante este siglo, directores provenientes del mundo de las leyes, la antropología y la historia, el Museo Histórico Nacional (MHN) ahora será conducido por una arquitecta. Pricilla Barahona (1978) fue elegida a través de un concurso público, que tardó seis meses y al que llegaron 109 postulaciones.
Ella se impuso con una trayectoria profesional estrechamente vinculada al patrimonio chileno --material e inmaterial-y sus trece años de quehacer en el sector público, entre su primera ocupación dentro de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la actual, como subdirectora de fomento y gestión en el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (SNPC). Barahona, que es también máster en Patrimonio Mundial y Proyectos Culturales, asumirá el 1 de julio, como sucesora de la historiadora Macarena Ponce de León. Pero en una de sus visitas preliminares al museo, da su primera entrevista a "El Mercurio" como directora.
Llega con seguridad al encuentro y rápidamente se evidencia que tiene un profundo conocimiento de las distintas capas de la institucionalidad cultural, y de toda la cadena de trabajo con el patrimonio: conservación, restauración, puesta en valor y gestión.
Esas líneas de experiencia resultan cruciales para dirigir una institución de 114 años, que ocupa un edificio con 217 años de historia --el Palacio de la Real Audiencia, en Plaza de Armas-y resguarda una colección de 685.219 objetos, de gran valía patrimonial.
También lo son frente a un museo que hace años emprendió una revisión crítica de su guion y lleva más de una década esperando una necesaria ampliación (hoy, solo expone 599 objetos de su acervo). En 2013, Diego Aguiló y Rodrigo Pedraza ganaron con su diseño arquitectónico un concurso público, y cinco años después, incluso, el museo anunció su cierre temporal debido al inicio de las faenas. Pero nunca comenzaron. --¿ Asume como reto central reactivar esta ampliación? "Sí. Creo que en este museo se da una sinergia, porque está en una etapa en la que yo puedo hacer un aporte muy efectivo para la ampliación. Conozco el proyecto, conozco a los arquitectos.
En mi etapa anterior, dentro del mismo SNPC, trabajé en el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR). Entonces, vi aquí esa oportunidad de gestionar un equipo grande, con mucha experiencia, y vi también el aporte que yo podía hacer desde los temas técnicos y de gestión de equipos". --¿ Cómo se podría entender que un proyecto de esta envergadura lleve tanto tiempo en pausa? "Es súper lamentable, pero no deja de ser algo recurrente. No a nivel de 11 años, claro. Creo que aquí se dieron todas las leyes de Murphy en las distintas etapas presidenciales. En los distintos gobiernos, no nos pusimos de acuerdo, un poco como lo que pasó con el eje Alameda. Ese proyecto también sufrió idas y venidas con los distintos gobiernos.
Pero creo que ahora, más allá de la importancia política que pueden darle o no a un museo histórico, hay una sinergia, una voluntad desde los distintos ministerios y de las distintas instituciones para que esto pase. En el fondo, aquí hay una necesidad.
Y va a ser todo ganancia". --¿ Será que a Chile le falta valorar el patrimonio y la cultura? "Con las cifras del Día del Patrimonio estamos claros de que a la gente sí le importa el patrimonio, y valora estos espacios abiertos, la cultura y nuestra historia. El punto es que proyectos como este son intervenciones muy caras, y en Chile estamos todavía en disyuntivas de pensamiento como si es más importante hacer un hospital o restaurar un museo. Los dos van a la salud. Uno a la física y otro a la salud mental y a la creación de identidad. Al momento de decidir y discutir presupuestos sigue habiendo resquemores con el tema de la cultura, porque no es tan fácil de demostrar impacto en cifras.
En eso estamos como institucionalidad: cómo demostramos todos los beneficios que tienen las comunidades cuando se reactivan sus patrimonios y cuando ellos los valoran, sintiéndose parte". El proyecto de ampliación dotará al MHN de 3.577 m 2 más, proyectados para edificarse en el sitio eriazo que colinda, hacia el norte, con el terreno del Palacio de la Real Audiencia. Serán ocho pisos, cuatro subterráneos y cuatro en altura, que adicionarán dependencias de estándar internacional: depósitos, auditorio, laboratorios de conservación y restauración, biblioteca y sala educativa. En paralelo a esta construcción nueva, el inmueble patrimonial será completamente restaurado.
Y el desafío que asume Barahona es reactivar el proceso para, más pronto que tarde, lograr abrir la licitación e iniciar los trabajos. --¿ En qué estado se encuentra el proyecto? "Se está terminando la revisión de los últimos proyectos de instalaciones. Se tuvo que readecuar, porque pasó una década y las tecnologías y los requerimientos cambiaron en términos de climatización e instalaciones eléctricas. Son dos grandes proyectos, el presupuesto también cambia. Tenemos que ver ahora toda la logística con el MOP y tramitar los permisos municipales. Será una obra de mucha envergadura e impacto para bien; sumamente importante para el centro de Santiago. El financiamiento está ($35 mil millones). Debemos pasar las resoluciones. Ojalá podamos este año empezar las obras". OTRO CAMBIO: EL GUION Hace doce años, el Museo Histórico Nacional inició una acuciosa revisión del guion de su muestra permanente. Junto con la investigación y análisis interno, la institución ha realizado múltiples encuentros con especialistas, también con los diferentes públicos, y ha editado publicaciones sobre el proceso. Ha sido extenso, pues atravesó las direcciones de Diego Matte, Pablo Andrade y Macarena Ponce de León, y aún no termina. Pero desde este año sí existe un apronte más visible para los espectadores: "Ensayo general. Nuevos relatos desde el MHN", la exhibición semipermanente que en el verano se inauguró en el primer piso del edificio. La puesta en escena --centrada en los primeros tiempos de este territorio y la época colonial chilena-luce una atmósfera cuidada, nuevos textos y objetos, por lo que resulta absolutamente distinta a la anterior. Los equipos del museo la plantean como una primera prueba, que, de hecho, están constantemente alimentando con comentarios de sus visitantes. Quieren saber si van en la dirección correcta, mientras avanzan con la revisión y actualización en el resto del guion del museo. Barahona está absolutamente al tanto de lo realizado, así como también de las publicaciones hechas con participación de la ciudadanía. Y asevera: "Los tres catálogos de `Ensayo general' hacen un guiño bastante profundo. Se ve este cambio de la mirada, una mirada crítica a lo que somos como historia. Y más que todo, orientada a la memoria, a que somos muchas más memorias, que somos diversos como país, y que aquí hay muchas historias. El mundo obrero tiene una historia, por ejemplo. Los historiadores tienen también diferencias entre ellos, y en esa diversidad el museo tiene harto que decir. Un museo como este debiera poder relatar las distintas historias que nos componen como país". --¿ Continuará profundizando la revisión del relato? "Absolutamente. Creo que es un acierto y un cambio de giro hermoso que dio el museo.
Cuando debamos trasladarnos, por la remodelación, vamos a tener que estar un rato en pausa con la muestra directa al público, pero tendremos la oportunidad de pensarnos museográfica y museológicamente para poder llegar a otros públicos, a los que hoy no llegamos. Este museo es súper importante, pero mucha gente dice que no ha venido desde que iba al colegio. Entonces, nos preguntamos: cómo llegar a esos públicos, cómo llegar con nuevas tecnologías, cómo llegar al resto del territorio, porque este es un museo nacional.
Esos desafíos me tocará abordar". Museo Histórico: Los urgentes desafíos de Pricilla Barahona, su nueva directora La arquitecta asume el reto de reactivar el proyecto de ampliación del edificio, que está detenido hace más de una década. Asimismo, deberá concluir la revisión del relato de la muestra permanente. "Un museo como este debiera poder contar las distintas historias del país", asevera. DANIELA SILVA ASTORGA "Soy arquitecta, pero me especialicé en los distintos ámbitos del patrimonio cultural. Y para gestionarlo debes conocer la historia", dice Pricilla Barahona. CARLA PINILLA El MHN tiene 114 años, ocupa el edificio que fue el Palacio de la Real Audiencia, de 217 años, y resguarda una colección de 685.219 objetos FELIPE BÁEZ.