Autor: Anamari Martínez, rectora IPCHILE e integrante Mesa Directiva Vertebral
Claves para la competitividad del país
E Señor director: La Educación Superior Técnico-Profesional (ESTP)cumpleunrol fundamentalenel desarrolloeconómicoy socialde Chile, proporcionando formación en áreas estratégicas para la productividad del país. Sin embargo, persisten brechas de género que, en ciertasáreas, limitan el acceso, la permanencia y el desarrollo profesional delas mujeres en este sector, desaprovechando talentos clave para la innovación y el crecimiento sostenible. En Chile, las mujeres representan el 53,2 % de larmatrícula de primer año en la educación superior (SIES 2024) y muestran mejores tasas de retención y titulación quelos hombres.
Noobstante, suinserción laboral enfrenta barreras estructurales: latasade participación laboral femenina es de 52,8 %, frente al 72% de los hombres (INE 2024), y la brecha salarial enel sector privadoalcanza el 28,7 %, Estas cifras reflejan la persistencia de desigualdades que obstaculizan el pleno aprovechamiento del capital humano femeninoen la economía. Estedesafio, las instituciones de la ESTP han implementado iniciativas concretas para fomentar la equidad de género. Los institutos profesionales (IP) y centros de formación técnica (CFT) han desarrollado programas de inclusión femenina en áreas tradicionalmente masculinizadas, como tecnología, ingeniería y logística. A esto sesumanesfuerzosde mentoría, becas exclusivas para mujeres y campañas desensibilización para desmontar estereotipos de género que limitan sus opciones educativas y laborales. Cerrarla brecha degéneroenlaeducación técnico-profesional no es solo un imperativo de justicia social, sino una estrategia fundamental para el desarrollo del país. Diversos estudios han demostradoqueuna mayor participación femeninaenámbitos técnicos y tecnológicos incrementala productividad, acelera la innovación y fortalece la competitividad de laseconomías.