“Le enseño a una lA a sonar más humana”: el nuevo trabajo sin cara ni contrato que avanza en Chile
“Le enseño a una lA a sonar más humana”: el nuevo trabajo sin cara ni contrato que avanza en Chile M uchas veces no hay contrato, ni jefes, ni garantías. Pero hay tareas. En inglés. Algunas llegan de madrugada, otras nunca. Algunas pagan centavos. Las más complejas, hasta US$20 la hora. Y todas requieren lo mismo: que una persona corrija, afine, evalúe. Así es el trabajo de entrenar inteligencia artificial (IA) desde Chile: una labor solitaria y creciente, que hoy realizan profesionales desempleados. En sitios de empleo como Indeed, LinkedIn y Jooble, se multiplican las ofertas: se busca gente con buen inglés, tiempo libre y la capacidad de enseñarle a una máquina cómo sonar humana. Pero el trabajo suele ser fragmentado, sin horarios fijos ni vínculos estables, aunque eso no ha impedido que este mercado, alrededor del mundo, esté teniendo un crecimiento explosivo. A 2024 ha alcanzado un valor de US$2.860 millones en 2024 según la firma de análisis india Precedence Research, que estima que llegará a US$3.350 millones en 2025 y a US$13.290 millones en 2034.
Otras consultoras, como Fortune Business Insights, del mismo país (India es un mercado donde Microsoft y otras empresas han entrenado sus modelos), ven el valor de la industria en US$17.040 millones a 2032. "Le enseñaba a sonar humana" Anahí González (24) es licenciada en Artes y vive en San Joaquín. Hasta diciembre hacía clases en un colegio de La Pintana. "No me renovaron el contrato y, en el intertanto, busqué algún ingreso por donde sea", dice. Fue entonces cuando una amiga le envió una oferta: trabajo remoto en inglés.
Postuló, rindió pruebas y, a los días, ya estaba evaluando respuestas de un chatbot. "Me tocaban tareas raras: por ejemplo, cómo responder a un cliente molesto por un pedido retrasado, si era mejor decir lamento la espera o gracias por tu paciencia. Básicamente, le enseñaba a sonar humana". Trabajó durante un mes, unas 20 horas semanales. Ganó US$550, o unos $532 mil. Pagó el arriendo, la tarjeta, materiales. Trabajaba para una máquina, enseñando a otras máquinas a sonar humanas. No muy lejos de lo que sería un episodio de la serie Black Mirror. "Algunas semanas había muchas tareas, otras nada. No hay nadie del otro lado. No sabes si mañana seguirás trabajando", cuenta. Y aunque el dinero le sirvió, le quedó una sensación amarga. "Te piden criterio, empatía, tiempo. Pero tú eres invisible. Estás sola, esperando que una máquina te necesite", reflexiona la docente.
Una industria en expansión Laura Flores, gerenta general de iProspect Chile, explica que los modelos de inteligencia artificial "no piensan ni entienden el mundo: aprenden de lo que otros les enseñan". Agrega que "lo paradójico es que, siendo tan clave en la cadena de valor de la IA, hoy muchas veces este rol de enseñar se delega a personas en contextos de alta precariedad, con poca información sobre lo que están haciendo y sin acceso a condiciones laborales dignas o marcos de protección adecuados", advierte.
Desde la asociación gremial Chiletec, su presidente, Felipe Mancini, advierte que este tipo de trabajo puede configurar una "subclase" de trabajadores digitales: "Mientras una élite tecnológica diseña y gestiona modelos de IA, millones de personas realizan microtareas esenciales --como etiquetado de imágenes o transcripción de audio-en condiciones opacas, sin garantías contractuales, con bajos ingresos y sin posibilidad de desarrollo profesional.
Es, en muchos casos, el equivalente digital a una maquiladora del siglo XXI". La promesa de dólares frente al desempleo Según la Encuesta Nacional de Empleo del INE (marzo-mayo 2025), hay 918 mil personas desempleadas, una tasa de desocupación del 8,9 % y una de informalidad de 26%. En ese contexto, recibir pagos en dólares por trabajo remoto, sin intermediarios visibles, resulta tentador. En foros de internet como Reddit, se ha formado una comunidad donde personas --incluidos varios chilenos-comparten consejos, frustraciones y advertencias sobre este tipo de trabajos. Algunos relatan que lograron ganar hasta US$600 en tres semanas, mientras otros denuncian bloqueos repentinos, tareas impagas o capacitaciones extensas sin remuneración. También circulan capturas de pantalla con instrucciones confusas, recomendaciones para pasar los filtros iniciales y alertas sobre caídas en los sistemas o cuentas desactivadas sin previo aviso. Entre relatos anónimos y experiencias compartidas, se va construyendo un manual informal para navegar en este nuevo oficio digital, donde la promesa de flexibilidad convive con la incertidumbre permanente. Los anuncios provienen de páginas web como DataAnnotation, Welocalize y RYZ Labs, que buscan personas bilingües para conversar con chatbots, revisar bases de datos o editar textos. Algunas tareas se pagan por unidad (USD $0,01 a US$0,05 por corrección); otras ofrecen hasta US$20 la hora si se cumple con ciertos estándares. El proceso de postulación incluye pruebas en inglés, razonamiento lógico y comprensión de manuales.
En algunos casos la capacitación no es remunerada, las personas gastan horas en hacerlas, y después no reciben trabajos remunerados, cuenta la candidata a doctorado de Ciencias Biológicas PUC, Daniela O'Ryan, a quien le sucedió eso. "Le enseño a una IA a sonar más humana": el nuevo trabajo sin cara ni contrato que avanza en Chile "Te piden empatía, para que la máquina suene más humana, pero eres invisible", acusa una chilena. La contrató una máquina para entrenar otras máquinas. CHATGPT. Javier Rogel Arellano Creciente mercado de entrenar inteligencias artificiales Le pedimos a ChatGPT que generara una imagen de "una persona entrenando con una inteligencia artificial"..