COLUMNAS DE OPINIÓN: Recordar el pasado para vivir mejor el presente y mejorar el futuro
COLUMNAS DE OPINIÓN: Recordar el pasado para vivir mejor el presente y mejorar el futuro “La vida se divide en tres períodos: lo que era, lo que es y lo t nc será. Aprenda inos tic! pasado para sacar provecho de la actualidad, y de! presente para vivir ni ejor en elJuturo 11 ¡ lijan? II rtinrorth.
En la ciudad de Iquique los días 2y3 de noviembre de 1989. en el VIII Seminario Nacional de Administración Educacional, organizado porla universidad Arturo Prat con el patrocinio de la Universidad de Concepción y el Departamento de Asuntos Educativos de OEA, en el que participamos un grupo de profesores profesores de la Octava región. entre ellos algunos angelinosbajo el título:”La Educación chilena enla décadade los 90: Problemasy Perspectivas”, me correspondió participar de la Mcsa Redonda donde se debatió el tema:” Regionalización y descentralización descentralización Educativa”, hecho que recuerdo perfectamente cuando, habiendo discutido el tema de la formación docente por las instituciones de educación superior se me preguntó, por mi condición de formación normalista, si creía que las escuelas normales deberían ser reabiertas (el I)ecreto Ley N 353 de 1971 puso fin a las 10 escuelas normales que durante 150 años formaron a los profesores de enseñanza básica en Chile). Antes de responder, uno de los integrantes de la mesa acotó: “eso sería como querer revivir a los dinosaurios”, lo que fue suficiente acicate para (por el honor de ser normalista) responder a la consulta y a la desafortunada afirmación por cuanto, siendo los profesores normalistas considerados poruna “modernidad” excluycnte una especie fuera de época en extinción como dijcra alguien muchas personas aún recuerdan con reconocimiento reconocimiento y cierta nostalgia la educación formativa, afectiva y valórica que recibieron de los y las maestras educados y formados en las escuelas normales y que realizaban su tarea en condiciones difíciles y lo hacían con la convicción que era posible posible provocar el cambio para un mejor futuro, especialmente con los niños yjóvenes de los sectores rurales o marginales de los centros urbanos.
Cuando se me preguntó cómo se lograba esta formación en las escuelas normales, mi respuesta fue, entre otras condiciones, que influía ci régimen de internado en que convivíamos, viviendo y hablando día y noche de educación y de la tarea comprometida de los profesores que teníamos, que no solo enseñaban, que educaban ene! más amplio sentido del término, con convicción y compromiso. insistiendo siempre en las actitudes valóricas y comportamientos morales que la educación no podía dejar de inculcar en sus alumnos para no dejarse vencer por la adversidad.
Iodo ello contando como anexo a la Normal con una escuela básica donde se realizaba la práctica profesional. supervisada por los profesores guías y donde se convivía con los alumnos en los recreos y en los espacios donde se encontraba con ellos. ¿Será esa acción hoy una tarea inútil y una pérdida de tiempo, ajena al quehacer y al compromiso profesional docente? ¿O. tal vez se olvida o desanima hacerlo al enfrentar el desempeño magisterial en circunstancias que no son las más propicias ni menos motivadoras? motivadoras? Este recuerdo del pasado mc volvió a la memoria por lo expresado porvarios lectoresy auditores que han estado dando a conocer a través de los diferentes medios de comunicación e información sus deseos y esperanzas de que vuelva a llegar a nuestra ciudad y a otras localidades del país el “tren al sur”: el ferrocarril. (Lograrlo ha sido siempre el compromiso, para hacerlo realidad del ex diputado y actual alcalde de Los Angeles). Angeles). ¿Habrá alguien que alirme que ello sería revivir a otro ser prehistórico o algo parecido? Más cuando los modernos trenes que se encuentran circulando en la mayor parte del mundo están resolviendo a gran escala con rapidezy seguridad no solo el desplazamiento de millones de persona. también despejando las carreteras del transporte de cargas pesadas que ralentizan y dificultan la circulación vial. ¿Por qué entonces esa añoranza por cosas del pasado en una época tan tecnologizada. tecnologizada. individualista y competitiva que vivimos? ¿ No es acaso necesario rescatar hoy en el proceso educativo el mensaje valórico de unidad familiar, de respeto no solo por las personas, personas, también por los bienes ajenos y públicos, de tolerancia, de solidaridad, de responsabilidad y disciplina, de alcanzar el bienestar común y no solo del propio? En educación debemos rescatar del pasado los valores de amistad cívica y de respeto por los símbolos patrios y por los personajes que dieron en los distintos ámbitos de la vida nacional y fuera de ella ejemplos de compromiso con la sociedad en que se vive, mejorando la conducta individual y colectiva para vivir con tranquilidad y en paz en una comunidad que es responsable de su propio presente y de la construcción del futuro de todos.
Es importante no olvidar el pasado. pero no para vivir solo de recuerdos y anclado en él. sino para rescatar lo mejor de lo acontecido y aprender de los errores por cuanto aun cuando cambie el escenario donde se realice la educación, nunca cambiaran cambiaran los principios y valores que la sustentan. Alejandro Mege aIdebenito.