Oposición es favorita para las presidenciales, pero su división podría diluir su ventaja
Oposición es favorita para las presidenciales, pero su división podría diluir su ventaja RODRÍGUEZ lanzó su campaña a fines de junio. EFE DORIA MEDINA va por un nuevo intento por llegar a la presidencia. THE ASSOCIATED PRESS P or primera vez en 20 años, la oposición boliviana tiene un favoritismo indiscutido en las elecciones presidenciales que se realizarán el próximo 17 de agosto.
La crisis económica que afecta al país y el aparente fin del ciclo político del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS), que ha ganado en primera vuelta las últimas cinco contiendas electorales con Evo Morales (20052019) y el actual mandatario Luis Arce (en el poder desde 2020), han abierto completamente el juego. Y en un hecho inédito, hoy son dos los candidatos opositores, el empresario Samuel Doria Medina y el expresidente Jorge "Tuto" Quiroga (2001-2002), quienes encabezan las encuestas y disputan su paso a una segunda vuelta. Pero no hay nada asegurado, y existe una cuota importante de suspenso.
Expertos advierten que la fragmentación opositora y su incapacidad para acordar una candidatura única --tras el fracaso de una instancia que pretendía crear una alianza-todavía podría favorecer al tercero en la contienda, el actual presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, quien se ha alejado convenientemente tanto del MAS como de su mentor político Evo Morales, aunque tiene el potencial de posicionarse como una opción de izquierda con capacidad de convocar a sectores indígenas y movimientos sociales (ver recuadro). Según la última encuesta de Red Uno, Samuel Doria Medina (Alianza Unidad) es actualmente el líder, con 19,6% de intención de voto, seguido por Jorge Quiroga (Alianza Libre), con 16,6%, y Andrónico Rodríguez (Alianza Popular), con 13,7%. Más atrás se posiciona otro grupo de opositores, el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa (APB Súmate, 8,8% ), el senador Rodrigo Paz Pereira (Partido Demócrata Cristiano, 6,4% ) y el alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández (Fuerza del Pueblo, 3,8% ). Recién en séptimo lugar se ubica el exministro de Gobierno Eduardo del Castillo (1,4%), quien asumió la candidatura del oficialista MAS tras la renuncia del Presidente Arce a buscar la reelección y hoy solo parece competir para intentar salvar la personería jurídica del partido, que se perdería si no consigue 3% de los votos. "Existe una fatiga ciudadana con el gobierno del MAS y con Evo Morales, y la gente está enviando señales de que quiere una renovación en la gestión política, con nuevos rostros y un nuevo ritmo", dice el analista político Carlos Cordero, académico de la Universidad Católica Boliviana, al comentar el "sorpresivo" escenario político a un mes de las elecciones, en el que son dos las candidaturas opositoras que disputan su paso al balotaje, que se realiza si ninguno de los aspirantes consigue el 50% más uno de los votos o más del 40% con una diferencia de diez puntos respecto al segundo. "Lo que estamos viendo ahora es que sí podría haber una segunda vuelta con dos candidaturas opositoras. Ahora, si Andrónico logra desplazar al segundo lugar, ya lo veremos", señala. Acuerdo fallido de unidad opositora La dispersión del voto opositor es un riesgo.
En diciembre del año pasado los principales partidos de la oposición formaron el llamado Bloque de la Unidad de la Oposición Democrática, que tenía como referentes los liderazgos de Doria Medina, Quiroga, el también expresidente Carlos Mesa y al exgobernador encarcelado Luis Fernando Camacho, con el objetivo de elegir un candidato para enfrentar al MAS.
Se suponía que la carta de esa inédita alianza sería nominada a través de encuestas internas; sin embargo, a solo horas de conocerse los resultados, Quiroga denunció una "emboscada" y una "violación sistemática de los acuerdos" por parte de Doria Medina para "autoproclamarse", y se salió del pacto para anunciar que su propia candidatura era "irreversible". "Cada líder se cree el único, prioriza el interés personal y no el interés común. Lo mismo ha pasado muchos años en Venezuela, hasta que María Corina Machado logró unificar a la oposición. Esa sensatez no llegó aún a la oposición boliviana, por eso Doria Medina y Quiroga van por su lado", comenta el analista político Carlos Toranzo. Ambos llevan mucho tiempo intentándolo.
Doria Medina es uno de los empresarios más ricos de Bolivia, fue dueño de la principal cementera del país y es propietario de la franquicia Burger King, y como líder del partido Unidad Nacional ya ha sido candidato en cuatro ocasiones: en 2005,2009 y 2014 compitió contra Evo Morales, y en 2020 fue compañero de fórmula de la expresidenta Jeanine Áñez. "Yo conozco la ruta para salir de la crisis, soy un empresario con experiencia", es el mensaje central del dirigente, quien ha presentado en su campaña "El plan 100 días, carajo", con propuestas de shock para reducir en ese plazo los gastos del Estado, frenar la inflación y enfrentar la escasez de dólares y combustible en el país.
Quiroga, por su parte, fue el vicepresidente más joven en la historia de Bolivia, con 37 años, en el gobierno de Hugo Bánzer, y tras la renuncia del mandatario por enfermedad, en 2001 "Tuto" se convirtió en Presidente y ejerció durante 12 meses.
Desde entonces ha intentado volver al poder, con candidaturas en 2005,2014 y una frustrada campaña en 2020. "Voy a cumplir con el rol histórico que pesa sobre mis hombros", ha dicho, sobre sus razones para ser nuevamente candidato.
Entre la desconfianza y Andrónico Rodríguez Aunque Doria Medina y Quiroga son más similares de lo que reconocen, Cordero destaca que existe "desconfianza mutua" entre ambos dirigentes y, además, que "en la cultura política boliviana la unidad suele construirse en torno a uno mismo; es muy difícil formar una unidad en función del adversario". Y en un momento de debilidad del MAS, ambos creen ser lo que se necesita. "Tuto siempre fue un opositor claro al MAS, mientras que Doria Medina ha sido más ambiguo, ha intentado ser más conciliador. Tal vez eso influya: algunos electores prefieren a alguien claramente opositor; otros, tal vez, a alguien más moderado", sostiene el experto.
A un mes de las elecciones del 17 de agosto en Bolivia: Oposición es favorita para las presidenciales, pero su división podría diluir su ventaja JEAN PALOU EGOAGUIRRE Los candidatos opositores Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga --que no lograron acordar un bloque común-figuran primero y segundo en las encuestas, pero expertos advierten que todavía podría despegar la apuesta del izquierdista Andrónico Rodríguez.
El problema para ambos es la posible irrupción de Andrónico Rodríguez, quien ha entrado tarde a la campaña, primero porque estaba vinculado al oficialismo y luego por sus dificultades para inscribir su candidatura por fuera del MAS. "Todavía no comenzó la verdadera campaña de Andrónico", advierte Carlos Toranzo. "En las elecciones pasadas el MAS tenía entre 50 y 60% de apoyo. Parece que ese caudal de votos bajará, la gente está cansada de la crisis económica y de la corrupción. Pero en las encuestas hay entre 25 y 28% de indecisos, muchos `no sabe' y `no responde'. Y en Bolivia se ha probado que el voto oculto es de los sectores populares. Andrónico podría superar el 30% y acercarse al 35%. Pero si rebasa el 40%, gana la elección en primera vuelta. Y si no logra más del 40%, en el balotaje la oposición tiene las de ganar". n El factor Andrónico Rodríguez JORGE "TUTO" QUIROGA marcha segundo en los sondeos presidenciales. EFE.