CARTAS: El declive de Lastarria
CARTAS: El declive de Lastarria Señor Director: Antes de 2019, el barrio Lastarria era un referente cultural, gastronómico y patrimonial, uno de los más valiosos de Santiago. Pasear por sus calles, visitar un centro cultural o comer en alguno de sus restaurantes era una experiencia única, propia de uno de los mejores sectores de la ciudad. Ayer decidí darle una nueva oportunidad y fui al cine Biógrafo. Compré las entradas con anticipación, venta solo presencial, para asegurar una buena ubicación.
Ya el simple acto de elegir los asientos en el tablero y recibir esos clásicos rollitos de papel que identifican cada butaca, fue un pequeño regalo, cargado de nostalgia por un tiempo más pausado y humano. La película y el cine estuvieron perfectos: una sala pequeña, con ese encanto vintage que invita a quedarse. Pero al salir, mientras caminábamos por Lastarria hacia Merced, todo se vino abajo.
Eran las ocho de la tarde de un sábado de agosto 2025 y el barrio estaba desbordado por el comercio ambulante: mantas en las veredas con ropa, venta de productos con marihuana, música estridente tratando de captar la atención. Restaurantes emblemáticos han cerrado, y da miedo pensar que los hoteles sigan el mismo camino.
Ayer, los vendedores informales bloqueaban incluso la entrada del Hotel Cumbres. ¿Cómo es posible que un grupo de comerciantes informales pueda deteriorar tanto un barrio entero, afectando al comercio establecido, al turismo, a la economía local? ¿ Cómo es posible que las autoridades sean incapaces de controlar esta situación y permitan que un barrio tan emblemático de Santiago se desplome ante nuestros ojos? MARTA RÍOS Diseñadora gráfica.