“El uso eficiente del agua, es una de las soluciones más económicas”
“El uso eficiente del agua, es una de las soluciones más económicas” ULRIKE BROSCHECK, DIRECTORA DE ESCENARIOS HÍDRICOS 2030 EL DÍA Ulrike Broschek, directora de Escenarios Hídricos 2030, participó como moderadora del sexto Encuentro Nacional de Vinculación Social (ENVIS 2025), que tuvo su foco en el desafío de la escasez hídrica y que se desarrolló hace unos días en La Serena y La Higuera. La experta explica que Escenarios Hídricos 2030 (EH2030) ha centrado su labor en alcanzar la seguridad hídrica a nivel nacional, proponiendo vías como la gestión integrada de cuencas. En este punto, se destaca el logro de haber conformado el primer Organismo de Cuenca del país, con el liderazgo del Gobierno Regional Metropolitano, que constituye un ejemplo a replicar en otras regiones/cuencas.
En el caso específico de la Región de Coquimbo, EH2030 ha desarrollado proyectos de tratamiento y reúso de aguas residuales en comunidades rurales, contribuyendo a aumentar la disponibilidad del recurso hídrico. ¿Cuáles considera que son las principales causas de la crisis hídrica en Chile y cómo se reflejan estas en la Región de Coquimbo? "Diría que hay dos factores muy relevantes que generan este problema.
Uno es el efecto antrópico del sistema de gestión que tenemos respecto a los usos, la distribución del agua, la eficiencia en el uso y el uso sostenible del agua, que básicamente con el desarrollo económico y productivo ha aumentado significativamente en los últimos años. En las últimas décadas, la demanda de agua ha crecido considerablemente para abordar las distintas actividades productivas. Al mismo tiempo, en los últimos 15 años nos ha afectado fuertemente la baja y la reducción de precipitaciones en todo el país, producto del cambio climático.
Esta disminución de las precipitaciones se ha intensificado, lo que ha creado una situación en la que, por un lado, tenemos un aumento en la demanda de agua y, por otro, está llegando menos agua natural a nuestros territorios.
Estos son los dos factores principales causantes de la escasez de agua". ¿Lo mismo pasa en la Región de Coquimbo? "Sí, lo mismo ocurre en Coquimbo, es una región con una fuerte vocación minera y agrícola, que ha crecido en las últimas décadas y, por lo tanto, también ha demandado recursos hídricos. La agricultura, la producción de alimentos, requiere un gran consumo de agua. Tenemos distintas ciudades que han ido creciendo con aumentos de población, lo que ha llevado al aumento de la demanda. Coquimbo es una de las regiones más afectadas por el déficit de precipitaciones producto del cambio climático. Dentro de la gestión del uso del agua, está la gobernanza, la gestión, la coordinación para la planificación, y la información para la toma de decisiones. Ahí tenemos problemas a nivel nacional en cómo nos coordinamos, cómo planificamos, qué lineamientos, compromisos y metas nos ponemos para alcanzar la seguridad hídrica y abordar este nuevo contexto.
No hemos logrado adaptarnos a este nuevo contexto porque ha ocurrido en las últimas décadas y no hemos sido lo suficientemente ágiles para adaptar nuestro sistema de gestión, modernizarlo, y hacerlo evolucionar para abordar esta situación de aumento de demanda y disminución de la disponibilidad de agua. " ¿Qué consecuencias inmediatas y a largo plazo observa en las comunidades rurales y sectores productivos debido a la escasez de agua? "En relación a los efectos que esto genera en las comunidades rurales y en las actividades productivas, lo más importante es la pérdida de actividad productiva, la pérdida de pequeña agricultura, que no se sostiene sin agua. El país se va desertificando hacia el sur y se va empobreciendo en cuanto a la diversificación productiva. La agricultura va migrando hacia el sur, se va perdiendo la ruralidad, la gente se va concentrando y migrando a las ciudades en búsqueda de oportunidades y recursos. Estamos abandonando las zonas secas porque no hemos sido capaces de abordar esto y enfrentarlo exitosamente. Esta situación simplemente migra hacia el sur, nuestra productividad baja y se estanca. La agricultura, por ejemplo, es un sector muy afectado que ha ido migrando hacia el sur, y en Coquimbo la pequeña agricultura es prácticamente inexistente y altamente vulnerable.
No puede sostenerse y esto genera pérdida de empleo, oportunidades y migración, lo que al final empobrece nuestro desarrollo. " ¿Cuál es el impacto de los sistemas de reúso implementados en comunidades rurales de Coquimbo? "Los impactos de los sistemas de reúso de aguas residuales tratadas en la región de Coquimbo han sido muy positivos y beneficiosos para las comunidades rurales. Es increíble cómo el saneamiento y el reúso para el aprovechamiento productivo, de sostenibilidad y desarrollo económico local han generado impactos significativos. Implementamos seis sistemas de reúso en la región, todos muy exitosos, que constituyen hoy una fuente local de agua para las comunidades, permitiéndoles sostenerse y generar encadenamientos productivos y colaborativos. Diversos sectores colaboran en el uso y aprovechamiento de estas aguas, que normalmente se descargan sin tratamiento adecuado, y ahora representan una fuente de agua que genera empleo. Esto ha generado empleo, mayor productividad local, y ha ayudado a sostener comunidades rurales, evitando que migren y desaparezcan. Además, ha mejorado la calidad de vida de las comunidades, ya que el mal saneamiento de las aguas residuales conlleva problemas de malestar, olores y vectores de contaminación riesgosos para la salud y el bienestar.
Tratar estas aguas adecuadamente para su reúso es clave". ¿Cómo pueden los sectores productivos, como la minería y la agricultura, ajustar su consumo de agua para contribuir a la sostenibilidad hídrica? "La gestión de la demanda de agua, es decir, el uso eficiente del agua, es una de las soluciones más económicas. Siempre nos hemos concentrado en aumentar la oferta de agua, pensando en grandes carreteras hídricas, trasvases de agua, profundización de pozos o desalación, pero estas son soluciones caras y no siempre sostenibles. La eficiencia en el uso del agua, a través de nuevas tecnologías, puede ahorrar mucha agua y sostener las actividades productivas haciéndolas sostenibles en mercados internacionales por su buen consumo de agua. Transformarlos en referentes por su uso responsable mantiene su licencia social para operar y modernizarlos.
La eficiencia en el uso del agua, la obtención del certificado azul, la medición de la huella, evaluación y gestión de la huella hídrica de cada proceso, a través del certificado azul, son estándares que se han desarrollado y ayudan a las empresas y sectores productivos a evaluar su consumo de agua, corregirlo, adoptar tecnologías y mejores prácticas.
Esto no solo sostiene sus propios procesos productivos en el tiempo, mejorando sus procesos y siendo referentes en el uso adecuado del agua, sino también beneficia a las comunidades con las que conviven y mantienen su licencia social para operar". La experta afirma que en el último tiempo siempre se ha apuntado en aumentar la oferta de agua, pensando en grandes carreteras hídricas, trasvases de agua, profundización de pozos o desalación, pero estas son soluciones caras y no siempre sostenibles. LIONEL VARELA Á. La Serena.