Autor: Juan Olivares Meza cronicalidersanantonio.cl
Magistrado que creció en el cerro Placilla preside la Corte de Apelaciones de Valparaiso
Magistrado que creció en el cerro Placilla preside la Corte de Apelaciones de Valparaiso CEDIDASn medio de una agi-bajo el ministro Vi-cente Hormazábal Abar-zúa recibió en su despacho, con evidente calidez, la videollamada de Diario El Líder para concretar es-ta entrevista.
A sus 63 años, este sa-nantonino de corazón y jurista de profesión acaba de asumir uno de los cargos más importantes al que puede aspirar un abogado como es la presidencia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
Con una carrera judicial que comenzó en 1989 y quelo ha llevado por distintos tribunales del país, Hormazábal no olvida susraíces en el barrio QuintaPlacilla, de San Antonio, donde pasó su infancia y forjó los valores que hoy guían su labor.
“Aunque por una cir-cunstancia fortuita nacíenLas Condes, en el hospi-tal de la Fuerza Aérea, mivida siempre ha estado ligada a San Antonio”, confesó el magistrado, esbozando una sonrisa, recordando al mismo tiempo que estudió en la escuela de Placilla y luego en el liceo Fiscal, donde forjóamistades que perduranhasta hoy. Vicente Jesús Hormazábal Abarzúa no solo es un orgulloso sanantonino, sino también un jurista con una trayectoria destacada. En 2016 la Municipalidad de San Antonio lo reconoció como “Ciudadano Distinguido”. Ese mismo año, mientras se desempeñaba como ministro en la Corte deLos tribunales son esenciales para mantener la paz social. Si no cumpliéramos nuestra función, el desorden sería generalizado. Puede haber errores (... ), pero son mínimos”, juez Vicente Hormazábal pdte. Corte de Ap.
Valparaísono es posible asumir físic mente el exceso de trabajo. -El Poder Judicial suele pere como distante de la a pesar de estar ciudadanía, presente en la vida diaria de las personas. ¿Cómo cree que se puede revertir esa percepción? -Es cierto que muchas veces somos vistos como distantes, pero hemos hecho esfuerzos por ser más transparentes. Los procesos son públicos, las audiencias están registradas en audio y no se pueden borrar. Además, realizamos visitas guiadas, invitamos a colegios y escuelas de derecho para que vean cómo trabajamos. Estamos disponibles para hablar con los medios y explicar nuestro rol. Es importante que la ciudadanía entienda quesomos un pi-ciojudicial.
Su experiencia incluye haber presidido la La Serena en Corte de 2016, un precedente que, aunque en una jurisdicción más pequeña, le ha dado herramientas para asumir este nuevo desafío en su carrera. -Lajusticia genera expectativas en la ciudadanía y siempre hay quienes no quedan conformes con las decisiones de los tribunales. ¿Cómo enfrenta esa realidad? -Es parte de nuestro trabajo. Los ministros no solo integramos la sala y resolvemos causas, sino que también supervisamos procesos, controlamos estadísticas y gestionamos el funcionamiento de los juzgados. La pandemia generó un estancamiento, y ahora estamos trabajando para ponernos al día. Aveces, debemos salirnos de los plazos legales porquelar fundamental para la paz social y la seguridad jurídica. “Finalmente, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a la opinión pública a través de esta entrevista? -A la gente yo le pediría comprensión. Estamos haciendo el mayor esfuerzo para cumplir con nuestra misión. Los tribunales son esenciales para mantener la paz social. Si no cumpliéramos nuestra función, el desorden sería generalizado. Como actividad humana, la justicia puede cometer errores, peroen el Poder Judicial esos errores son mínimos. Confío en que, con transparencia y diálogo, podremos seguir construyendo una sociedad más justa. Con una voz serena perofirme, recalca que, aunque la justicia es una actividad humana y puede cometer errores, en el Poder Judicial esos errores no son la regla. Es que Vicente Hormazábal Abarzúa no solo es un jurista experimentado, sino también un sanantonino que lleva consigo los valores de su tierra. Desde Quinta Placilla hasta la presidencia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, su historia es un testimonio de compromiso, memoria y servicio a la comunidad. En sus manos, la justicia regional tiene ahora un hombre con credenciales de humanidad y cercanía con las personas. Aunque por una circunstancia fortuita nací en Las Condes, en el hospital de la Fuerza Aérea, y mi carnet dice Las Condes, mi vida siempre ha estado ligada a San Antonio”, juez Vicente Hormazábal pate. Corte de Ap. de Valparaísorededor de 120 causas”, relata.
Aunque las investigaciones sobre los crímenes cometidos en San Antonio durante la dictadura no están bajo su jurisdicción (corresponden a la Corte de Apelaciones de San Miguel por la antigua distribución de las causas judiciales), conoce los antecedentes referenciales y reconoce la sensibilidad que despiertan en la comunidad local los casos relacionados con el Sitio de Memoria de Santo Domingo y el regimiento de Tejas Verdes. Ahora, como presidente de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, el magistrado Vicente Hormazábal enfrenta nuevos desafíos.
“Creo contar con las aptitudes para desarrollar este cargo”, afirma con humildad, respaldado por casi cuatro décadas de servi-Apelaciones de La Serena, fue reconocido como “El juez de la memoria” por suarduo trabajo en causas de violaciones a los Derechos Humanos de todo el norte chileno. “Me tocó condenar a más de 30 personas en al-. Ministro Vicente Hormazábal asumió la presidencia del tribunal más importante de la región. EL JUEZ VICENTE HORMAZABAL (IZQUIERDA) ASUMIÓ COMO PRESIDENTE DE LA CORTE DE APELACIONES. EL MAGISTRADO SANANTONINO EN LA TESTERA DE LA CORTE.