Editorial: Gestión gubernamental y la evaluación de la comunidad
Editorial: Gestión gubernamental y la evaluación de la comunidad Editorial En cualquier democracia, el control social es un mecanismo fundamental para poder vigilar que las medidas y políticas que el Gobierno impulsa, se cumplan y generen los efectos que la ciudadanía demanda.
Por lo mismo, la gestión del Gobierno seguirá en permanente evaluación y es bueno que ello ocurra porque cualquier administración está sujeta al escrutinio ciudadano, algo que por cierto le hace muy bien a la democracia. Y la gente se pregunta a diario cómo lograr un mayor nivel de desarrollo en esta región apartada y en evidente rezago respecto al resto del país.
Una inquietud que lleva años planteándose desde la ciudadanía y que puede tener muchas respuestas, dependiendo del enfoque que se le dé, pero si observamos las dificultades que presenta el territorio y los problemas que percibe la gente, bien podríamos concluir que la opinión generalizada de las personas es que en Aysén falta mucho por hacer en aspectos estratégicos como conectividad, turismo y fomento productivo en general. Se trata entonces de un desafío tremendo que los últimos 5 gobiernos no han podido resolver, ya que solo se han implementado soluciones parciales.
Hay expertos en desarrollo de territorios extremos que abogan por medidas y acciones más efectivas y concretas, otros por mejorar las distintas políticas públicas que se focalizan en esta zona, pero la inquietud más permanente y transversal, compartida unánimemente, es solicitar al gobierno de turno, políticas de Estado con sello regional, más robustas y permanentes. Nadie desconoce que existen en la zona numerosas demandas no resueltas que siguen generando una sensación de insatisfacción.
Por ello se hace tremendamente necesario sumar voluntades y planificar con consenso y seriedad, una propuesta amplia e integradora, y poniendo en valor la unidad regional como uno de los pilares fundamentales para alcanzar las metas que tanto anhelamos. Hoy, todas las demandas que por años hemos tenido como prioritarias, pueden lograrse en la medida que exista una sola voz, una sola gran meta regional. Sabemos que todo gobierno desea y promete establecer nuevas políticas para la descentralización administrativa del país, pero el propósito siempre es más pequeño que el anhelo regional. Esta administración debe asumir y reconocer que Aysén necesita mucho más que eso para poder desarrollarse al menos en igualdad de condiciones con otros territorios. Incluso más que un plan de zonas extremas. Se requiere de reconocimiento de Estado, es decir, que más allá de la tendencia ideológica de la administración de turno, las cosas se hagan.
No debemos desconocer que las expectativas ciudadanas son un indicador del sentir popular, y para el Gobierno obtener mayores estándares de credibilidad y de confianza ciudadana, son objetivos fundamentales, más en este año electoral donde hay muchas cosas en juego..