Autor: Juan Olivares Meza sonicaPlidersanantoniad
Con senderos de inclusión el Cristo de Maipo se convirtió en una sala de clases
Con senderos de inclusión el Cristo de Maipo se convirtió en una sala de clases cuidado del cuerpo también se nutre con gestos. “Creemos que una alimentación saludable y la buena hidratación deben ser hábitos desde la escuey que deben complela, 'mentarse con la actividad física, se hace al aire libre.
Pero que queríamos mostrarles a que, si todos caminamos sobre todo cuando más importante aún, es estudiantes nuestros juntos, ningún está lugar vetado para ellos”, explicó el profesor Gutiérrez. quizá, es el mayor nsaje dela jornada: que cada parque, cerro, sendero o plaza de la comuna debe estar pensado también para quienes ven el desde otras formas mundo desde aprendizaje, de otros ritmos, desde otras capacidades.
La inclusión se vive en movimiento, y pocas veces se ve con tanta claridad como cuando veinte jóvenes suben un Cerro, acompaados de sus profesores. las nueve de riendo, sudando y descubriendo en cada piedra una nueva posibilidad. Porque cuando la educación especial sale al aire bre, seconvierteen una escuela para todos. La jornada duró poco más de tres horas, desde la mañana hasta el mediodía, "más que piernas cansadas: y dejó dejó el corazón lleno.
Como dice el viejo proverbio: acompaña“quien camina do, llega más lejos”. Y es: tos jóvenes, sin duda, van lejos. diantes de entre 13 y21 hondo y darse añosfueron subiendo cada estación cuenta de más allá del esfuerzo, que, del cerrocomo estaban construyendomemoria. si se tratara de un rito personal. Acompañados por A entusiasmo En la cima, los esperaba y el calor con hidratación una modesta pero simbólifrutas, cefue una oportunidad para reales, agua fresca y palasus docentes, vencieron el cansancio con responsable. Cada pausa ca convivencia: admirar la vista, respirar bras de aliento.
Porque el OS esde las primeras luces del día, cua duda doelsol aún si quedarse o esconderse tras la vaguada costera del litoral, veinte estudiantes dela escuela especial Nueva Vida Elim de Bellavista comenzaron un recorrido que no sólo desafiaría su cuerpo, sino que también dejaría huella en su espíriPorque subir el cerro tu.
Cristo del Maipo no fue sólo para este grupo una mefue ra actividad física, también un acto de presencia, una declaración PROFESORES ACARCO DE ESTA lenciosa que dice “aquí estamos” y “este también es nuestro lugar” La actividad, liderada por los profesores Ingrid Handy, Evelyn Palominos, Fernanda Núñez y Roberto se enmarcó en Gutiérrez, el Mes de la Actividad Hísiy tuvo coca y el Deporte, mo epicentro una caminata desde la base del cerro tudiantes hicieran ejer cio en contacto con la turaleza, que salieran del aula y ocuparan los espa cios que son de todos”, coel mentó a Diario El Líder Cristo del Maipo hasta su ¡ cónica cima, con vista pri vilegiada hacia la desemMaipo, bocadura del río entre San Antonio y Santo Domingo, donde perdura ese abrazo interminable entre el río y el mar. bonitos, naturales, accesibles. Este cerro nos regal no sólo una vista maravillosa, sino también una oportunidad de conviven: real y de aprendizaje cia, dijo con entusiasmo el docente. En una de integración”, cara: vana de pasos decididos y los Y así fue. estuacompañados, profesor Roberto Gutiéxrez, uno de los impulso res de la iniciativa. “Recorrimos lugares EXPERIENCIA COMPARADA Anivelinternacional, experiencias similares han demostrado irelibre nosólo mejora la saludfisica y al que el aprendizaje emocional de niños y jóvenes con discapacidad, sino quetambién aumenta su motivación y participación escolar. En países como Noruega, Canadá y Australia, diversos programas han integrado la naturaleza como recurso pedagógico dave.
Por ejemplo, en Oslo, el proyecto Friluftslv (vida al aire libre), pro y exploración de mueve caminatas, actividades deportivas bosques como parte del currículo de escuelas especiales, con resultados en el desarrollo de habilidades motoras y sociales.. Estudiantes de la escuela especial Nueva Vida Elim conquistaron a pie las alturas del cerro Cristo de Maipo. EXPERIENCIA EDUCATIVA. “Queríamos que los es-