La historia del chupacabras y el Senador Carlos Cantero
La historia del chupacabras y el Senador Carlos Cantero BERNARDO MUÑOZ AGUILAR Dr. en Antropología Social Cuando entré el año 1976 a estudiar Pedagogía en historia, geografía y educación cívica en la Universidad Universidad Católica del Norte de Antofagasta, en plena dictadura había un centro de estudiantes universitario universitario de facto que era dirigido por Carlos Cantero, en la época un estudiante de la carrera de geografía. geografía. Al tiempo después Carlos también sería nombrado nombrado a dedo como alcalde de Pueblo Hundido. Conversamos poco con Carlos, pero recuerdo que cuando era presidente del centro de estudiantes hablamos de una forma muy afable donde en la época funcionaba la central de estudiantes. Yo terminé mi carrera y me fui al exilio. Cuando regresé regresé a trabajar como Dr. En antropología en la CEPAL, me informé de que Carlos Cantero ya tenía una carrera política avanzada. Era diputado por la provincia de Calama y posteriormente accedió al cargo de senador por la región de Antofagasta. Yo al volver del exilio venía con una irreductible irreductible convicción de que no podía ser amigo o conocido de gente de derecha. Para mí todos eran fascistas.
La realidad chilena pronto me hizo reaccionar y abrir mi mente a personas que por sus ideas y solo por sus ideas no podían podían ser nefastas, ya que ocurriría lo mismo que pasó con la dictadura militar y la gente de derecha que la apoyó y que resultaría en todos los muertos, torturados, desaparecidos y exiliados exiliados que produjo una verdadera diáspora chilena. No sé quién contactó a quien, pero luego pudimos pudimos conversar.
Carlos era una persona muy inteligente y yo era funcionario internacional además de ser doctor en antropología recién llegado al país y era siendo invitado a distintos eventos, produciendo artículos en la CEPAL tales tales como el etnodesarrollo de cara al siglo XXI. Por algún motivo Carlos me citó en el edificio del ex parlamento en Santiago y quedamos en que yo le podía ayudar en algunas materias. Grande fue la sorpresa cuando fueron invitados invitados en el mismo edificio algunos funcionarios del ILPES de las Naciones Unidas. Recuerdo que uno de estos era un demócrata cristiano, además, de apellido Lira, quien buscando menoscabarme menoscabarme le preguntó a Carlos sobre en que lo podía yo asesorar. No nos dejamos amilanar amilanar y expusimos que a pesar de tener distintas distintas tendencias políticas podíamos colaborar mutuamente en materias de interés para el país. De hecho, la asesoría era ad-honorem. Por alguna extraña razón un día Carlos dio a conocer conocer que había aparecido en Chile el chupacabras; esto causó extrañeza e hilaridad, además de preocupación. Nadie sabía lo que era un chupacabras chupacabras y todo el país comentaba el hecho. Unos decían que era un pájaro, otros que era como un lobo, que se comía a las gallinas o a las ovejas. Nadie lo había visto pero se ensayaban algunas imágenes del ya famoso chupacabras. Nadie lo vio nunca, nadie cazó un chupacabras, pero Carlos Carlos se anotó un adendum noticioso a su palmarés. Un tiempo después y acompañando sus estudios de doctorado, Cantero dejó la política y se dedicó a las ciencias para el desarrollo de Chile. Muchas veces me agradeció a través de las redes sociales, a través de las redes sociales mis conceptos hacia sus actuales preocupaciones científico-sociales. Nunca más vi a Carlos Cantero y espero que nuevas convocatorias de la vida nos unan en el plano humano, científico, cultural y social. social. Carlos ahora escribe y publica poesías relativas al desierto y los andes en las redes redes sociales desde su querida Antofagasta.
De cualquier forma, al chupacabras nunca nadie lo vio, pero este se inscribió dentro de las historias historias de los mitos urbanos actuales de Chile y una gran fabula de la cual Carlos nos hizo alegres participes. La historia del cbupacabras u el Senador Carlos Cantero.