Autor: GERARDO INFANTE RIBA Arquitecto
Peligro en el museo
Señor Director: La escalofriante columna de Elena Irarrázabal del día de ayer, donde relata el discurso de bienvenida de una persona que trabaja en el Museo de Bellas Artes a un grupo de estudiantes, pone en evidencia una realidad peligrosa que ocurre de forma solapada ante nuestras narices: la corrupción de la cultura de los jóvenes por medio de argumentos retorcidos por un sesgo ideológico.
Calificar livianamente al Museo Nacional de Bellas Artes y su arquitectura, de la que debiéramos tener un sano orgullo cívico, bajo la etiqueta de "racista, clasista y machista” es injusto, arbitrario y no contribuye en nada a cuidar nuestra cultura cívica, cohesión social y patrimonio arquitectónico y artístico. Se hace urgente una revisión de los equipos que dirigen y coordinan a las instituciones culturales del Estado. No es posible que se permita de manera impune esta infiltración de ideologías cancelatorias dentro de los espacios que debieran ser refugios de paz para los ciudadanos. Es un abuso inaceptable.