Editorial: Las lecciones del tsunami ruso
Editorial: Las lecciones del tsunami ruso A unque los cientos de miles de personas evacuadas desde el borde costero, las alertas SAE anunciadas por celulares, las reuniones de emergencia a nivel regional y nacional, el patrullaje intenso de Carabineros y la Armada, las medidas adoptadas por los puertos y caletas, más la proliferación de opiniones de expertos en todos los medios de comunicación, pueden dar la impresión de que el país está totalmente preparado para enfrentar una emergencia de tsunami, lo cierto es que todos estos procedimientos ocurrieron en un lapso de tiempo inusualmente ideal para enfrentar un hecho de estas características.
Es verdad que todas las acciones desarrolladas por la autoridad siguieron los tiempos y fases establecidos en los nuevos protocolos desarrollados tras el terremoto y tsunami de 2010, reforzados tras el tsunami provocado por el terremoto de Japón, al año siguiente, y vueltos a revisar una vez que se materializo la transformación de Onemi en Senapred. Sin embargo, resulta importante equilibrar cualquier balance positivo con un diagnóstico de las preocupantes brechas de seguridad que persisten en las políticas de emergencia nacional.
Una radiografía descarnada de este ámbito permitirá mejorar la reacción ante una emergencia más desafiante, como aquella que hace años anticipan los investigadores cuando hablan de la energía acumulada en las fallas sísmicas de la zona central.
En esa línea, resulta indispensable saber en qué estado se encuentran las cinco boyas DART que pueden hacer monitoreo de las olas originadas en terremotos y son indispensables para evaluar riesgos inminentes en las costas chilenas. También es importante ajustar algunas vias de evacuación que avanzan paralelas a zonas inundables, lo que representa un serio peligro cuando las emergencias se desatan en pocos minutos. A ello, la autoridad debe sumar procesos de educación más intensivos que los realizados hasta ahora.
Con un simulacro cada varios años no se cumplen los requerimientos mínimos para que la población sepa reaccionar en todo momento y lugar a un próximo tren de olas en nuestras cosas. ¿ Qué pasará el dia que toque esta emergencia en pleno verano, con las playas llenas de turistas?. Los masivos operativos deben dar paso a una reflexión balanceada sobre qué falta aún por mejorar ante estas emergencias. E Editorial