Tripulante de cabina se enamoró del turno que sus colegas odian
Tripulante de cabina se enamoró del turno que sus colegas odian DAVID VELÁSQUEZ ex ex ex ex ex "No dormir en la noche no es lo ideal, pero uno se acostumbra" dice Paulina Calcagno, tripulante de cabina y autora de libros para niños. niños. niños. "Los vuelos salen de noche y eso me da más estructura", explica Paulina Calcagno Tripulante de cabina se enamoró del turno que sus colegas odian WWiLHem KRAUSE WWiLHem KRAUSE les causas de deserción entre los tripulantes de cabina son los horarios irregulares, las jornadas extensas y los cambios constantes de rutina.
Según un informe sobre condiciones laborales en el transporte aéreo encargado por la Comisión Europea, casi un tercio de los trabajadores del sector considera abandonar su empleo debido a la fatiga y a la dificultad para compatibilizar vida personal (https://goo.su/3swEG). Paulina Calcagno Lúer, 34 años, conoce bien ese escenario: relacionadora pública, es madre de mellizos, autora de la serie de libros "Mi mamá es" y trabaja como tripulante de cabina desde hace casi una década. A diferencia de muchas colegas que no logran adaptarse, ella disfruta los vuelos nocturnos.
Para ella, que trabaja en rutas internacionales, los turnos se volvieron parte de una rutina que la ayuda a organizarse: "Puede sonar desordenado, pero es solo un patrón distinto de sueño, nada más". El estudio europeo apunta que una E: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaE: la industria aérea, las principaEn aviación, los horarios inestables son una de las principales razones por las que muchos abandonan la la gran parte de los tripulantes abandona la profesión antes de los tres años, precisamente por no soportar los ritmos laborales. "Yo estuve dos años en vuelos nacionales y no me acomodaba nada. Un día entraba a las 3 AM y al siguiente a las 7 PM. Por eso me cambié a Internacional: la mayoría de los vuelos salen de noche y eso me da más estructura", cuenta.
Hoy, con sus hijos por cumplir cinco años, puede pasar varios días consecutivos junto a ellos gracias a esos mismos turnos que muchas veces son rechazados por otros. "Llego de un vuelo, cuelgo mi uniforme y chao hasta el otro. Ese tiempo entre vuelos es tiempo mío". ¿Le costó adaptarse al horario? "Sí, al principio igual fue raro, porque es un horario que no le gusta a nadie. Volar de noche, llegar de madrugada, estar despierta cuando todos duermen.
Pero después me fui acostumbrando y ahora ya tengo un patrón: me sirve un montón para organizarme con los niños, con la casa, con mis proyectos". ¿Puede elegir los vuelos? "Mira, tenemos un sistema donde tú puedes poner cinco preferencias; por ejemplo, pedir libre el 10 de julio con 100% de prioridad, y luego los destinos alos que te gustaría volar. No siempre te los dan: a veces te toca uno, a veces tienes suerte y te dan más.
Todos los meses son distintos, nunca se repiten". ¿Y siempre le gustaron estos horarios? "Obvio que a veces me complica, no dormir en la noche no es lo ideal, pero uno se acostumbra y me permite hacer muchas cosas más allá de ser tripulante: estar con los niños, con mi marido y emprender, que fue lo que me motivó a hacer mis libros.". ¿Dónde se aprende? Aunque en Chile existen institutos que dictan cursos para ser tripulante de cabina, Paulina Calcagno cree que no son necesarios, ya que las propias aerolíneas imparten sus programas de formación, adaptados a sus aviones, procedimientos y rutas específicas. Estas capacitaciones son intensivas, duran alrededor de dos meses y exigen un compromiso total: jornadas completas de clases, exámenes frecuentes y la presión constante de aprobar cada etapa. "Respirabas aviación", recuerda. Ninguna academia externa garantiza un contrato de trabajo ni reemplaza el requisito más importante: aprobar la evaluación final ante la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), única entidad que entrega la licencia de vuelo. Carolina Vargas, también tripulante, lo resume así: "Nunca va a ser necesario pasar por una academia, porque finalmente cuando uno postula a una aerolínea es como cualquier otro trabajo.
Si te seleccionan, recién ahí haces un curso intensivo donde te enseñan todo lo que necesitas para volar en ese tipo de avión". Marion Tapia, tripulante de cabina, cuenta que esos cursos son bastante exigentes. "Es un poco estresante, ya que te pasan la materia en tiempos acotados; al terminarla tienes la prueba y si te va mal te puedes ir a la casa. No es que puedas repetirlo mil veces si te equivocas" En Sky desde 2024 tienen su Academia de Servicio a Bordo. "Formamos a futuras tripulaciones, con o sin experiencia previa. Buscamos personas con vocación por el servicio, buen nivel de inglés y pasión por volar. El curso dura dos meses y egresan, en promedio, 18 personas por grupo. Aunque hoy no tenemos procesos abiertos, suelen activarse hacia el tercer trimestre. Recomendamos seguir nuestra cuenta oficial de LinkedIn", detalla Andrea Scarano, gerenta senior de personas de la aerolínea..