Deserción
Señor Director, Culmina otro año escolar, el tercero tras el fin de la pandemia, y todavía no podemos afirmar que las trayectorias educativas comprometidas se hayan recuperado. A septiembre de este año, más de 848 mil alumnos tuvieron inasistencia crítica y 47.509 jóvenes habían abandonado sus estudios. La principal política para resolver este problema son los equipos territoriales, encargados de fomentar la asistencia y la permanencia de los alumnos en el sistema mediante visitas a terreno e interacciones con las comunidades. Lamentablemente, los recursos de esta iniciativa son acotados: a septiembre de 2024, el monto por alumno invertido en esta área fue de apenas $4.268 pesos.
Más preocupante aún, el Presupuesto de 2025 contempla recortes en estos fondos por más de $2 mil millones de pesos, una caída del 15,8 %. Tristemente, la prioridad en educación hoy día es otra: la educación superior, que contempla incrementos en su presupuesto de más de 308 mil millones de pesos en 2025. ¿De qué sirve seguir inyectando recursos al nivel superior si quienes accederán a este en el futuro arrastran brechas formativas heredadas de su educación escolar? Agustín Foxley B. Acción Educar