La Araucanía reescribe su mapa frutícola: del manzano al avellano europeo
La Araucanía reescribe su mapa frutícola: del manzano al avellano europeo especial La Araucanía reescribe su mapa frutícola: del manzano al avellano europeo del manzano al avellano europeo nla primera década del siglo XXI la fruticultura regional se reducía prácticomente a manzanos tardíos en la terraza cálida de AngolRenaico y arándanos pioneros en Loncoche. Hoy, apenas veinte años después, el paisaje ha cambiado de forma sustantiva.
En tan solo dos décadas, La Araucanía ha vivido un sostenido proceso de transformación frutícola, sin precedentes, multiplicando por cuatro su superficie plantada y posicionándose como un actor relevante en el circuito agroexportador del sur de Chile. El Catastro CIREN 2022 registra 15 810 hectáreas plantadas -cuatro veces la superficie de 2006-y consagra al avellano europeo como la nueva especie emblema con 8.438 hectáreas.
El salto no fue casual: detrás hay esfuerzo y visión de parte de productores innovadores, esfuerzos públicos y privados, inversiones sostenidas en riego presurizado, desarrollo de paquetes tecnológicos, e innovación, y la necesidad de recomponer la oferta frutícola tradicional de la zona central, desplazándola hacia zonas con mayor disponibilidad hídrica y suelos volcánicos profundos. Entre 2006 y 2012, el arándano duplicó su superficie y abrió una ventana exportadora entre enero y marzo, con precios que impulsaron con fuerza el desarrollo del rubro.
Hoy, con precios más bajos y nuevos competidores, la inversión se orienta hacia el muy interesante mercado de congelado IQF y, en el caso del mercado en fresco, ala espera de la validación y consolidación de nuevas variedades altamente productivas, con excelente calidad y condición en destino, que actualmente se investigan. Este avance se acompañará de la mano de la innovación tecnológica en el sistema de cultivo, mayor densificoción de los huertos, uso de macetas en sustratos y sistemas de protección, bajo esquemas altamente intensivos.
Entre 2012 y 2016 el avellano tomó la posta: pasó de 1 200 a 4 434 hectáreas y mostró que un cul tivo completamente mecanizado podía sostener márgenes atractivos En solo dos décadas, La Araucanía ha cuadruplicado su superficie frutal y ha consolidado un modelo innovador de diversificación agrícola, donde el avellano europeo, los berries y las vides de clima frío impulsan una nueva identidad productiva para la región. en predios medianos.
Desde 2016 hasta hoy la región ha sumado cerca de 700 hectáreas frutales cada año; dostercios coresponden al avellano, el arándano se estabiliza en torno a 1.900 hectáreas y las vides de clima frío --Pino! Noir y Chardonnayganan terreno silencioso en las laderas ventiladas de Malleco. Lalectura distrital confirma la diversidad del proceso. Al 2019, el eje Loncoche-Gorbea ya bordea las 3900 hectáreas combinando avellaneros mecanizados con arándanos tardíos y frambuesa en ascenso dado lo excelentes precios de las últimas temporadas. El valle central, entre Temuco y Lautaro, contabiliza 2.554 hectáreas y destaca por la mezcla de avellano, arándano y cerezo protegido, aunque el fraccionamiento predial obli ga a hilar fino para lograr economías de escala. AngolRenaico suma 3770 hectáreas con manzanos y cerezo de alta densidad, pero tensiona el uso del agua frente al cul tivo extensivo de maíz y trigo. La precordillera, con 1.550 hectáreas, perfila un modelo centrado en avellano y cerezo tardía, mientras combate heladas tempranas y lluvia en cosecha. Por último, la costa asoma apenas con 190 hectáreas, aunque abre un nicho prometedor para vides y olivo de clima fresco silla logística y el capital inicial acompa: ñan. Un modelo en expansión y diver sificación Actualmente, el crecimiento se mantiene en torno a las 700 hectáreas anvales. De seguir esa tendencia, la región podría superar las 22,000 ha al año 2030. Aunque el avellanolidera, otras especies se abren paso como el castaño, cerezo y la vid de clima frío (Pinot Noir y Chardonnay] también ganan tefreno. El Catastro de Potencialidad Frutícola elaborado por INIA Carillanca en 2021 evidenció el alto interés de los productores por incursionar en el rubro frufícola y conocer el potencial productivo de sus predios.
El estudio reveló que, entre los 481 predios encuestados con interésen la fruficultura, un 57 %no posee aún frutales establecidos, a pesar de contar en su mayoría con condiciones agroecológicas favorables, como suelos Irumaos profundos y disponibilidad hídrica.
Sin embargo, persisten importantes limitantes estructurales: un 47 % no cuenta con derechos de aguare gularizados, un 44 % requiere obras de captación, y un 36,6 % no dispone de conexión fija a internet, lo que dificulta el acceso a lecnologías asociadas a la agricultura de precisión.. La Araucanía reescribe su mapa frutícola: del manzano al avellano europeo EL ROL DEL PROGRAMA ARAUCANÍA FRUTÍCOLA Para reducir estas brechas, el Programa Araucanía Frufícola [INIA-GORE) se ha consolidado como la hoja de ruta pora el desarrollo frufícola regional.
Con un horizonte 2020-2027, el programa impulsa la transformación de la pequeña y mediana agricultura, fortaleciendo a los productores para diversificar cultivos y fuentes de ingreso, aumentando su resiliencia económica frente a los desafíos del mercado y el clima.
Su propósito es diversificar a productores de cultivos tradicionales y ampliarla superficie frutal de aquellos que cuenten con condiciones para superar las unidades mínimas económicas, dependiendo de la especie y del modelo de negocio más adecuado para su realidad local El programa cuenta con profesionales especializados que acompañan al productor desde la fase ini cial de desarrollo del proyecto hasta el fortalecimiento tecnológico, a través de 15 Grupos de Transferencia Tecnológica (GTTINIA) en cultvos como berries, avellano europeo, cerezo y vides. Además, posee una unidad de investigación dedicada al desarrollo de nuevas tecnologías frutícolas, «on el objetivo de generar conoci mientos y soluciones adaptadas a las necesidades locales. Se promueve la innovación y la creación de paquetes tecnológicos que mejoren paquetes tecnológicos que mejoren la productividad, la rentabilidad y la sostenibilidad de los sistemas frufícolas. Actualmente, se validan especies y variedades en cuatro distritos agroclimáticos, mediante la implementación de seis Unidades de Validación Tecnológica (UVT) en predios de agricultores ubicados en Angol-Renaico, Traiguén, Temuco (centro y precordillera) y Loncoche.
Las especies priorizadas incluyen cerezos, en el marco del Diplomado en Fruticultura (INIA-UFRO). El programa contempla además un fuerte impulso a la especialización delos profesionales y técnicos que realizan transferencia y extensión agrícola en los territorios. Para ello, se ha implementado un Di plomado en Fruticultura que tiene como meta formar a 270 profesionales. Ala fecha, ya se han graduado tres generaciones, con un total de 150 técnicos y profesionales que hoy cuentan con herramientas y conocimientos actualizados para apoyar directamente a los productores frufícolas de la región. MIRANDO HACIA 2030 El potencial productivo de La Araucanía aún está lejos de alcanzar su límite. La región cuenta con suelos fértiles, disponibilidad de agua y un capital humano que se ha ido especializando, lo queofre ce bases sólidas para consolidar una nueva matriz frufícola.
Sin em bargo, el desafío actual ya no es sobargo, el desafío actual ya no es solo decidir qué plantar, sino cómo hacer que esa producción sea rentable, sostenible y con la escala necesaria para competir en los mercados internacionales. Esto implica desarrollar modelos de negocio adaptados a superficies mínimas económicamente viables, según cada especie, que consideren las realidades productivas locales. Asimismo, es clave incorporar herramientas de gestión de riesgos climáticos frente a un escenario cada vez más incierto, junto con avanzar en prácticas que aseguren la sustentabilidad ambiental, social y económica de los procesos productivos.
El futuro della fruticultura regional también debe contemplar el desarrollo de los territorios y sus comunidades: mejorar la calidad de vida de los agricultores, fortalecer la asociatividad y garantizar que la calidad e inocuidad del fruto sean sello e identidad del sur de Chile. Con planificación, transferencia tecnológica y políticas públicas articuladas, La Araucanía tiene las condiciones para convertir su diversifcación agrícola en un verdadero motor de desarrollo regional.