Los placeres ocultos, su trabajo como fenómeno de circo y la atormentada vida del “hombre elefante”: “Soy una persona con alma”
Los placeres ocultos, su trabajo como fenómeno de circo y la atormentada vida del “hombre elefante”: “Soy una persona con alma” Los placeres ocultos, su trabajo como fenómeno de circo y la atormentada vida del "hombre elefante": "Soy una persona con alma" Joseph Merrick nació con una enfermedad degenerativa. El rechazo de la sociedad al verlo por la calle y el médico que le dio refugio en la habitación de un hospital de Londres. Cómo pasó sus últimos días en el centro de salud donde halló paz.
L: habitación múmero 1 "Ti Hlepant Mantra photographs taken ln 880 Merrick trabajó e crofrak y e Hlamado el hombre elefante, y e Hlamado el hombre elefante, y e Hlamado el hombre elefante, a las cortinas. Por la ventana no entraba nada de luz de afus. no entraba nada de luz de afus. z, pato lo que más costaba no el aire: era mirada ajena. Mánombre es Joseph Merrik. No soy un an un an un an axhibían como fenómeno con un cartel que decía: "El Hom bra Elefante". Esa fase fe una súplica.
Una botella de SOS ti ada al mar ada al mar nacido el 5 de agosto de 1882 nLeicoste, Inglatera, en una casa de obreros donde no hubo Jaroy Merrick había. demasiada os para tra de salud. Su madre, Mary Jane, lo adoraba. La cantaba cancio nos de iglesia mientras lo acu aba con un brazo, el otro ocu úpado en coser o limpiar. Pero su padre, Joseph Rockley Mo. ik, un obrero que pasaba largas jornadas on una fábrica de ladrillos, no compartía ol mis mo afecto. Ni siquiera cuan: do Joseph aún parecía un niño oral Un leve abultamiento enla oca se convirtió en una masa que la impedía articular pala ras.
Luego, su piel comenzó a su espalda Alos cinco o pudo "sar u brazo derecho, Su ca. baza comenzó a erecer, dest urada, hasta alcanzar un ta maño descomunal que nunca dejaría de aumentar Parece losniños que jos y temían aceros En la escuela. En la escuela. En la escuela. En la escuela. En la escuela. En la escuela. En la escuela. En la escuela. por Jas callos hasta que las muje Jas callos hasta que las muje za ensangrantada. En su casa lo golpeaban con una cuchara de madera. Una noche, después de una paliza, Morrick huyó. Tenia 17 Elsótano del horror. Caminó kilómetros hasta la ciudad más cercana. En el a. mino, a gente lo evitaba como era un virus contagicso quería darle trabajo, Na do queria vero.
Hasta que se topó con un empresario de espectáculos de rarezas llamado Sam Tor Lo puso bajo contrato en una ex: puso bajo contrato en una ex: puso bajo contrato en una ex: puso bajo contrato en una ex: puso bajo contrato en una ex: puso bajo contrato en una ex: hibición ambulante.
El número se anunciaba así: "La criatura más impactanto que ha camimás impactanto que ha camimás impactanto que ha camimás impactanto que ha camimás impactanto que ha camimás impactanto que ha camimás impactanto que ha camimás impactanto que ha camimás impactanto que ha camimás impactanto que ha camiJoseph, con su cabeza cu bierta porunatelay su voz apa as audible, aubía al escenario.
Los placeres ocultos, su trabajo como fenómeno de circo y la atormentada vida del “hombre elefante”: “Soy una persona con alma” Durante años, so pensó quest Durante años, so pensó quest Durante años, so pensó quest neurofbromatosís Hoy Hoy tenia una comiinción e es enfermedad on el sindrome de Preta y ss dejaba mirar. El público. pagaba por horrorizass, Algu: hos vomitaban, oxzos ss pers naban. Muchos reían. Merrick simplemente soportaba Es lo único que tengo.
Mejor eso que morir de ham re --le esoribió una vez a su madre en una cart, En 1884, llegó a Londres como parte de un espectáculo organizado por Tom Norman. "Alí, su cuerpo ya era unatort: ta viva. Su pielostaba cubierta de bultos duros, tenía dificul tades para moverss y dormía encorvado. Cada paso le dolía. Fue entonces que entró el doctor Frederick Treves, un jo von cirujano del London Hosp tal. El médico vio a Merrick en. tuno de esos espectáculos. Nolo miró como fenómeno, sino 20. mo paciente. Le ofteció aten: ción médica. Merrick aceptó La redención Trovos organizó una con sulta médica privada para es: tudiar su caso. Lo fotografi y lo examinó. Poco después las exhibiciones fueron prohibi das en Londres y Merck fue abandonado por sus promoto: res Sin dinero, sin hogar, trató de ganarso la vida en Bélgica. También fracasó, Un promotor lo astafó yl robólas pocas por tenencias que tenía.
Asi, volvió A Inglatera en busca de ayuda, Merrick fue hasta la puer Merrick fue hasta la puer Merrick fue hasta la puer ta del hospital y los enfermo ros lo encontraron temblando, con hambre y miedo, Otra vez, doctor Traves entraba en su vida. El director del hospital, Prancis Carr Gomm, ascribió vna carta al Times para pedir ayuda. La respuesta fue inmoiata: cartas, donaciones 1ega. los.
Joseph Merrick se convir tió, por fin, en un ser humano anto los ojos del mundo, Se le asignó un cuarto en sl hospital donde vivió os úl timos años de su vida, Por pr mera vez, durmió en una cama decente.
Por primera vez, e: mió caliente todos los días, Por los días, Por los días, Por los días, Por los días, Por los días, Por primera vz, fue tratado como alguien con pensamiento, sen sibilidad y deseo, Mo gustaría visitar eto tro dijo un día Y Troves lo llavó, La gente lloró alvero. No por su aparion cia, sino por su ternura cia, sino por su ternura Un alma cultivada Joseph amaba les. Apren: dió poesía, historia, teatro, Le fascinaban las hisiorias de aventuras y los relatos de la Bi bla. Su pieza estaba decorada on flores de papel que él mis mo hacía con sus manos de Escribia con dificultad, pe to con elegancia.
En una carta a la Reina de Inglaterra luego de una visita de la monarca a su habitación del hospital, es eribió: "Nunca crei que una dama tan noble me mirara con bondad Su visita ha cambiado mi vida, La encantaban las novelas románticas recordarla Treves años después --. Me ha blaba de elas como un colegial enamorado. También fabricaba mode los de iglesias en cartón. Una de alas, la Capila do Mainz, fue considerada una obre minuciosa pese a haber sido construida por un hombre cuya mano derecha parecía un guante de piedras. EL doctor Trevas, que lo cono: ció íntimamente, decía: "Ea el sar más gentil que he conocido. Y también, el más afigido* Y también, el más afigido* Y también, el más afigido* Y también, el más afigido* Una caída silenciosa Joseph Merrick murió el 11 de abrilde 1890, Tenia 27 años. Lo encontraron acostado de paldas, algo que nunca podía hacer por el peso de su caboza. Fue su forma de morir con «lignidad: haba querido dormir "como las personas normales El informe médico fue ela: dislocación del cuello. El peso lomató. lomató. lomató. Su esqueleto aún se conser xa en el Royal London Hospital Museum, una decisión que fue criticada por quienes exigen darle entierro digno, Su rostro fue recreado an forma digital.
Intentaba mostrar cómo ss hu biera visto sin las deformida. des que cubrieron su cráneo. di cabeza ss tan grande que no puedo sostener dijo una vez-. Mi cuerpo es tan gro. tesco que la gente me teme, Pero mi alma, señor, es la de vn hombre. " Michael Jackson, obsesio nado con su figura, intentó comprar sus restos en la déca. da del 80. Hollywood hizo po: da del 80. Hollywood hizo po: da del 80. Hollywood hizo po: da del 80. Hollywood hizo po: da del 80. Hollywood hizo po: da del 80.
Hollywood hizo po: EE doctor Treves se aíadó de Merrick yl do alojamiento en un hospital EE doctor Treves se aíadó de Merrick yl do alojamiento en un hospital oteph Moris podía mover su mano derecha. Ifculas y obras de teatro.
Pero ninguna cámara logró capiar lo :sencial:la dulzura con la que respondía al saludo de una en fermera, la concentración con la que moldea lores, lala sión con la que soñaba toner Un día, recibió la visita de vna actriz. Era hermosa, famo. sa. La habló con dulzura le dio un beso en la mejila. Merrick lloró. Dijo que nunca una mujer lo habia tocado de ess modo. Fue el momento más feliz demivida --escrbióen sudan. demivida --escrbióen sudan.
Diagnóstico úsin consuelo Durante años, e ponsó que sufría de neurolibromatosis Hoy se cree que tenía una con binación de esa enfermedad con al síndrome de Proteus, una mutación genética extre madamente tara que causa el crecimiento desmedido de huesos, piel y ejidos Pero los diagnósticos lega ron después de su muerte. En vida, todo lo que tuvo fuo ele tigma. No hubo medicina que aliviara el aislamiento. Solo la bondad de un médico que vio a un hombre donde otros veían una anomalía. "Soy un hombre. Tengo nombre. Tengo alma", o lía decir a quienes lo visitaban enla habitación del hospital enla habitación del hospital enla habitación del hospital Por Mariano Jasovich Fuente: Infobae.