Autor: NICOLÁS LUCO
¿… y escribir un libro?”
¿ y escribir un libro?” “Esperanza” fue el concepto más invocado durante la convocatoria a “Proyecta Chile 2050” en la U. Adolfo Ibáñez. “Queremos conversar con todos”, dijo Alfonso Gómez, secretario ejecutivo de la iniciativa. “No es una competencia”. Gómez pidió convocar-persuadir-conversar-imaginar. Lograr un sueño dinámico.
En una nueva era, “¡no podemos terminar en un libro!”. A esto convoca la fundación “Encuentros del futuro”, que quiere practicar el ejercicio de 13 años de la Comisión Desafíos del Futuro del Senado, que proyecta, escucha los tiempos, suspende posturas partidistas. Habló la ministra de Ciencias, Aisén Etcheverry, convocó a evitar una solución rápida “o caminaremos como hormiguitas en círculos”. Reunir grupos diversos, construir, basar en la evidencia, respetar el método científico. Inventar el “cómo”. Carolina Torrealba, vicerrectora de investigación en la U. Andrés Bello, destacó que “Proyecta” es un verbo, no un sustantivo. No se trata de escribir el “Proyecto Chile 2050”. El “cómo” se toma el círculo central, ahí comienza el partido. Karen Thal, presidenta de ICARE, nos trajo a tierra. “Nuestra obligación es devolver la esperanza”, dijo. Y mostró síntomas de su ausencia. “Tenemos que destrabar en lo que estamos, lograr más recursos para mejorar las personas”. Ángel Pérez, alumno del Instituto Nacional, habló de la desconfianza. Llamó a aprovechar la internet para impulsar la democracia. “Crear la utopía, la gente puede participar, aportar los recursos donde más impacta, en lo local”. El cómo hacerlo reaparecía. Guido Girardi, vicepresidente de la Fundación que promueve “Proyecta Chile 2050” abrió un cauce: “vivimos una obsolescencia gigantesca” dijo. Yconfesó: “Yo antes era estatista, pero hoy el estado está vacío”. Y para el “cómo” marcó cuatro rutas: dedicar tiempo, aprovechar el silencio, concentrarse, buscar legitimidad. La legitimidad a este proceso se sustentará, entre otras raíces, en las universidades, los institutos profesionales y la Academia de Ciencias. El total de ellos han firmado para participar. Brotarán ideas, claro. Pero, la representante de los Institutos Profesionales, Anamari Martínez, aludiendo a sus egresados dijo: “unos piensan, nosotros gestionamos; nos avocamos al cómo, al hacer”. Inventar el hacer en estos tiempos dinámicos.
Fui a la UC al cierre de actividades del proyecto Explora, Región Metropolitana Sur, que marcó su sentido en un acto audiovisual: una experta en hongos dialogando con el público y con una artista visual que iba sublimando la naturaleza en una pantalla gigante. Fui al MIM, a otra manifestación de la cultura, donde el tema de los textos ni se abordó: lo que aparecía era el proceso que viven los creadores en nuevas expresiones. Los museos rompen su obsolescencia y acogen dinámicas complejas. Nuevos “cómo”. Muchos jóvenes en el MIM, muchas pistas dadas por expertos. Abrecaminos. Porque, podemos, como convocó Carolina Torrealba, crear cómo “dialogar la esperanza, no las certezas, sí la complejidad. Un diálogo informado”.. OPINIÓN