CARTAS: VIOLENCIA ESCOLAR CON ARMAS: UN SÍNTOMA GRAVE DE NUESTRA SOCIEDAD
CARTAS: VIOLENCIA ESCOLAR CON ARMAS: UN SÍNTOMA GRAVE DE NUESTRA SOCIEDAD Señor Director: Lamentablemente, las peleas con armas blancas, balaceras y otro tipo de ataques, se están volviendo cada vez más recurrentes recurrentes en los establecimientos educacionales. Dada la gravedad de la situación, se ha formulado la propuesta de colocar detectores de metales en las entradas de los colegios con la intención de detener a tiempo sucesos de considerable gravedad.
Cabe preguntarnos, ¿por qué hemos llegado a estos niveles de violencia?, ¿por qué la anomia de nuestra sociedad va acrecentándose hacia niveles cada vez más degradantes? Es importante señalar que esta realidad expresa la fractura de los vínculos sociales, familiares y escolares.
La anomia, carencia de normas sociales, da cuenta de una historia sociocultural deshilvanada, deshilvanada, siendo los niños, adolescentes yjóvenes los portadores de actos violentos que carecen de palabra, porque no ha sido posible tramitar tramitar los sufrimientos por vías simbólicas y afectivas. Esto da cuenta de deshumanización.
Respecto a lo anterior, se piensa en el detectorde metales como una medida urgente para evitar este descontrol desmedido; sin embargo, embargo, es una señal paradójica si consideramos que el sistema educativo debe formar a sus estudiantes integrando los ámbitos referidos a lo educativo, emocional y comunitario.
Se trata de un trabajo que toma un largo tiempo y en el cual no se vislumbra cómo abordarlo cuando el tejido social se ha roto, por lo que los niños, adolescentes yjóvenes actúan de manera “irreflexiva”, con actos violentos, porque porque desde mucho antes, desde sus entomos familiares y sociales, no han sido escuchados, o han sufrido maltratos de diversa índole, incluyendo sentimientos de abandono.
En tales circunstancias, atacar atacar al otro es la solución más fácil para destruir cuando es el mismo niño o joven violento que ya se siente destruido, sin poseer herramientas herramientas cognitivas, afectivas, emocionales, entre otras, para cambiar la mirada de la vida.
Frente a estos hechos, presentar un escenario con detectores de metales, es mostrar a la sociedad de que no hemos sabido encontrar las formas de abordar este problema de manera integral promoviendo la comunicación y el encuentro con el otro. Tampoco hemos sabido reparar y acompañar a nuestros niños, adolescentes yjóvenes. Sólo quedan instrumentos concretos, como un detector de metales, para obtener una sensación de seguridad normalizando que somos sospechosos sospechosos de posibles actos que algunos cometen.
La educación no debiera reducirse a la lógica de la seguridad, sino cuestionar cómo se pueden establecervínculos sanos, cómo reformular reformular los Programas de Convivencia Escolar, cómo trabajar con las familias, cómo se puede expresar la frustración sin causar dolor a los demás.
Esto no es sólo una tarea para el sistema educativo, es un replanteo que debiéramos tener todos, porque formamos parle del tejido tejido social, para buscar caminos sin permitir que la brutalidad ciega se tome las calles y nuestros establecimientos educacionales. Dra. Miriam Pardo Fariña, Académica de Psicología de U. Andrés Bello.