El juego es un derecho no un premio
El juego es un derecho no un premio Pocos lo saben, pero el juego no es solo una actividad divertida para niños y niñas, es un derecho reconocido por la Convención delas Naciones Unidas, Allíse establece que todo niño y niña tiene derecho al descanso, al ocio ya participar en juegos y actividades recreativas propias desu edad. Sin embargo, este derecho sigue siendo uno de los más vulnerados.
Muchas veces, el juego es visto como una pérdida de tiempo, un premio por "portarse bien" o un descanso entre tareas escolares; en lugar de entenderse como parte esencial del desarrollo infantil, se reducea un simple momento de recreo. Através del juego, los niños y niñas aprenden, seexpresan, se relacionan y construyen su mundo. No lo decimos soloahora. Desdeel siglo XIX, Friedrich Fróbel, el creador del jardín de infancia defendía el juego como el medio natural de aprendizaje de los más pequeños. de los más pequeños. Más adelante, el psicólogo suizo Jean Piaget mostró cómo los infantes desarrollan su pensamiento y comprensión del entorno, jugando. El problema aparece cuando los adultos usan el juego como recompensa por cumplir tareas ocomo un elemento condicionado al comportamiento. En esos casos, pierde su esencia. Ya no es voluntario, ni libre, ni espontáneo. Se transforma en una obligación disfrazada de diversión. Además, cuando los infantes empiezan a evitar desafíos o responsabilidades con tal dejugar, se genera un desequilibrio. Por eso, es importante entender queel juego noestá reñido con las responsabilidades. Al contrario, se pueden integrar pequeñas tareas dentro deeste, como cuidar los materiales, limpiar después de una actividad o colaborar Conotros. Estas acciones, si se presentan de forma Estas acciones, si se presentan de forma lúdica, se asumen con naturalidad. Así, los niños aprenden valores comola cooperación, el respeto por el entorno y el sentido de comunidad, mientras se divierten. Y a medida que crecen, pueden asumir más responsabilidades, según sus habilidades. Respetar el derecho al juego. proteger ese tiempo, espacio y libertad para que dicho esparcimiento cumpla su función: ser una vía de aprendizaje, desarrollo y bienestar. Porquejugar no es un lujo, ni un premio. Es parte de la infancia einherente al ser humano.
Y como sociedad, tenemos la responsabilidad de asegurarnos deque todos los niños y niñas puedan ejercer este derecho con alegría y libertad, Leonor Cerda) Directora Escuela de Educación Parvularia Universidad de Las Américas. - - -