"Desde el punto de vista de Chile, hay un argumento sólido para mantener buenos lazos con Estados Unidos"
"Desde el punto de vista de Chile, hay un argumento sólido para mantener buenos lazos con Estados Unidos" C on la atención global puesta en los conflictos de Ucrania y Medio Oriente, y en las tensiones comerciales impulsadas por las guerras arancelarias del gobierno estadounidense del Presidente Donald Trump, el reconocido historiador británico-estadounidense Niall Ferguson apunta a otro evento que, para él, será el decisivo para el futuro del orden mundial: una segunda Guerra Fría entre EE.UU. y China.
Autor de libros sobre historia económica, de las civilizaciones occidentales y sus imperios, entre otros, Ferguson conversó con "El Mercurio" antes de viajar a Chile para presentarse este martes 29 de julio en la XVI Conferencia Anual BCI, "Lecciones de la historia para enfrentar el futuro", y repasó la importancia de este enfrentamiento entre Washington y Beijing, su impacto en otras regiones, y su visión de lo que viene para el resto del mundo. Y también el alcance para Chile. --En 2021, Joe Biden llegó a la Casa Blanca con la idea de "EE.UU. está de vuelta" y de una recomposición de las alianzas occidentales.
Con el regreso de Donald Trump, esas ideas quedaron atrás. ¿Cómo se llegó a esta situación? "Cuando Biden fue elegido en 2020, muchos en Europa y liberales estadounidenses se aliviaron pensando que `los adultos estaban de vuelta' y que la política exterior volvería a la normalidad. Esto fue un error.
Primero, se sobrestimó a Biden y su equipo, que no lo hizo bien en política exterior: una retirada mal manejada de Afganistán, no disuadir a (el Presidente ruso, Vladimir) Putin de invadir Ucrania, y no anticipar el ataque indirecto de Irán a Israel a través de Hamas en 2023. Segundo, se subestimó la dificultad de volver a la normalidad después de todo lo que había sucedido, yendo hacia atrás hasta la crisis financiera global.
Fue ingenuo pensar en regresar a unos `buenos viejos tiempos', porque, ¿cuándo fueron esos `buenos viejos tiempos' exactamente? El primer mandato de Trump fue bastante exitoso, de hecho, en política exterior: no hubo guerras, se firmaron los Acuerdos de Abraham, y Rusia y China fueron disuadidos de acciones agresivas.
Biden no aprovechó esos logros, haciendo inevitable la reelección de Trump". --¿ Esa ingenuidad de la que habla aplica a otros líderes occidentales, que no previeron otra presidencia de Trump y ahora se ven sorprendidos ante sus políticas? "Los europeos deberían agradecer a Trump por ponerlos bajo suficiente presión para lograr pasos serios en la dirección de la autonomía estratégica. Pero, por supuesto, los europeos lo odian, porque él explota tan abiertamente su vulnerabilidad. Es vergonzoso que te digan que has estado en una relación de dependencia con EE.UU. para tu seguridad durante 80 años. Tampoco les gusta su política comercial, porque él los obliga a confrontar algunas paradojas de la política económica europea. Para el resto del mundo es diferente. Hay un eje de autoritarios --China, Rusia, Irán y Corea del Norte-que preferían a Biden, porque hizo muy poco para evitar que trabajaran juntos, particularmente con respecto a Ucrania. Trump es mucho más un desafío para ellos. Y para los países que no son aliados, ni adversarios de EE.UU., es un doloroso despertar, porque el orden económico global de los últimos 30 años fue favorable para los países pequeños.
Ahora tienen que elegir entre EE.UU. y China, y esa es una elección difícil". --En "Coloso" (2005), usted dice que EE.UU. es un imperio en todos menos en nombre, y que el no reconocerse como tal debilita su poder.
Trump sí parece más cómodo con esa lógica imperial, al proponer anexiones de territorio y aplicar aranceles, aunque mantiene una postura aislacionista. ¿Qué implica esto para EE.UU. y el futuro de su poder? "Si ejerces poder militar y económico en todo el mundo, con tropas en varios continentes, capacidades navales globales y en el espacio, probablemente eres un imperio en todo menos en el nombre. Si aceptas eso, puedes ver el mundo más claramente. En la I Guerra Fría, la Unión Soviética también actuaba como un imperio, y ambos competían en territorio, tecnología e ideología. Esa guerra terminó con una victoria estadounidense, seguida de 30 años sin grandes desafíos. Pero con el ascenso de China, especialmente tras la llegada de Xi Jinping, surgió un nuevo imperio, y los estadounidenses comenzaron a notar la amenaza cuando Trump llegó al poder en 2016. Ahora estamos en una segunda Guerra Fría, y este imperio chino en muchos sentidos representa un desafío formidable.
EE.UU. está más débil en algunos aspectos, sobre todo por su situación fiscal, ya que tiene una gran deuda y gasta más en intereses que en defensa, lo que complica igualar el poderío militar chino en el Indo-Pacífico. China podría desafiar la primacía estadounidense en el Indo-Pacífico e incluso tomar Taiwán sin combatir si el costo parece demasiado alto para EE.UU.
Además, existe un riesgo político interno: el movimiento MAGA ("Make America Great Again") busca red u c i r l o s c o m p r o m i s o s d e EE.UU. en el extranjero y limitarse al hemisferio occidental. Ambas son amenazas reales a la predominancia estadounidense, y desde la perspectiva china, alimenta la esperanza de convertirse en el imperio dominante de la década de 2030. Creo plenamente que habrá una crisis en Taiwán antes de que Trump deje la Casa Blanca, y ese será un momento decisivo". --¿ Cuánto podría durar esta segunda Guerra Fría? "Nadie sabe. La primera Guerra Fría tomó unos 40 años, pero hoy la historia avanza más rápido, y me inclino a pensar que se resolverá antes, sobre todo porque Taiwán se ha vuelto el caso de prueba.
China tiene una ventana de oportunidad limitada antes de que sus propios problemas frenen su capacidad de acción estratégica: una población que envejece, una economía más pequeña que la de EE.UU. y en desaceleración, y que, creo yo, al Partido Comunista le será muy difícil garantizar su poder indefinidamente ante estos desafíos. Así que esta segunda Guerra Fría podría terminar pronto, probablemente en torno a Taiwán. Si China actúa y tiene éxito, obtendría la primacía en el Indo-Pacífico y también tecnológicamente en la carrera por la Inteligencia Artificial.
El peligro es a corto plazo, porque mientras Trump esté en la Casa Blanca, Xi Jinping podría verse tentado a actuar". --¿ Solo este conflicto tiene el potencial de definir el nuevo orden global? ¿ Qué hay de Ucrania o Medio Oriente? "Estos conflictos no pueden entenderse por separado de la segunda Guerra Fría. Sin el apoyo chino, Rusia no podría sostener su esfuerzo bélico en Ucrania. Tampoco se entiende a Irán sin China, que compra su petróleo, y Rusia, que le da defensa aérea a cambio de drones.
Estos conflictos son un poco como los conflictos regionales de la primera Guerra Fría". --En este escenario, Europa ha tratado de rearmarse en todos los ámbitos, pero muchos alertan que está muy detrás de China y EE.UU. ¿Tiene tiempo aún de alcanzarlas? "Los líderes europeos hablaron mucho de autonomía estratégica sin tomarla en serio y creyeron que podían ser una superpotencia sin reducir su dependencia de EE.UU., lo que fue un error. Alemania, bajo (Angela) Merkel, apostó por el gas ruso, exportaciones a China y el paraguas de seguridad de EE.UU., una estrategia poco inteligente. Aunque Trump ha mostrado compromiso con la OTAN, a juzgar por lo que dijo en su última cumbre, no parece seguro que lo mantenga ante una crisis como un ataque ruso a un miembro. Los europeos deben actuar, pero lograr autonomía estratégica es difícil. Algunos líderes como (el Canciller alemán) Friedrich Merz y (la presidenta de la Comisión Europea) Ursula Von der Leyen lo entienden, pero en muchos países las actitudes no han cambiado.
La mayoría sigue viviendo en la fantasía de que lo que pasa en Kiev no puede suceder en sus capitales". --Y en una América Latina muy expuesta a las decisiones de las potencias. ¿Qué lecciones debe sacar la región para evitar ser un campo de batalla geopolítico y controlar su futuro? "Soy optimista respecto a América Latina porque no creo que sea probable que sea un campo de batalla en esta segunda Guerra Fría, más allá de la competencia económica. Comparado con la primera Guerra Fría, la situación de América Latina parece mejor, y la principal preocupación de sus gobiernos es cómo beneficiarse del comercio con China sin alienar a EE.UU. Es sorprendente que en Argentina haya un Presidente radicalmente libertario que ha tenido éxito en manejar la inflación e inestabilidad financiera, manteniendo una política exterior muy proestadounidense.
Él es una excepción, porque el estándar para muchos países latinoamericanos es lo que hace Lula (da Silva) en Brasil, con una inclinación lejos de EE.UU. y hacia el Sur Global, apoyando proyectos como los BRICS de Beijing. Esa parece ser la opción fácil, pero no sé si es la inteligente.
Para un país como Chile, que vivió una Guerra Fría difícil porque su política interna fue muy impactada por la rivalidad entre EE.UU. y la Unión Soviética, este es un momento estresante, porque no quiere que su política vuelva a quedar atrapada en la rivalidad de las potencias.
Pero los riesgos ahora son menores que en la década de 1970". --El Presidente Gabriel Boric asistió a la cumbre de los BRICS en Brasil, lo que generó incomodidad en algunos sectores en momentos en que Trump pone presión a quienes se alineen con el bloque. ¿Es este tipo de alternativas de cooperación una buena estrategia para Chile? "Apostar por China no es lo más inteligente. Los BRICS no son un grupo al que me gustaría unirme, y desde el punto de vista de Chile, hay un argumento sólido para mantener buenos lazos con EE.UU.
Tengo la sensación de que la verdadera prioridad de la administración Trump es el hemisferio occidental, y una de las consecuencias lógicas es un mayor enfoque en América en su conjunto, y estarán más preocupados por la presencia de China en Latinoamérica. Chile debería cubrirse y jugar en ambos frentes, como India con (el Primer Ministro) Narendra Modi.
Es clave evitar el antiamericanismo ideológico de la izquierda latinoamericana, y en economía, las políticas de derecha parecen preferibles a las de la izquierda, porque los problemas fiscales que siempre surgen con gobiernos de izquierda en América Latina son unos que no quieres tener en el mundo actual de tasas de interés más altas y mayor volatilidad". ENTREVISTA CON NIALL FERGUSON: "Desde el punto de vista de Chile, hay un argumento sólido para mantener buenos lazos con Estados Unidos" JOSÉ TOMÁS TENORIO LABRA Corresponsal en España El reconocido historiador británico-estadounidense, que estará la próxima semana en Santiago, asegura que China y EE.UU. están en una segunda Guerra Fría, que será la clave para el futuro del orden global. LUEGO DE SU PRESENTACIÓN este martes en el hotel W, Ferguson conversará con el director del CEP, Leonidas Montes, sobre la contingencia a nivel local.
EL MERCURIO `` Los europeos deberían agradecer a Trump por ponerlos bajo suficiente presión para lograr pasos serios en la dirección de la autonomía estratégica". `` Creo plenamente que habrá una crisis en Taiwán antes de que Trump deje la Casa Blanca, y ese será un momento decisivo"..