50% al cobre: Falta de claridad de la Casa Blanca genera incertidumbre en la industria de EE.UU.
50% al cobre: Falta de claridad de la Casa Blanca genera incertidumbre en la industria de EE.UU. P asan los días desde que el pasado 8 de julio el Presidente de Estados Unidos anunció un 50% a las importaciones de cobre a ese país desde el 1 de agosto. Pero a una semana de la noticia, todo quedó ahí. No hay detalles y los rumores abundan. Y esta falta de información está causando incertidumbre en la industria que utiliza este metal para la producción de bienes en Estados Unidos. Al igual de lo que pasa en Chile, en Estados Unidos hoy se hacen las mismas preguntas respecto a los aranceles al metal rojo.
A siete días de que Trump diera a conocer su anuncio aún faltan detalles oficiales sobre qué productos estarán cubiertos, si habrá alguna exención y cómo se aplicarán. "¿Afecta al cobre, afecta al latón, afecta al bronce? ¿ Afecta a todo lo que tiene cobre, o es solo cobre puro o cátodos de cobre? Realmente nada está definido", afirmó a Bloomberg Roges Deines, gerente de compras de Aviva Metals, uno de los mayores fabricantes y distribuidores de aleaciones de cobre de EE.UU. "No podemos tomar ninguna decisión comercial real hasta que todo esté definido", agregó.
Recordemos que el cobre es un material industrial crucial para la industria estadounidense que cruza a toda su economía, desde la vivienda hasta los cables de telecomunicaciones, pasando por los electrodomésticos, la industria de la defensa y chips.
Inundados de cobre Desde que Trump anunció su investigación sobre el cobre el último día de febrero pasado, los grandes comerciantes de materias primas iniciaron una carrera contrarreloj para inundar Estados Unidos de cobre ante un inminente anuncio de aranceles.
Más de 230.000 toneladas de cobre han llegado a los puertos de Estados Unidos este año. "Y este pánico por el cobre ha vaciado almacenes en medio mundo y llenado hasta los topes los de Estados Unidos. El problema es lo que viene después.
A partir del 1 de agosto, importar esos mismos contenedores van a costar un 50%. Y aunque ahora mismo los puertos estadounidenses están a reventar de metal --en el puerto de Nueva Orleans ya hay más cobre que en Shanghái, Rotterdam y Singapur juntos, ese colchón no durará para siempre. Los fabricantes tendrán que elegir entre subir precios o comerse el margen", aseguro el diario español El Confidencial.
Ahora que el impuesto del 50% está a solo unas semanas está a punto de entrar en vigor, ya empiezan a verse las primeras señales de que la demanda del metal se está agotando desde Texas hasta Nueva Jersey.
Sam Desai, vicepresidente de RM-Metals, distribuidor estadounidense que importa cobre y lo vende localmente, aseguró que "los precios estadounidenses del metal ya habían estado cotizando más alto que los puntos de referencia globales durante la mayor parte del año, ya que el mercado anticipaba los aranceles.
Pero el 50% es mucho más alto de lo que se esperaba, y eso nos obligó a reducir inmediatamente la cantidad de cobre que se envía, dijo Desai a Bloomberg. "Hicimos una reducción de alrededor del 25% de los niveles de compra anteriores una vez que se dio la noticia", agregó el ejecutivo y aseguró que "la compañía también canceló los pedidos preexistentes cuando fue posible", aseveró. Para los envíos que no se cancelaron, Desai predice que en gran medida terminarán en reservas porque los clientes son "recelosos" de comprar productos ahora. "Los clientes no quieren pagar el impuesto, es demasiado alto. Vamos a mantenerlo y luego veremos qué pasa en un par de meses", finalizó.
Ahora, como asegura Bloomberg, los compradores de cobre en Estados Unidos, tienen ahora la opción de adquirir el metal de las reservas acumuladas desde principios de este año en lugar de realizar nuevos pedidos como RM-Metals.
Charles Bareijsza, CEO de Metals Associates de Nueva Jersey, comenzó a llamar a sus grandes clientes tras conocer los aranceles del 50% de Trump. "Los llame y les dije: 'Estén preparados, va a haber algunos problemas con el precio del cobre'", afirmó. "Desafortunadamente tendremos que pasar el aumento a los clientes, y no tenemos idea de cómo lo van a manejar", agregó. "Para nosotros, es un momento muy confuso". En ese sentido, el ejecutivo asegura que no puede predecir lo que va a pasar. 50% al cobre: Falta de claridad de la Casa Blanca genera incertidumbre en la industria de EE.UU. A siete días de que Trump diera a conocer su anuncio aún faltan detalles sobre qué productos estarán cubiertos, si habrá exenciones y cómo se aplicarán. Pablo Rodillo M.
Y a 15 días que se apliquen aranceles "La mayor preocupación que tienen los clientes es que, digamos que hoy es del 50% y si mañana todo cambia y baja al 40 % o 30 %, ¿quién va a cubrir el costo de la caída?", se preguntó. "Los clientes son muy desconfiados de hacer pedidos a futuro". A EE.UU. no le da Una de las gracias de las reservas es que éstas se agotan, tarde o temprano.
El plan de Trump con sus aranceles es potenciar la alicaída industria del cobre estadounidense bajo el argumento de que se trata de un metal clave para la seguridad nacional y dejar de depender del extranjero. Y el inventario que tiene Estados Unidos del metal acumulado le proporciona un colchón para los fabricantes. Pero las dudas surgen de los expertos es si este colchón dará tiempo para que la producción de cobre en EE.UU. aumente para satisfacer su demanda.
Recordemos que el país del norte produce un poco más de la mitad de su consumo interno, el resto lo importa principalmente de Chile, pero también en menor medida de Canadá y México "Sin embargo no está claro con qué rapidez comenzarán a fluir las inversiones en la industria estadounidense y qué tan significativas serán", asegura el diario Financial Times.
Con este panorama, agrega el diario español, la esperanza de los comerciantes estadounidenses es la misma a la que Wall Street se aferra desde hace meses: que Trump no cumpla del todo su amenaza. "Por ahora, el mercado Comex de Nueva York cotiza el cobre un 25% por encima de su equivalente en Londres --no un 50%--, lo que revela una expectativa de que los aranceles, si llegan, no se apliquen del todo. Tal vez con excepciones, tal vez con una prórroga de última hora, tal vez con cualquier fórmula improvisada que el presidente se saque de la manga. El magnate ya ha seguido ese guion muchas veces, por algo existe el extendido acrónimo TACO: Trump Always Chickens Out (Trump siempre se acobarda)", aseguró El Confidencial..