Radiografía a la desacelerada industria del cobre en EE.UU. y que Trump busca cambiar
Radiografía a la desacelerada industria del cobre en EE.UU. y que Trump busca cambiar E stados Unidos, Donald Trump y su anuncio en gravar en un 50% al cobre que entre a su territorio, tienen una sola explicación: "Los aranceles pueden ayudar a reconstruir nuestra industria del cobre estadounidense, si es necesario, y fortalecer nuestra defensa nacional", como afirmó su secretario de Comercio, Howard Lutnick, en febrero pasado. Sin embargo Estados Unidos, en la actualidad, sólo produce aproximadamente un poco más del 50% que necesita y no tiene la capacidad para cubrir su demanda interna. El resto lo importa. Y esto es lo que quiere cambiar Trump con la imposición de tarifas. Sin embargo lo que busca el Mandatario republicano no se puede hacer de la noche a la mañana. En febrero, el magnate republicano había ordenado una investigación sobre posibles aranceles de cobre, que tenía una fecha límite para noviembre, como parte de los esfuerzos para reconstruir la producción estadounidense del metal. Pero la investigación se adelantó y Trump ya tiene el informe en su escritorio en la Oficina Oval de la Casa Blanca. Medidas arancelarias que deberían comenzar a regir desde agosto. Mucho cobre sin minar Estados Unidos tiene mucho cobre en su suelo.
Según los últimos datos recopilados por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el país tiene reservas de cobre de alrededor de 47 millones de toneladas métricas, en estados como Arizona (el principal con el 70% de la producción), Nevada, Minnesota y Utah operadas por empresas como Freeport-McMoRan, Río Tinto y Hudbay Minerals. El país ocupa el séptimo puesto en producción a nivel mundial. Sin embargo, la producción de cobre de EE.UU. a pesar de sus reservas, ha disminuido con el paso tiempo. En 2024 extrajo aproximadamente 1,1 millones de toneladas métricas del mineral, un 20% menos que una década, según también datos del USGS. Y en 2024 un 11% menos que en 2023.
Un número mucho menor de las 1,9 millones de toneladas métricas alcanzado en 1997 y el cual extraían de las 35 minas que tenían funcionando en el país y las 11 fundiciones que operaban en ese entonces.
Pero hoy Estados Unidos tiene 25 minas de cobre operando y sólo están en funcionamiento dos fundiciones -Miami en Arizona y Kennecott de Rio Tinto en Utahmás una tercera que se dedica a procesar ánodos y chatarra de cobre.
En la actualidad hay siete proyectos de cobre en todo Estados Unidos que podrían, en teoría, agregar alrededor de 1,5 millones de toneladas a la producción anual del país, según cálculos de la consultora GEM Mining Consulting, un número suficiente para satisfacer casi toda su demanda interna. Trabas que Trump quiere cambiar Sin embargo, trabas administrativas han hecho que algunos de estos proyectos de cobre en Estados Unidos se retrasen.
El más emblemático de todos ellos es el de Resolution Copper en Arizona propiedad de Rio Tinto Group y BHP Group, que lleva 10 años parado, pero que hace un mes obtuvo luz verde de la Corte Suprema de EE.UU. tras negarse a escuchar una apelación de una tribu apache que buscaba -y busca hasta hoydetener el proyecto. Solo esta mina, según los cálculos de Reuters, abastecería más de una cuarta parte de la demanda de Estados Unidos por cobre.
Sin embargo Resolution causaría un cráter que se tragaría un sitio religioso de los apaches de Arizona y tiene la fuerte oposición de 21 de las 22 tribus nativas estadounidenses, así como también del Congreso Nacional de Indios Americanos.
Pero todos los retrasos de proyectos mineros que se han visto deberían comenzar a acelerarse luego de que el Consejo de Permisos de EE.UU. anunciara el pasado 18 de abril que hará más rápidos procesos para varios proyectos críticos de producción de minerales en respuesta a la Orden Ejecutiva de Trump llamada "Medidas Inmediatas para Aumentar la Producción Mineral Estadounidense". Un paso fundamental si se ven hoy los tiempos de desarrollo de un proyecto minero de cobre en EE.UU. Según un estudio de 2024 de S&P Global, se necesitan un promedio de 29 años desde el descubrimiento de un depósito de cobre en suelo estadounidense hasta el inicio de la producción. El tiempo de desarrollo más largo del mundo después de Zambia.
Pero algunos ven que acelerar permisos no será suficiente. "Incluso si Trump puede cumplir su promesa de acelerar los permisos, Estados Unidos todavía carecería de las operaciones clave de fundición y refinación para procesar todo ese mineral a nivel nacional", agrega el informe. "A menos que Estados Unidos invierta significativamente en infraestructura descendente, seguirá dependiendo de la refinación extranjera, socavando el objetivo de restaurar el liderazgo de la industria del cobre", afirma S&P Global. "La capacidad de refinación ahora muy deficiente", apuntan desde el Consejo Minero chileno.
Si bien la Casa Blanca presentó los nuevos aranceles como una forma de contrarrestar el dominio de China en el mercado global del cobre, Estados Unidos de hecho importa la mayor parte de su cobre refinado desde el continente americano.
Chile (69%), Canadá (17%), México (9%) y Perú (3%) representaron más del 90% de las importaciones de cobre refinado el año pasado, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Radiografía a la desacelerada industria del cobre en EE.UU. y que Trump busca cambiar A la espera del anuncio final del Mandatario, la producción del metal en EE.UU. va en caída libre desde hace más de una década. Pablo Rodillo M. Aranceles del 50%.