Ovinos: el 2025 podría ser una mejor temporada
Ovinos: el 2025 podría ser una mejor temporada D esde hace a l g u n o s a ñ o s, e l sector ovino ha estado complicado por precios bajos y una producción complicada, con rentabilidades que no han positivas. De hecho, la temporada de 2024 fue la de menor faenamiento de ovejas en 20 años. La buena noticia es que la temporada 2025 vendría con mejores expectativas.
Mejores condiciones climáticas en Magallanes en donde durante este 2024 se registraron más lluvias, mejoraron la condición de los pastos y dejaron más agua disponible para los animales, lo que permite un mejor crecimiento; además de la mejor proyección de precios en el mercado internacional, trae esperanzas de mejorar la calidad y cantidad de animales. El sector ganadero ovino ha experimentado cambios significativos a lo largo de las décadas. En el pasado, Chile llegó a tener más de dos millones de cabezas de ganado, pero hoy en día ese número se ha reducido a menos de un millón.
Esta disminución también se refleja en regiones como Magallanes, específicamente en Coyhaique y Punta Arenas, donde en su momento se alcanzaron cifras cercanas a los dos millones de cabezas, una cifra muy lejana a la realidad actual. "Si bien el último año tuvimos una pluviometría cercana a lo normal, durante los últimos años ha sido un problema severo.
La magnitud de esta crisis se evidencia al analizar los datos de los censos agropecuarios: el censo de 2007 reportaba una población de 2,2 millones de ovinos, mientras que el de 2021 registró solo 1,4 millones. Esto representa una disminución del 36% en la masa ovina, lo que da cuenta de la gravedad de la situación. Es importante destacar que este último censo no incluye el impacto del año 2022, que también fue muy complicado debido a la sequía, lo que agravó aún más la crisis y redujo la dotación ganadera.
Estimo que hoy en día la población ovina podría haberse reducido a un millón de animales", explica Gerardo Otzen, presidente de la Asociación de Ganaderos de Magallanes (Asogama). Son diferentes factores tales como los efectos del cambio climático, la sobrepoblación de especies como el guanaco, el poco control de perros asilvestrados y los precios que marca el mercado internacional los que han hecho que la producción caiga. A ello se ha sumado un mercado que no acompaña. "En términos de exportación, los mercados se centran principalmente en carne, lana y cuero. Sin embargo, el sector ha enfrentado desafíos climáticos y económicos recientes. El año pasado se venía saliendo de una sequía prolongada que duró más de tres años. Aunque la primavera fue algo más favorable y el invierno tuvo más lluvias, los precios internacionales impactaron negativamente", explica Juan García, gerente general de la Sociedad Agrícola Comercial e Industrial Teraile S.A.
En la actualidad, la producción ovina nacional está destinada principalmente a carne, mientras que la lana, ha continuado cayendo. "Desde la década de los 60, cuando se inventó el nylon, el mercado de la lana ha enfrentado una tendencia sostenida a la baja. Actualmente, se ha convertido en un producto de nicho, demandado principalmente por su alta calidad y finura. Para las lanas más gruesas, el panorama es desalentador, lo que refuerza la dependencia del sistema en la carne como principal motor económico del sector", explica Juan García.
CARNE: 2024, EL PEOR AÑO Para la carne ovina, el 2024 fue negativo no solo porque en Chile cayó la producción, lo que llevó a que fuera el con peor faenamiento de los últimos 20 años, sino porque los precios internacionales tampoco fueron un incentivo. "En cuanto a la producción, considero que contamos con buenas razas y carne de calidad. Sin embargo, el problema radica en los precios, que han mostrado una gran fluctuación. Durante la pandemia, los precios fueron altos debido a la abundancia de dinero circulante, pero ahora estamos volviendo a una realidad donde los precios han bajado considerablemente. En 2024, el faenamiento de ovejas fue el peor de los últimos 20 años. Sin embargo, para esta temporada, las condiciones climáticas de Magallanes ayudaron a la crianza y aumento de peso de los ovinos, y los precios en el mercado internacional se observan con una leve alza. CATALINA PINELA ESPINOZA Magallanes sigue siendo la región con mayor producción de ovinos del país. ARNALDO GUERRA Ovinos: el 2025 podría ser una mejor temporada. Ovinos: el 2025 podría ser una mejor temporada Esto nos lleva a enfrentar otro desafío importante: el costo de los insumos. No se trata solo de la alimentación, sino también de los medicamentos necesarios para la producción, como antiparasitarios, vacunas y otros elementos esenciales.
Estos insumos han mantenido sus altos precios, lo que genera una situación compleja, ya que, aunque los corderos están más baratos, los costos de producción no han disminuido", agrega Felix Cancino, presidente de la Federación de Ovinos y Caprinos de Chile.
Por ejemplo, Nueva Zelanda estaría este año con valores de 4,55 US$/kg para corderos de 14 kilos, un valor más alto que del año 2024 que fue de 3,5 US$/kg canal para corderos del mismo peso. "En 2021 y 2022, el cordero se comercializó entre 4 y 5 dólares el kilo canal. En 2023, el promedio fue de 4 dólares, mientras que el año pasado bajó a 3,6 dólares el kilo canal.
Para este año, se esperaba una recuperación basada en algunos cambios en el mercado internacional y en la salida de ciertos actores, pero aunque los resultados serán un poco mejores que los del año pasado, siguen estando por debajo de las expectativas del sector", comenta García.
CHINA, EL PRINCIPAL IMPORTADOR DE LANA Si bien, la lana como producto comercial ha venido en decadencia, porque los precios no son los suficientes para pagar sus costos, aún sigue siendo parte importante de la cadena del rubro.
Sin embargo, la exportación de lanas con destino a Europa ha cambiado y ahora el principal importador de lana chilena es China. "El precio de la lana, especialmente las lanas gruesas que predominan en Magallanes, es extremadamente bajo. Estos precios apenas alcanzan para cubrir los costos del esquileo. Por otro lado, las lanas finas, de 21 a 22 micras, tienen un precio dos o tres veces mayor que la lana gruesa. Sin embargo, incluso en este caso, no estamos hablando de precios particularmente altos. Es importante mencionar que el mercado de la lana no depende de Chile, ya que es un mercado global. En este contexto, países como Nueva Zelanda y Australia son los principales productores de ovinos y lana, mientras que China se posiciona como el principal comprador. Además, nuestra ubicación geográfica, en el extremo sur del mundo, implica un alto costo de los fletes que impacta directamente en nuestra competitividad", comenta Otzen.
La pandemia fue una de las causas que provocaron un retroceso de su valor comercial. "La exportación de lana en Chile que había presentado un comportamiento al alza desde el 2010 y hasta la pandemia, casi rozando los 33 millones de dólares el 2019, no ha logrado recuperarse desde esta y sus niveles de precio de exportación promedio bajaron más de la mitad producto de la crisis pandémica que afectó a los mercados globales, así como también directamente con el cierre de la planta de Standard Wool (2021-22), en Magallanes, que generaba tops de lanas peinadas que alcanzaban casi el doble de precio que la lana esquilada sucia, producto que está siendo hoy el principal producto exportado", explica un extracto con datos entregados por Juan García.
PRINCIPALES PROBLEMAS La situación que vive el rubro ovino es provocada por diferentes factores, como las consecuencias del cambio climático que han hecho que se registren menos lluvias y afecte a la alimentación de los animales han contribuido a que muchos agricultores decidan cambiar de rubro o disminuir sus rebaños.
Por otra parte, en Magallanes, un problema particular es la sobrepoblación de guanacos, que si bien son animales provenientes de esta zona, no significarían un problema si es que el número de los mismos no fuera tan alto. "No consideramos que el guanaco en sí sea el problema, sino la cantidad de ellos presentes en la región. Estos animales tienen una característica que los favorece, pero que resulta perjudicial para nosotros: pueden saltar cercos, lo que les permite elegir dónde alimentarse. Este comportamiento de los guanacos, combinado con otros factores, ha contribuido a la disminución de la población ovina en la región. Es un tema complejo, con múltiples variables que influyen, y no es sencillo de resolver con una medida aislada", explica Otzen.
A esto se le suma la cantidad de depredadores silvestres que hay en las diferentes zonas, como los perros asilvestrados que representan un peligro constante para los rebaños. "Otro problema significativo es el aumento de los depredadores silvestres, como los carnívoros nativos y el puma colorado, que causan graves daños en ciertas zonas de la región. Además, en áreas cercanas a ciudades o pueblos tanto en Magallanes como en Argentina, los perros sin control representan una amenaza importante para la ganadería", menciona Otzen.
LA NECESIDAD DE MODIFICAR LA LEY CHOLITO Hace un tiempo que la Federación de Ovinos y Caprinos de Chile trabaja en modificar la Ley de Tenencia Responsable de Mascotas y Animales, también conocida como Ley Cholito, que si bien busca proteger a los animales, significa un problema para los agricultores debido a la falta de claridad para situaciones como el aumento de perros asilvestrados o que, aun teniendo dueños, son dejados libres. "Un problema recurrente en la región es el ataque de perros con dueños descuidados. Lamentablemente, la legislación actual, conocida como Ley Cholito, está diseñada con un enfoque muy urbano, lo que deja desprotegidos a los productores rurales. En abril de 2024, se intentó introducir una modificación a esta ley que habría proporcionado más herramientas para proteger a los productores, especialmente a los pequeños ganaderos. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada, dejando a los afectados sin soluciones efectivas ante este problema que sigue afectando gravemente a la actividad ganadera en la región", agrega Felix Cancino..