COLUMNAS DE OPINIÓN: Patrimonio, cultura y seguridad pública
COLUMNAS DE OPINIÓN: Patrimonio, cultura y seguridad pública Claudio martínez direCtor regional de patrimonio E n medio del debate por el recorte presupuestario de $7.064 millones que hizo el Ejecutivo al Ministerio Público para 2025, lo que ha sido calificado como un sin sentido en plena crisis de inseguridad, donde la fiscalía es clave para combatir la escalada criminal, sectores de la oposición salieron de inmediato a solicitar que no se hagan recortes en los organismos de seguridad, sino que en cultura. Si bien parece razonable la preocupación por la seguridad, no parece que sea justo poner a seguridad y cultura como antagónicos para resolver un problema presupuestario. Esta afirmación nace probablemente fruto del desconocimiento o de una visión unívoca del tema de la delincuencia y la seguridad. Esta se resuelve según dicha perspectiva a través del castigo y más castigo, al estilo Bukele en El Salvador, solución que muchos parecen desear. Lo cierto es que el patrimonio y la cultura son complementarios a la seguridad pública, es más, contribuyen a ello.
El presidente de la República, Gabriel Boric da en el clavo cuando dice que "los países que logran desarrollarse con mayor plenitud son los que son capaces En medio del debate por el recorte presupuestario, sectores de la oposición salieron de inmediato a solicitar que no se hagan recortes en los organismos de seguridad, sino que en cultura.
Si bien parece razonable la preocupación por la seguridad, no parece que sea justo poner a seguridad y cultura como antagónicos para resolver un problema presupuestario. de mirar al largo plazo". Ahí, en esa categoría de mirada están precisamente la educación, la ciencia, la cultura. Es bueno recurrir a algunos ejemplos que respaldan este punto de vista y la tesis de que el patrimonio y la cultura son parte de los procesos de seguridad ciudadana.
Sin ir más lejos, en Chillán, en el barrio Ultraestación y en el entorno a la Iglesia Los Carmelitos, de manera progresiva, se instaló un sensación de inseguridad entre los residentes que de pronto se trasformó en inseguridad real por diferentes delitos cometidos en sus entornos. Esto debido al abandono de las antiguas bodegas de ferrocarriles y del espacio público próximo al convento e iglesia Los Carmelitos. Allí anidaban todo tipo de incivilidades.
El solo anuncio de la construcción del museo regional en el Parque Ultra estación y de la biblioteca y archivo en el convento y en los sitios aledaños, cambió la percepción de inseguridad de los vecinos, que se acercaron a la autoridad a celebrar la cuantiosa inversión en infraestructura cultural que se avecina en el sector. Los que creen que la solución al problema de la delincuencia es sólo el castigo, no dudan en criticar esta inversión, a la cual seguro la califican de no prioritaria.
Los hechos demostrarán lo contrario, cuando esté construido el parque Ultraestación, el museo, biblioteca y el archivo regional, junto a la recuperación de la iglesia, en una explanad abierta a la comunidad, ese sector de Chillán no sólo será muy atractivo, sino que con toda seguridad de los más seguro.
Por otra parte, en el ámbito de la reinserción de delincuentes juveniles y adultos jóvenes, está absolutamente comprobado el efecto terapéutico que generan en las conductas de este segmento de la población, el arte en todas sus expresiones, teatro, música, pintura literatura etc. Invertir en programas culturales y artísticos para este segmento y también para toda la comunidad de jóvenes en riesgo social, es invertir en seguridad. Así como la inversión en infraestructura cultural también es invertir en seguridad. Tal como dice el primer mandatario chileno son miradas a más largo plazo, pero de una efectividad garantizada. Por ello, la discusión no puede ni debe poner en las antípodas a la seguridad y a la cultura y el patrimonio. Los países que logran mejores índices de desarrollo son aquellos en que ambos conceptos van de la mano..