Editorial: Un apagón que paralizó a Chile
Editorial: Un apagón que paralizó a Chile 0Editorialon pocos los eventos, programados oimprevistos, que de alguna manera logran unir al país.
Los hay de tipo político, como las elecciones; los de entretenimiento, entre los que el Festival de Viña del Mar lleva por lejos la delantera; y aquellos en que la naturaleza o errores humanos provocan enormes descalabros en este frágil país.
En este último ítem están los terremotos, tsunamis, inundaciones, aluviones y megaincendios, junto con los apagones que producto de los citados desastres naturales o por otra causa todavía indeterminada (como el del martes pasado), dejan a oscuras a buena parte del territorio nacional. Todos esos eventos conmocionan al país. Unen, preocupan y/o conmocionan, como el corte del suministro eléctrico del martes pasado.
Ese día, bastó que la interrupción de la luz se extendiera más de la cuenta para que comenzara a surgir la inquietud entre la ciudadanía, agobiada durante varias horas por la escasa comunicación del Gobierno, la incertidumbre sobre las causas de la falla y, lo que todos esperaban, la incerteza sobre el horario en que se repondría un servicio tan básico como la electricidad.
Y como ocurre durante o después de cada uno de esos eventos unificadores de la nación, al poco rato comenzaron a escucharse o leerse esas frases grandilocuentes y llenas de voluntarismo que, en rigor, poco ayudan en un catástrofe de este tipo, y que demuestran más un afán amateur que una conducta profesional cuando se trata de guiar a un país en momentos de calamidad.
Lo que se espera ahora es, además de averiguar las causas y determinar las responsabilidades, que haya una discusión en serio acerca del estado de la industria energética nacional, la capacidad regulatoria del Estado y la promoción de las inversiones que con urgencia se necesitan en las áreas de generación, transmisión y distribución.
Hay demasiadas señas respecto de inversiones paralizadas por culpa de la permisología y de una burocracia ambiental que no logra comprender a cabalidad cuánto pierde el país cuando se dejan pasar las oportunidades de desarrollo sustentable que, a la larga, le llevan bienestar a la población.
Es lo mismo quele ha pasado a la Región de Los Lagos en materia de acuicultura u obras de infraestructura, por ejemplo, y quese ha demostrado con escándalo esta semana con el apagón en casi todo Chile.. Se requiere con urgencia que, además de dilucidar las causas, el paísretome la senda delas inversiones para superar su fragilidad. Editorial