Autor: Hardy Knittel
Hardy Knitel
Bachiller en historia
COLUMNAS DE OPINIÓN: Donald Trump venía en serio
COLUMNAS DE OPINIÓN: Donald Trump venía en serio Hardy Knittel Bachiller en historia a ascensión de Donald L Trump como cuadragésimoséptimo Presidente delos Estados Unidos dominó elescenario noticioso mundial durante toda la semana. Quizás en Chile nose le consideró con la misma importancia porque aquí tendemos, casi sin darnoscuenta, amirarnos más nosotros mismos que a lo que hay en nuestro derredor. Sin embargo, aún con esa indiferencia quea veces noscaracteriza, el fenómeno también se llevó titulares y crónicas. Noesraro que la llegada de un nuevo Presidente a la Casa Blanca concite la atención mundial. Siempre ha habido curiosidad, muchas veces esperanzas y como ocurrióenalgunos casos como con John Kennedy debido a su juventud y glamour y con Barak Obama debido al color de su piel, con simpatía. Esta vez, adiferencia de todas las anteriores, el sentimiento dominante hasido de cierto temor.
Y es que afirmaciones que incluso movían a risa por lo desproporcionadas, amenazas que sonaban más bien a bravatas de campaña oideasquepodían parecer ridículas o propias deunacultura de hace dos otressiglos, súbitamente y me atrevo a decir brutalmente, a partir del lunes pasado se mostraron como convicciones profundas de una persona que desde ese día tiene la capacidad efectiva de llevarlas a la práctica. Delo que nos enteramos desde el 20 de enero, es que Donald Trump vieneenserio.
DISCURSO INAUGURAL Esolo dejó más queclaro en su discurso inaugural, dicho sólo a uno o dos metros de distancia de dondelo escuchaban pacientemente el Presidente saliente Joe Biden y su vicepresidenta, Kamala Harris, a los cuales enrostró todos losmales queél afirmaaquejan asu país. Males provocados por las dos personas que lo escuchaban, pero también por los ex presidentes George W. Bush, Clinton y Obama, que también lo escuchaban sólo unos metros Donald Trump venía en serio másallá. Y no sólo eso: saliendo del acto inaugural fuea sus nuevas oficinas (redecoradas con colores dorados) y firmó órdenes ejecutivas que iniciaban operaciones relativas a muchas de ellas. Entre muchas resoluciones, firmó el retiro de su país dela OMS, del Acuerdo de París, y además no puedenexistir más conceptos transgéneros enreparticiones federales. Entre lo que está dispuesto a hacer se encuentra el provocar, sin medir las consecuencias, alotro coloso mundial de nuestros días, China. Hasta ahora esas acciones parecen asumir sólo las formas de una "guerra comercial" conla imposición de aranceles desproporcionados a productos chinos, pero así es como comienzan esas cosas sin saberse como van a terminar. Y aunque seasólo en un "guerra" econó: mica, las víctimas colaterales serán muchas y en todo el mundo.
Porque lo que Trump se propones impedir la entrada de productos chinos de donde quiera que estos vengan; así, si una empresa china es socia del Estado chileno en la explotación dellitio, ese producto quedaría gravado con aranceles prohibitivosen Estados Unidos, con el consiguiente daño a los socios chinos del Estado chileno, pero sobre todo con un gigantesco daño para toda la economía chilena. Y lo mismo puede decirse respecto a otras exportaciones chilenas hacia los Estados Unidos, quizás en proporciones no tanimportantescomo años atrásque siguen exportándose hacia el gigante del norte. OTRAS MEDIDAS Otra de esas medidas declara organizacionesterroristas a algunos carteles del narcotráfico, incluido nuestro conocido Tren de Aragua.
Es posible que acciones como las que esa organización criminal ha ejecutado en Chile, como el asesinato del teniente Ronald Ojeda presumiblemente por un encargo político proveniente desde el régimen de Venezuela, según las hipótesis que trabaja la PD! y la Fiscalía, podrían consideEn En "LO CIERTO ES QUE TODO INDICA QUE EL PRESIDENTE TRUMP LLEVARÁ A LA PRÁCTICA UNA POLÍTICA QUE"LO CIERTO ES QUE TODO INDICA QUE EL PRESIDENTE TRUMP LLEVARÁ A LA PRÁCTICA UNA POLÍTICA QUE"LO CIERTO ES QUE TODO INDICA QUE EL PRESIDENTE TRUMP LLEVARÁ A LA PRÁCTICA UNA POLÍTICA QUErarse actos terroristas.
Pero lo queresulta porlo menos preocupantees quesobrela base de esa definición incluida en una orden ejecutiva, de acuerdo con la legislación de los Estados Unidosese país puede perseguir y atacar a los carteles donde quiera que ellos se encuentren.
Una decisión como esa, desde luego, debe tener a la Presidenta de México y atodos los mexicanos conlos pelos de punta, pues mañana o pasado mañana, aviones, helicópteros, drones o fuerzas de tierra podrían atacar a esos carteles enSinaloa, Jalisco oen otro lugar de México sin importarles estar pasando a llevar la soberanía de su vecino. (Es cosa de recordar cuando atraparon y dieron muerte a Osama Bin Laden en Pakis1án). CUALQUIERA LLAMARÍA EXTRAVAGANTE, AUNQUE ÉL SE LA TOMA MUY EN SERIO", SEÑALA KNITTEL.
EN RIESGO Pero no sólo México: algo así podría pasar en Colombia, en Venezuela, Argentina Bolivia o dónde sea que la primera potencia militar del mundo decidaquedebe actuar para terminar con los terroristas del narcotráfico... incluido Chile por aquello del Tren de Aragua.
O en Panamá, donde Trump amenaza con apropiarse del Canal porque supuestamente está controlado por inversionistas chinos y pone en riesgo laseguridad de EE.UU. ¿Y qué decir de la decisión de declarar situación de emergencia ala frontera sur? ¿ Con la decisión de deportar a cientos de miles de personas a través deesafrontera, provocando la que quizás vaya aserlamásterrible crisis humanitaria conocida hasta ahora? Una tragedia en relación con la cual él y su en relación con la cual él y su gobierno probablemente se lavarán las manos, pues será un problema para México, para las Naciones Unidas, para la CruzRojao paracualquier otro que no sea quien tomó la terrible decisión.
Frente a esa posibilidad la obispa Mariann Edgar Budde, cabeza dela Diócesis Episcopal de Washington D.C., en unser¡ oso al que asistieron "Trump y su esposa el pasado martes, le pidió que tuviera "clemencia" con migrantes y personas de la comunidad LGBT del país que seguramente estaban sintiendo temor en esos momentos. Hablando de los migrantes le recordó que "son las personas que recogen nuestras cose chas, limpian nuestras oficinas, trabajan en nuestras granjas avícolas y plantas empacadoras de carne. Que lavan los doras de carne.
Que lavan los platos después de que comemos en los restaurantes y trabajan los turnos de noche en los hospitales". La reacción de "Trump al terminar el oficio y ser preguntado por la prensa fue: "No me pareció un buen servicio. Podrían hacerlo mucho mejor". Y eso fue todo. Locierto es que todoindica queel Presidente Trumpllevaráala práctica una política que cualquiera llamaría extravagante, aunque él se la toma muy en serio.
Una política que propone soluciones simples a problemas complejos (algo que en todas partes se conoce como "populismo") y que amenaza con llevar al mundo de regreso al mercantilismo quese practicaba enel siglo18 y 19, con protecciones económicas, rechazo al extranjero, militarismo exagerado, ninguna aceptación a la diversidad humana y el ejercicio del gobierno practicado directamente por los más ricos (o sea, lo queantes se conocía como plutocracia). Y sí, eso no puede sino motivar temorenel mundo entero. "NI UNA SOLA VEZ" En su discurso inaugural, Donald Trump no mencionó ni una sola vez a América Latina, lo que desuyo es una desconsideración: después de todo los latinoamericanos somos sus vecinos directos.
En otro momento, mástarde, síserefirióa nosotros para decir que no nos necesita, que somos nosotros los que necesitamos a Estados Unidos, aunque probablemente pensaba que lo necesitábamosaél. ¿Debiéramos preocuparnos acá en Chile por todo ello? Yo creo quesí. No sólo porque existen decisiones que ya está tomando que nos perjudican directamente, sino porque somos parte de la comunidad mundial cuya convivencia puede ser finalmente lastimada por esas decisiones.
Tal vez en otra columna trataremos de reflexionar porqué alguien como Donald Trump gana la Presidencia dela mayor potencia del mundo, porque sin duda suficientes motivos habrán tenido los electores norteamericanos que le otorgaron sólidas mayorías tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado. Sinconsiderar la adhesión y admiración que también genera en otros líderes y países sus políticas tan disruptivas. Lo quesí ya sabemos es que Trump! llegóa susegundo período másrecargado y radical, yeraenseriotodolo que prometía en su campaña. s.