COLUMNAS DE OPINIÓN: Trump vuelve más poderoso
COLUMNAS DE OPINIÓN: Trump vuelve más poderoso uatro años después de su bochornosa despedida de Washington, con aquel acto masivo donde empujó a sus seguidores a asaltar el Capitolio, Donald Trump vuelve, aparentemente, con mucho más poder que el que dispuso en su primer mandato. La primera vez que fue electo, en 2016, Trump era considerado un outsider del si tema político, sin capacidad realpara intervenir de manera determinante en el funcionamiento del gobierno federal. Varias de sus ideas más audaces, o disparatadas, fueron frenadas por los tribunales o incluso por sus propios consejeros y asesores. Al dejar el cargo, además, su responsabilidad en el ataque del 6 de enero lo convirtió en un paria político, cuyo destino, supuesto, era la cárcel. La contundente victoria electoral de noviembre, sin embargo, ofreció a Trump un aura de legitimidad que hace ocho años no tenía. Sus antiguos adversarios --fa nes disidentes del partido republicano, grandes empresarios, la prensa e incluso buena parte de los líderes demócratas--han ido, uno a uno, cediendo en sus reparos.
Antiguos críticos del mandatario, como Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, viajaron al cuartel del presidente electo en Mar-aal cuartel del presidente electo en Mar-aal cuartel del presidente electo en Mar-aal cuartel del presidente electo en Mar-aal cuartel del presidente electo en Mar-aal cuartel del presidente electo en Mar-aal cuartel del presidente electo en Mar-aal cuartel del presidente electo en Mar-alolo"Antiguos adversarios, en la política, el mundo empresarial y los medios de comunicación, han ido uno a uno cediendo en sus reparos". Lago, Florida, a ofrecerle sus respetos. Otros magnates y grandes ejecutivos tecnológicos, como Bill Gates, también lo visitaron, mientras empresas como Microsoft, Google, Meta, Boeing o Uber, entre otras, hicieron millonarias donaciones para el cambio de mando. El ánimo frente al nuevo presidente no sólo ha cambiado entre los más poderosos, sino también en el pueblo llano.
Si hace ocho años la «marcha de las mujeres», organizada para protestar por la primera asunción de Trump, reunió a medio millón de personas en Washington, este sábado, la «marcha del pueblo», con un objetivo similar, apenas reunió unas 25 mil personas.
Algo parecido ha ocurrido con la prensa; dos de los periodistas más críticos de Trump en su primer mandato, Joe Scarborough y Mika Brzezinski, de la cadena MSNBC, también viajaron a Palm Beach, MSNBC, también viajaron a Palm Beach, MSNBC, también viajaron a Palm Beach, mientras CNN decidió mover a Jim Acosta, uno de sus presentadores estrella, que mantuvo duras enfrentamientos con el presidente, a un horario de menor sintonía. Otra cadena, ABC, eligió pagar a Trump 15 millones de dólares para cerrar una demanda por difamación, y CBS podría hacer lo mismo próximamente. No son la cantidad de votos que obtuvo, ni la debilidad de sus opositores y adversarios, las únicas razones que vuelven a Trump más poderoso que nunca.
A diferencia de cuatro años, cuando no tenía un plan definido ni un equipo que lo acompañara para gobernar, el nuevo presidente llega ahora empoderado, con un plan nítido para desmantelar lo que llama el Estado profundo y, de la mano de Elon Musk, desregular la economía. Como señaló un editorial de The New York Times, Trump no ha dudado en intimidar a todos quienes pudiesen representar un límite para sus propósitos, incluyendo congresistas, gobernadores, jueces, empresarios y medios de comunicación.
De la integridad del sistema de controles y contrapesos, que ha mantenido sólida la democracia estadounidense por más de 200 años, depende ahora que Trump pueda cumplir los propósitos para los cuales fue elegido dentro del marco de la ley y la Constitución. y la Constitución..