COLUMNAS DE OPINIÓN: Becas a ninguna parte
COLUMNAS DE OPINIÓN: Becas a ninguna parte OPINIÓN Becas a ninguna parte Ad portas de una nueva discusión sobrela Ley de Presupuestos para el año 2026, esimperativo revisar detenidamente el gasto del Estado.
En un paíscon recursos finitos y necesidades urgentes, la inversión estatal del año 2025 de más de 25 mil millones de pesos en Becas Chile (Dipres 2025)-el equivalente aloqueaportael fisco a más desiete Servicios Locales de Educación (SLEP) o casi el cuádrupledelo que se otorgó al Servicio Nacional de Migraciones en 2024 nos obliga a cuestionar en qué está gastando el dinero el Estado. ¿Estamos obteniendoel retorno esperado o finan ciamos un lujo que ya no podemos permitirnos? Esta duda crece al observar cómo la promesa de un capital humano que revolucionaría nuestra econoque revolucionaría nuestra economía se pone en disputa.
Hoy vemos una "inflación de credenciales": el aumento de postgraduados, impulsado por las becas, no ha sido acom: pañado en su totalidad por una demanda laboral (Araki 2022). El resultado, es una depreciación del retorno salarial; un magíster ya no garantiza el salto económico de antes.
El Estado invierte sumas millonariasen formarespecialistas para un mercado que no los absorbe, considerando quela tasa de desocupaciónen Chileseubicóen8,9% duTante el trimestre abril junio de 2025, diluyendo elimpacto del gastofiscal y la promesa de desarrollo (INE 2025). Por consecuencia, ¿Por qué noredirigirel financiamiento estatal a vna fusión público-privada?El caso exitoso de Japón, donde su sistema de becas es financiado tanto porel Estado como por las empresas que quieran aportaralcapital humano-osegún la necesidad de la industria --se configura como un referenteen momentos donde el crecimiento económico nacional se enlentece. Así, si Chile buscara un modelo similar, se podría delimitar de forma máseficaz los objetivos de estudios entérminos de conocimiento y productividad nacional. El desafío noradica eneliminarel financiamiento de estudios de postgrado, sino en optimizar su asignación. Se requiere una transición des de un modelo de gasto generalizado hacia una inversión estratégica y focalizada, coherente con las necesidadesnacionales y larealidad fiscal.
Si bien el objetivo inicial de enviara losmejorestalentosa universidades de élite sigue "vigente", es crucial de élite sigue "vigente", es crucial "En un país con recursos finitos y necesidades urgentes, la inversión estatal del año 2025 de más de 25 mil millones de pesos en Becas Chile nos obliga a cuestionar en qué está gastando el dinero el Estado. ¿Estamos obteniendo el retorno esperado o financiamos un lujo que ya no podemos permitirnos?". fortalecerlos criterios que definen dicha excelencia y evitarla erosión derigurosidad. Necesitamos un sistema que ali vielasarcas fiscales, midasuimpactoyse alineecon las necesidades del país, buscando garantizar que el dinero invertido se traduzca en desarrollo tangible y fructífero tanto paralasociedadcómo elindividuo. Así, se hace evidente el menester de repensar el sistema. Transfor mándolo en un instrumento de in versión inteligente, un motor que mida su éxito no por el número de diplomas, sino porsu capacidad de generarinnoyación, empleo deca ¡ dad y soluciones cuantificables parael país. Delo contrario, seguiremosfinanciando con entusiasmo una costosa beca que nollevaa ninguna parte. María del Pilar Quintana Investigadora asistente Centro de Estudios Públicos (CEP) Públicos (CEP). - -