Autor: Juan Carlos Pérez de La Maza *
COLUMNAS DE OPINIÓN: El cambiante mundo de allá afuera
COLUMNAS DE OPINIÓN: El cambiante mundo de allá afuera Aunque Aunque le asombre al Lector, Lector, el mundo se mueve independientemente de lo que ocurra con los precandidatos presidenciales, presidenciales, con el Festival de Viña o con el suministro eléctrico, acá en Chile. Es que, porfiadamente, el mundo sigue girando, a veces hacia adelante y otras hacia atrás, con una pasmosa e irritante irritante independencia de lo que nos acontece. acontece. No somos nada, pareciera ser. Por eso, con el ego nacional dolorido, debemos resignarnos, observar lo que ocurre allá afuera e intentar entrever el futuro. Si es que lo hay.
Y lo más importante: ¿ cómo va a evolucionar el mundo? O sea, ¿cuál es el futuro de la democracia? ¿ Cómo será la nueva economía que se avizora y qué oportunidad oportunidad tenemos de insertarnos en ella? ¿ Cuál es el porvenir de la distribución del poder, el equilibrio de las fuerzas y, en especial, cómo se configurará el nuevo orden mundial que parece cambiar cambiar cada década? Como, a veces, es bueno reducir las cosas a simples números, comencemos comencemos diciendo que hoy en el mundo pareciera haber tres grandes potencias. potencias. Y, de ellas, sólo una es democrática. democrática. Si concordamos en las características características esenciales de aquel sistema, también convendremos en que lo que existe en China no es democracia. Ni tampoco lo es el sistema que Putin ha impuesto en Rusia. Que en ambos palses palses se mantenga la ritualidad electoral no significa más que vestir de seda a la mona. Así, con desconsuelo, debemos debemos concluir que sólo Estados Unidos Unidos mantiene el sello democrático. Una democracia maltrecha, criticada, puesta a prueba por Trump y sus excesos excesos personalistas, pero democracia aún. Siguiendo con los números, habría que ver quiénes se sitúan en el peldaño peldaño siguiente de esta suerte de ranking de potencias mundiales. Ese segundo segundo escalón tiene más países. Algunos consolidados y otros aspirantes. Entre los primeros, sólidamente asentados en ese lugar, Europa, tratada como un todo. Ese continente, que hoy vive de las glorias pasadas y de sus aportes innegables innegables a la cultura occidental, tiene que soportar ser “el jamón del sándwich” sándwich” entre Estados Unidos y Rusia. Incómodo, pero es la ubicación que le tocó en el mapa. Y en la geopolítica del poder. India es, sin duda, otro miembro miembro de este segundo peldaño.
Con su población y su potencial económico podría aspirar a más, pero pareciera ser un gigante que, dormido o no, junta junta fuerzas para mañana (cuando despierte, despierte, China se pondrá muy nerviosa). nerviosa). Los países árabes podrían aspirar a este peldaño, empinados en sus pozos de petróleo, igual que Australia y Canadá, Canadá, parados sobre sus territorios. En este escalón, la democracia sobrevive con moderada fortaleza, con serias amenazas y escasas oportunidades. Por último, ya en el peldaño de la insignificancia insignificancia mundial, América Latina, Latina, África, el sudeste asiático y todos los demás. Algunos de quienes están allí pretenden, con esfuerzos colosales y saldos modestos, emular la democracia. democracia. Otros ni siquiera lo intentan y se conforman con lograr el pan de cada día.
En este contexto, y en este tercer peldaño en que nos situamos, cabe preguntarse ¿ qué puede hacer nuestro nuestro país para persistir y, ojalá, aspirar a que de una buena vez pudiéramos superar superar esta condición? Tantos empeños y energías para cuidar la democracia, tantos esfuerzos y desvelos para mejorar mejorar una feble economía, para que, de una plumada, un virus, una guerra o un capricho geopolítico de uno de los grandes, nos corte esas aspiraciones.
Por eso, la pregunta esencial es ¿ bajo cuál paraguas debiéramos guarecernos? guarecernos? ¿ Nos conviene mantener la tradicional tradicional cercanía con Estados Unidos, pese a sus desaires? ¿ No sería más conveniente conveniente estrechar vínculos con China? China? ¿ Habremos de integrarnos a una especie de organización “de los que sobran” sobran” en el reparto mundial, como ya lo intentan algunos países? Cuando se levanta la mirada y se logra logra observar ese ancho y ajeno mundo exterior, se constata que, mientras aquí algunos se ocupan de inveteradas rencillas rencillas electorales con mucho interés y pocas ideas, otros debaten de manera interminable la conveniencia de más o menos Estado en la economía y muchos muchos cantan y bailan al ritmo de fugaces fugaces estrellas del espectáculo, allá afuera se perciben cambios políticos, sociales y económicos sustanciales que nos alejan alejan de unos esquemas que terminaron hace 25 años y nosotros, todavía, no nos damos cuenta. * Licenciado en Historia. Egresado de Derecho. El cambiante mundo de allá afuera Juan Carlos Pérez de La Maza *.