Entre una cohabitación compleja y la incertidumbre, Francia vota en elecciones clave
Entre una cohabitación compleja y la incertidumbre, Francia vota en elecciones clave N o importa que las recientes elecciones europeas hayan dado una importante muestra de cómo está el escenario electoral francés, ni que las encuestas reflejen a un claro favorito, ni tampoco el desempeño que han tenido los principales rostros políticos en los últimos días. Nada parece hacer que Francia salga de la incertidumbre con la que afronta hoy unas elecciones legislativas clave.
En la que será hoy la primera vuelta de unos comicios que muchos califican como un "salto al vacío", los resultados pueden acercar a la nación a una serie de complejos escenarios como una incómoda cohabitación entre el Presidente Emmanuel Macron y la extrema derecha de Reagrupación Nacional (RN), o a un bloqueo institucional que complique aún más el panorama, en una votación que a su vez amenaza con consolidar una fractura del escenario político local.
Macron justificó el adelanto de las elecciones como un paso necesario para "aclarar la situación" política del país, tras la estrepitosa derrota de su sector en las europarlamentarias a manos de RN, pero las casi nulas chances de que el macronismo triunfe y el buen momento del partido de Marine Le Pen han hecho crecer la idea de que Francia enfrentará un escenario de cohabitación, que, sin embargo, poco ayuda para esclarecer las dudas sobre el futuro del país.
Durante la V República (instaurada en 1958), Francia ya ha tenido tres experiencias de cohabitación --término utilizado en Francia para cuando se da la situación en la que el Presidente y el primer ministro provienen de sectores que se oponen entre sí--, pero un fenómeno así con Macron (centro) y el candidato a primer ministro de RN, Jordan Bardella, plantea interrogantes sobre cuán efectivo podría ser esta relación.
En primer lugar, ni siquiera un triunfo de RN en las legislativas aseguraría un escenario de cohabitación, ante la insistencia de Bardella de que para buscar el cargo de primer ministro necesitará una mayoría absoluta, algo que, de momento, quedaría lejos para una formación que lideró todas las encuestas antes de la primera vuelta de hoy, pero solo alcanzó en torno a un 35% de intención de voto, seguida por la coalición de izquierda del Nuevo Frente Popular (28%) y la coalición Juntos (20%) que encabeza el macronismo.
Incluso si RN lograse una mayoría absoluta, o si Bardella se retractase de su gran condición y aceptara ser primer ministro con una mayoría relativa en la Asamblea Nacional (Legislativo, de 577 escaños), la cohabitación no asoma como una opción fácil para lo que queda del actual gobierno, que según Macron terminará sí o sí en la fecha programada para el fin de su mandato, en mayo de 2027. Esto, ante el fuerte antagonismo que desde hace años mantienen el Presidente con RN, escenificado en el enfrentamiento constante entre Macron y Le Pen, y al que se ha sumado ahora Bardella.
Y aunque el dirigente de 28 años aseguró que en un eventual gobierno con él como primer ministro será "respetuoso" con la función de jefe de Estado que cumple Macron, afirmó que mantendrá una postura "intransigente" con su agenda política centrada en temas como reducciones de impuestos, políticas de mano dura contra la migración y medidas de "preferencia nacional" para los franceses en áreas como trabajo y beneficios sociales, entre otras, con las cuales el Presidente no concuerda.
A su vez, la Constitución separa las funciones que cumplen ambas autoridades, con el Presidente encargado de temas como encabezar el consejo de ministros, firmar decretos y ordenanzas, ser comandante en jefe de las FF.AA., y dirigir buena parte de la política exterior; mientras que el primer ministro lidera la política interior y la acción del gobierno, está a cargo de la defensa nacional, y tiene el deber de garantizar la ejecución de leyes, las experiencias previas de cohabitación ya han dado muestras de grandes choques.
Ejemplos claros fueron las constantes tensiones que marcaron los tres escenarios de cohabitación que siempre protagonizaron conservadores y socialistas, con los casos del Presidente socialista François Mitterrand y el conservador Jacques Chirac como primer ministro entre 1986 y 1988, luego nuevamente con Mitterrand como mandatario y el conservador Edouard Balladur como premier, entre 1993 y 1995, y finalmente con Chirac en la presidencia y el socialista Lionel Jospin como jefe de Gobierno, entre 1997 y 2002. "Francia ya ha experimentado 3 cohabitaciones y el Presidente de la República siempre ha logrado imponerse.
Eso es lo que Macron espera, pero el contexto será sin duda diferente si es con un gobierno del RN", aseguró a "El Mercurio" Raphaël Porteilla, profesor de ciencia política de la Universidad de Borgoña, quien señaló que si bien "los franceses siempre han apreciado las cohabitaciones porque se situaban en el arco republicano y aseguraban una representación más equilibrada de las fuerzas", en este caso "el riesgo de un gobierno de RN será nuevo (sin experiencia y con un programa poco sólido en muchos puntos, especialmente financieros). Habrá resistencias dentro del servicio público y la alta administración, pero también en la sociedad civil.
Una forma de resistencia interna y una Francia dividida en dos o tres con quienes sin duda no harán nada (por miedo o por comodidad)". Fractura Aunque la idea de la cohabitación parece ser la que domina hoy la agenda pública en Francia, la incertidumbre también se da ante la posibilidad de que no haya mayorías que permitan gobernar con claridad a quien resulte ganador de los comicios, en especial dado que las tres primeras opciones según las encuestas (extrema derecha, centro e izquierda) no han dado grandes señales de una posible cooperación en caso de que se requieran coaliciones o alianzas. Esto podría llevar a un bloqueo institucional ante la imposibilidad de volver a disolver la Asamblea Nacional por al menos un año.
De confirmarse un resultado como el que plantean las encuestas --que aún puede variar de cara a una segunda vuelta a la que ingresan solo quienes logran más de un 12,5% de los votos de su respectiva circunscripción, y que en muchas ocasiones experimenta retiradas tras la primera vuelta--, Francia vería consolidado un escenario político muy fracturado y distanciado del que durante décadas protagonizaron la centroderecha y la centroizquierda.
Así, pasarían a ser la extrema derecha de RN y la coalición izquierdista liderada por La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon (extrema izquierda) las que representen las principales fuerzas políticas de Francia, mientras que el centro encabezado por el macronismo quedaría relegado a un segundo plano, profundizando aún más la fractura política. "La fuerza de RN se basa en gran medida en el hecho de que sus electores consideran que es el único partido que nunca ha ejercido el poder y que sería bueno darle su `oportunidad', a la evolución de las prioridades políticas en Francia que va en la dirección del discurso del RN, y a su estrategia de `desdiabolización' en los últimos años.
Mientras, la izquierda es bastante fuerte --pero mucho menos que el RN--, ya que ha sabido superar sus divisiones y desacuerdos para formar una alianza electoral (... ) Por último, el centro político, que es la familia política de Macron, es el que está muy debilitado y muy dividido. Y en suma, esta elección es la que marcará el fin del macronismo, lo que debilitará aún más al centro", afirmó a este diario Pierre Mathiot, exdirector de la Sciences Po de Lille.
Hoy se lleva a cabo la primera vuelta de las legislativas anticipadas: Entre una cohabitación compleja y la incertidumbre, Francia vota en elecciones clave JOSÉ TOMÁS TENORIO LABRA Corresponsal en España Los resultados podrían acercar al país a un escenario en el que Emmanuel Macron se vea obligado a compartir el poder con Reagrupación Nacional de Marine Le Pen, aunque también puede llevar a choques de poder, bloqueos y una fractura política mayor. LOS SONDEOS anticipan un escenario dividido en tres fuerzas políticas, con la extrema derecha a la cabeza. EFE/EPA ANTICIPO Los franceses residentes en América y en algunos de los territorios nacionales de ultramar empezaron a votar ayer en la primera vuelta legislativa..