Izquierda y macronismo frenan a la extrema derecha, pero Francia cae en la incertidumbre
Izquierda y macronismo frenan a la extrema derecha, pero Francia cae en la incertidumbre MÉLENCHON exigió a Macron que el próximo gobierno sea de la izquierda e impulse solo su programa. FRANCE PRESSE D el gran salto de la extrema derecha, a un sorpresivo avance de la izquierda más dura, Francia dio en cuestión de días un gran giro a su tablero político.
En la segunda vuelta de las legislativas ayer, el Nuevo Frente Popular (NFP), una coalición de izquierdas liderada por La Francia Insumisa, y el centro liderado por el macronismo de Juntos! consiguió su objetivo declarado de frenar a la extrema derecha de Agrupación Nacional (Rassemblement National, RN), que hasta hace pocos días parecía a punto de quedarse con una mayoría absoluta (289 bancas) que le permitiría gobernar en "cohabitación" con el Presidente Emmanuel Macron. Pero ahora, el escenario es también sumamente incierto con una Asamblea sin mayorías y posiblemente paralizada, por el escaso ánimo de negociar: 182 diputados para el NFP, 168 para Juntos! y 143 para RN.
El resultado es en parte consecuencia del acuerdo entre la izquierda y el centro para "bajar" candidaturas menos competitivas en aquellas circunscripciones donde había un balotaje de tres o cuatro postulantes, con la idea de que los votos de ambos sectores se sumaran en un "frente republicano" contra la extrema derecha. La propuesta parece haber movilizado al electorado, ya que los comicios marcaron una participación muy alta, en torno al 67 %, la mayor en varias décadas.
La estrategia ya se había utilizado en otras elecciones con la diferencia que en las otras oportunidades eran presidenciales y el sector ganador siempre fue la opción más cercana al centro. "Es la mayor sorpresa electoral de nuestra historia", resumió el politólogo Alain Duhamel en el canal BFM.
El imprevisto vuelco fue recibido con una explosión de alegría en la simbólica Plaza de la República por miles de simpatizantes de la izquierda que se habían congregado en su lugar habitual de concentración, dijo EFE. Lo que no fue una sorpresa es que el "frente republicano" tuvo una corta vida.
Una vez conocidos los resultados, el líder de La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), Jean-Luc Mélenchon, exigió al Presidente Emmanuel Macron nominar a un premier que venga del NFP, aunque la coalición solo tenga una mayoría relativa en la Asamblea.
Mélenchon aseguró que Francia evitó su "peor escenario posible", pero que también quedó clara "la derrota del Presidente y de su coalición". El líder de LFI rechazó además que su sector entable "cualquier tipo de negociación" o cooperación con Macron, y demandó al mandataro que en el próximo gobierno se aplique "el programa (del NFP) y solo su programa", incluyendo la derogación a la reforma de pensiones que el Presidente impulsó en 2023. Dentro de la coalición, LFI obtuvo la mayor cantidad de diputados con 74, más otros 3 militantes de la formación pero que fueron por fuera de la alianza.
Más prudente fue el expresidente socialista François Hollande, quien fue elegido diputado tras volver a la política activa en estas elecciones, y que reconoció que, sin mayoría absoluta, la izquierda debe mostrar "responsabilidad" para aplicar su programa y pacificar el país tras la fractura de la campaña. Queda ver cuánta fuerza tienen el Partido Socialista (ahora con 59 diputados), que hace años perdió la fuerza histórica que tuvo en la política francesa.
La carrera del sucesor queda en suspenso Visto como el probable sucesor de Macron al frente de las fuerzas centristas, el primer ministro Gabriel Attal --a sus 35 años, el jefe de gobierno más joven de Francia-anunció de inmediato que dimitirá hoy al cargo, aunque seguirá en sus funciones de manera provisional hasta la formación de un nuevo gobierno, y dada la cercanía de los Juegos Olímpicos de París, en los que la nación va a "acoger al mundo". El futuro político de Attal es otro de los grandes derrotadas de las elecciones.
Y si bien Macron no se había pronunciado oficialmente hasta el cierre de esta edición, fuentes del Elíseo citadas por la agencia EFE afirmaron que el Presidente --que viaja hoy a Washington para participar en la cumbre de la OTAN--, "esperará a la estructuración de la Nueva Asamblea Nacional para tomar las decisiones necesarias" y que "en su papel de garante de las instituciones, velará para que se respete la decisión soberana de los franceses". Sin mayorías claras y escasa intención de colaboración entre los bloques políticos, la formación de un nuevo gobierno será compleja y amenaza con llevar a la nación a un escenario de bloqueo (ver nota relacionada). "Los partidos con cultura de gobierno tendrán que buscar construir una coalición y, sobre todo, un programa de gobierno.
Como ocurre en 23 de los 27 países de la Unión Europea, este trabajo parlamentario llevará varias semanas, si no meses", explicó a "El Mercurio" el politólogo de la Sciences Po de Grenoble Olivier Ihl, quien señaló que "el bloque central (Juntos! y Los Republicanos) ha salido menos debilitado de lo que se pensaba: está en pie de igualdad con la izquierda y, por tanto, desempeñará un papel destacado en la formación del futuro gobierno. Este fue el cálculo del Presidente Macron. Está a punto de comenzar una reorganización política en la Asamblea Nacional.
Y el bloque central se ampliará hacia la izquierda y hacia la derecha". Una doble amenaza de los extremos La jornada fue una dura derrota para Le Pen y el candidato de su partido a primer ministro, Jordan Bardella, a pesar de que como ellos mismos subrayaron es el "mayor crecimiento" de la historia del partido, ya que pasaron de 89 a 143 diputados. Para Le Pen se trató de una "victoria en diferido" para su partido, "el primero de Francia" ya que no fue en coalición, y pronosticó que su triunfo "llegará" en próximas elecciones.
Bardella fue mucho más duro y dijo que los resultados fueron una victoria de la "alianza del deshonor" y acusó directamente al Presidente Macron de dejar a Francia "en los brazos de la extrema izquierda". Lo cierto, coinciden expertos, es que el escenario dejó a Macron con más escaños de los previsto, pero con importantes amenazas políticas desde la derecha y desde la izquierda. "Macron y su coalición pueden estar más tranquilos porque no fueron los grandes perdedores que todos creían que iban a ser, a pesar de que perdieron escaños.
Pero es una señal de alerta muy importante para el Presidente y su sector político el que RN haya crecido tanto y haya estado durante todo un mes en todas las portadas y encuestas como el partido más fuerte de Francia, porque no hay que olvidar que triunfó de gran manera en las elecciones europeas de junio.
Estas elecciones no frenarán a RN, y más bien, pueden llevar al partido a ser más agresivo (... ) En la izquierda la amenaza la representa Mélenchon y todo el LFI, que ahora buscará tener la mayor parte del protagonsimo del NFP por el tiempo que perdure la coalición, y que ya lo demuestra al tomarse el crédito de estos resultados", dijo a este diario Raphael Porteilla, politólogo de la Universidad de Borgoña.
Balotaje de las legislativas: Izquierda y macronismo frenan a la extrema derecha, pero Francia cae en la incertidumbre JOSÉ TOMÁS TENORIO LABRA Corresponsal en España El Nuevo Frente Popular dio la sorpresa al vencer en los comicios, seguido del centro político y con Agrupación Nacional de Marine Le Pen en tercer lugar. La falta de mayorías claras, sin embargo, abre un escenario de posibles bloqueos en el país. ATTAL anunció su renuncia al cargo de primer ministro. FRANCE PRESSE LE PEN calificó los resultados como una "victoria en diferido" para RN. EFE 67% de participación electoral fue el estimado dado por Ipsos tras el balotaje, la cifra más alta en al menos dos décadas en Francia..